viernes, 15 de mayo de 2009
CARCELERO
No mates al carcelero
Señores, señoras, nadie ama las rejas que lo aprisionan.
Yo mismo las odié cuando visité a mis camaradas prisioneros políticos y de guerra, las sigo odiando, aun sabiendo que no tienen alma ni odios ni preferencias, son rejas injustas para el que padece injusticia, y son rejas merecidas para el injusto.
Muchos se quejan amargamente del Servicio Penitenciario Federal por sus defectos y sus vicios. Y lo hacen con razón, no es perfecto y siempre mejorable. Lo que no se debe olvidar es que tiene la eterna e ingrata tarea de la guarda y custodia de los procesados y el cumplimiento de las penas privativas de libertad.
La venganza montonera, llevó a muchísimos hombres de uniforme a la cárcel, inclusive a Oficiales y Suboficiales penitenciarios, de manera injusta, ilegal y violando derechos elementales, torciendo la letra y el espíritu de la Ley, para adecuarla al Plan Sistemático de Venganza y Recaudación.
Hoy los terroristas de antaño van tras el dinero de las indemnizaciones y para ello necesitan fabular historias de todo tipo y encontraron jueces amables que se olvidaron de las pruebas y las reemplazan por testimonios de "memoria".
El SPF no tiene otro remedio que recibir a los detenidos remitidos por estos tribunales del pueblo. Los hombres de gris tienen, como siempre, la ingrata tarea de contenerlos.
Hay actos individuales de los hombres, que afectan a la totalidad de la Institución a la que pertenecen, pero ello es hoy y ha sido siempre. Hay agentes penitenciarios, que son los verdugos de hoy y que tienen gemelos en el pasado.
Desviar la bronca y la impotencia ante la injusticia, hacia la cárcel y sus hombres, es dispersar el esfuerzo combativo.
Ni las Fuerzas Armadas y de Seguridad de antaño son las mismas que hace 30 años, ni los carceleros se parecen a lo que fuimos.
La diferencia generacional, cultural, instruccional y doctrinaria, ha variado, tanto como, lo ha hecho la sociedad en su conjunto. Esto hace que para el penitenciario joven en actividad, le resulte odioso manejar hombres canosos, disciplinados, que miran con actitud crítica y desagrado todo el quehacer carcelario y hasta con la actitud de las antiguas jerarquías.
No será atacando al penitenciario en actividad, que lograremos la libertad de los prisioneros de guerra y políticos, todo lo contrario, los pondremos a la defensiva y en actitud beligerante y esto es malo.
Es lo que hay y debemos adaptarnos al medio, sin perder la dignidad ni la cordura. Pero lo más importante, sin olvidar que aquí como en el ajedrez, el objetivo es el rey.
Salgo en defensa de mi Institución hoy, sabiendo que muchos no me comprenderán y otros si, sin embargo, conociendo a mis camaradas grises, es que se, que mucho no pueden hacer para cambiar, y que será peticionando ante las autoridades judiciales y penitenciarias, que se logren las mejoras legales necesarias.
No están mis camaradas, prisioneros de una fuerza enemiga, sino de un aparato político judicial enemigo.
Yo grito ¡ Libertad ya a los presos políticos y de guerra ! Se de la injusta prisión y que deben ser devueltos a sus casas y reivindicados ante la sociedad y sus familias.
La cárcel seguirá siendo la cárcel , como lo fue antes y lo seguirá siendo después, del mismo modo que los hombres de bien, lo seguirán siendo a pesar de los vendavales políticos que hoy nos están sacudiendo.
Una frase bien tumbera y siempre vigente es: el verdugo del preso no es el carcelero sino el otro preso. Que nuestros muchachos no se "presifiquen" es el objetivo. No nacieron presos ni morirán presos.
Con el afecto y la lealtad eterna a mis camaradas presos políticos y de guerra, a sus familias y a los grises activos que son el jamón del sandwich.(los estamos mirando)
Alcaide (R) Nelson D.Cremades
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