sábado, 16 de enero de 2010
GANADERÍA
La inmolación final de la ganadería
Por EDUARDO HELGUERA*
El martirio de la cría bovina
GOLPE DE GRACIA DE $3.500 MILLONES ANUALES
1. Más allá de todos los impuestos visibles y cargas, trabas y distorsiones no siempre evidentes que debe pagar el productor de carne bovina existe otra enorme "quita oculta" que no siempre se tiene en cuenta cuando se habla de la asfixia tributaria y administrativa a la que está sometido este sector, en particular la etapa de cría de hacienda.
2. Esta carga consiste en la caída del porcentaje sobre el precio final (precio de góndola) que recibe el criador. Lo irónico de esta situación es que esta "quita oculta" se ha transformado hoy en día en la principal carga sufrida por el productor.
3. En la cadena de producción de la carne existen varios eslabones, y cada uno aporta servicios y valor al producto para entregarlo finalmente al consumidor en góndolas o en carnicerías. Estos eslabones corresponden a las etapas de cría; de invernada y feedlots; de consignatarios y abastecedores; de matarifes y frigoríficos; y finalmente de supermercados y carnicerías.
4. Si uno se toma el trabajo de calcular la participación que tiene el ganadero en el precio final de la carne al consumidor y mira la evolución que ha tenido en esta década podrá constatar que desde el 2002 esta participación ha estado alrededor del 30%. Sin embargo, a partir de Diciembre 2009 se han registrado aumentos muy fuertes en los tres principales precios de la cadena: Liniers (11%), Carne en Gancho (35%) y Promedio de 6 Cortes de Consumo (35%). Estos aumentos han reducido la participación del ganadero hasta un 22,6%, esto es, una caída de 7,4 = (30,0 - 22,6) puntos porcentuales. Si la producción de carne estimada para Dic09-Nov10 (3,3 millones de Tm) fuese valuada al nuevo precio de consumo ($16,8 por Kg) , y este precio fuera a mantenerse por un año, el valor de la producción de carne estaría en unos $55.300 millones. La caída de 7,4 puntos porcentuales en la participación del ganadero implicaría una pérdida de ingresos del orden de los $4.100 millones anuales. Esta pérdida representa 24,7% de $16.600 millones, que es el ingreso que obtendrían los ganaderos si su participación en el precio de consumo continuara en el 30%.
5. Por otra parte si en lugar de la participación del ganadero en el precio final de la carne tomásemos la participación del ganadero en el precio de la carne en gancho e hiciéramos el ejercicio de observar su evolución en esta década, también podríamos verificar que el promedio estaba en el 55%. Nuevamente, a partir de Diciembre 2009 los nuevos precios han reducido esta participación al 42,9%, esto es, una caída de 12,1 = (55,0 - 42,9) puntos porcentuales. Si ahora la producción de carne estimada para Dic09-Nov10 (3,3 millones de Tm) fuese valuada al nuevo precio de carne en gancho ($8,8 por Kg), y este precio fuera a mantenerse por un año, el valor de la producción de carne en gancho estaría en unos $29.100 millones. La caída de 12,1 puntos porcentuales en la participación del ganadero implicaría una pérdida de ingresos del orden de $3.500 millones anuales. Esta pérdida representa 22% de los $16.000 millones, que es el ingreso que obtendrían los ganaderos si su participación en el precio en gancho continuara en el 55%, que es la participación promedio de esta década que termina.
6. Con fines ilustrativos hacemos notar que este porcentaje (22% de transferencia de ingreso usando como referencia el precio de la carne en gancho) es superior al derivado de la propia retención sobre carnes (15%) y semejante al provocado por las retenciones vigentes sobre los principales cereales (maíz 20%, sorgo 20%, y trigo 23%), aunque inferior al que corresponde a oleaginosas (girasol 32% y soja 35%). La vigencia de estos porcentajes hace que los ganaderos transfieran un total de 1.500 millones de dólares anuales, importe prácticamente igual al transferido por el conjunto de los productores de cereales y girasol. A pesar de esta semejanza en el porcentaje y en el monto de exacción que sufren tanto estos agricultores como el productor de carne, especialmente el criador, notamos una gran asimetría respecto al análisis y medición que tiene esta problemática en cada uno de estos grupos. Esto se deriva de márgenes de rentabilidad muy diferentes. Además, ante situaciones adversas, el criador tiene menos "resto" que el chacarero o el invernador que pueden pasarse a la agricultura.
7. Por otra parte, a diferencia con el caso de las retenciones, tanto sobre granos como sobre carnes, donde una parte del ingreso perdido por los productores es recaudada por el Estado mientras el resto es recibido por la agroindustria, en el caso que nos ocupa (caída de la participación del productor en el precio de la carne) los beneficiarios exclusivos de esta exacción son los eslabones medios de la cadena. Así, en la cadena cárnica quienes se quedan con el 100% de esta exacción son los eslabones intermedios, combatidos como intermediarios parasitarios o agiotistas en la segunda mitad del siglo 20 y hoy son transformados en grupos prebendarios que reciben las transferencias mencionadas.
8. Esta situación fue generada por políticas públicas que se vienen aplicando desde el año 2003 por el actual matrimonio gobernante, sus ministros y secretarios de estado (Moreno). Estas políticas intervencionistas agricidas generaron, entre otros efectos, tres consecuencias principales adversas a la ganadería:
8.1. La primera es una distorsión del precio relativo de la carne respecto del resto de los productos de la economía. Mientras la carne en el supermercado y las carnicerías subió 81% entre Ene-03 y Dic-09, el IPC, que incluye todos los productos de consumo aumentó en el mismo período un (76% según el INDEC), 174% (según mediciones privadas confiables).
8.2. La segunda es la carga "oculta" que estamos midiendo en este trabajo. No sólo bajó el precio relativo de lo que recibe toda la cadena cárnica sino que, como vimos anteriormente, dentro de ese precio cayó la participación del productor en el precio en gancho desde el 55% al 42,9%, es decir 12,1 puntos porcentuales. Por este motivo la transferencia de ingreso es de aprox. 3.500 millones de pesos. Si a esto agregamos la pérdida de ingresos derivada de retenciones (2.220 millones pesos), computamos una pérdida total de ingresos estimada en 5.740 millones de pesos = 1.500 millones de dólares.
8.3 La política seguida entre 2005 y 2009 ha inducido durante este quinquenio una pérdida de siete millones de vientres, once millones de terneros y consecuentemente 1,3 millones de toneladas de carne. Asimismo, esta misma política ha desalentado un crecimiento razonable (entre 2,5% y 3% anual) del stock que lo hubiera llevado a valores entre 60 y 61 millones de cabezas en este año 2010, en lugar de los 50 millones actuales.
9. A continuación se listan algunas de estas políticas intervencionistas distorsivas que generaron la actual situación de martirio para los productores de carne, en especial, los criadores:
9.1. Clausura de la libertad de comercio y etapa de "exportación administrada" de la carne. 9.2. Implementación de cuotas para la exportación de carne.
9.3. Creación del Registro de Operaciones de Exportación de Carne (ROE Rojo), cuya gestión ha derivado en la facultad de otorgar virtuales permisos de exportación.
9.4. Implementación de 'encajes' mínimos de carne en las cámaras frigoríficas. Naturalmente esto tiene un costo que los frigoríficos deducen del precio que pagan por el ganado en pie, lo que deriva en un menor precio para los ganaderos.
9.5. Intervención en los mercados formadores de precios de ganado en pie con "precios sugeridos" (virtuales precios máximos).
9.6. Implementación de cortes populares a precios controlados.
9.7. Establecimiento de un criterio de faena fundamentado sobre un indicador basado en kilos por cabeza, en lugar de kilos por hectárea por año.
9.8. Persecución política a productores, consignatarios y cadenas de supermercados a través de agencias recaudadoras de impuestos.
9.9. Campañas de propaganda financiadas con recursos estatales para incentivar el consumo de otras carnes y desincentivar el consumo de carne bovina.
9.10. Delegación de virtuales facultades legislativas, ejecutivas y judiciales en un solo súper organismo de control de comercio agropecuario (ONCCA) que responde en forma directa al Secretario de Comercio Interior (Moreno), y éste a su vez, responde al Poder Ejecutivo Nacional a cargo del matrimonio gobernante desde el año 2003.
9.11. Mantenimiento a costa de los productores de un supuesto "promotor" de la carne bovina (el IPCVA): 46,5 millones de pesos anuales.
10. El estudio del impacto regional y geopolítico del tema tratado en este trabajo excede los límites que nos hemos impuesto, pero no podemos dejar de mencionar el efecto que tendría en las regiones ganaderas del país una inyección anual de 1.500 millones de dólares sobre la demanda laboral, los proveedores de insumos y de servicios, las recaudaciones de impuestos provinciales y de tasas municipales, además del aumento de la actividad económica general. Como ilustración mencionamos que tan solo los 9 millones de Ha. de la Cuenca del Salado conservarían aproximadamente 450 millones de dólares anuales, y dentro de ella, al criador Partido de General Lavalle, por ejemplo, le quedarían unos 13 millones de dólares anuales.
11. El análisis de las políticas restrictivas cárnicas aquí tratadas será seguido de un próximo trabajo que mostrará los efectos de la política agrícola 2003-2009 sobre el sector agrícola y sus regiones productoras. Debemos enfatizar que el conjunto de esta política agricida se realiza en el marco de y contra un supuesto agro evasor al que hay que vigilar y supervisar con aviones, satélites, embargos extrajudiciales, etc., siendo que el agro es por lejos el máximo contribuyente según la presión tributaria soportada por el sector sobre su propio P.B.I.
Este trabajo fue desarrollado con la participación del Lic. Urbano Helguera.
*Estudio Helguera
mailto:eduardoh@fibertel.com.ar
CORREO DE BUENOS AIRES
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