sábado, 16 de enero de 2010

MARÍA JOSE SARMIENTO


Revista Noticias - 16-Ene-10 - Opinión

Columna
María José Sarmiento

por Danilo Arbilla

Todavía quedan jueces en la Argentina. Hace unos días la jueza María José Sarmiento le dijo no al gobierno de los Kirchner; algo que parece impensable en la Venezuela de Chávez, en la Nicaragua de Ortega, en la Bolivia de Morales y en el Ecuador de Correa.

La jueza dijo no y ahí comenzó el escándalo con una seguidilla de idas y venidas, dimes y diretes e insultos y acusaciones que generan serios perjuicios para el país y los argentinos, por culpa de los caprichos autoritaristas del matrimonio gobernante: caída en picada de los "papeles" argentinos, aumento del indice riesgo- país y un nuevo embargo contra fondos del gobierno argentino decretado por un juez neoyorquino en defensa de antiguos acreedores a quienes Néstor Kirchner en su momento resolvió desconocer por no ajustarse a las condiciones que el pretendía imponerles.

Además: el recrudecimiento de la crisis política y los enfrentamientos que aunque no logran unir a la oposición sí muestran elocuentemente lo incómodo que les resultan a los Kirchner las instituciones republicanas y sus tendencia a imponer una estado policíaco, al entender de reconocidos analistas. De hecho la casa de la jueza Sarmiento paso a ser vigilada por la policía, en un claro acto de intimidación que fue denunciado por la magistrada.

Todo empezó porque los Kirchner pretendieron utilizar una parte (U$S 6.569 millones) de las reservas internacionales que maneja autónomamente el Banco Central de la República Argentina (BCRA), con el ánimo de mejorar su imagen en los mercados de capitales externos, que está muy desacreditada y que se traduce en intereses muy altos. Los Kirchner, muy propensos al gasto, - con el que garantizan el "apoyo popular" de su grupo de choque "piqueteros", y logran cambios del "voto" o consiguen el apoyo de mas de un congresista o gobernador- necesitan mas dinero para hacer frente a este 2010 que se preveía no fácil, algo que ya se ha confirmado en sus primero 15 días.

Martín Redrado, presidente del BCRA designado por Kirchner hace 5 años, se opuso a la medida por no ajustarse a las normativa legal y además por considerar que existía el riesgo de exponerse ante acreedores que litigan contra el país en el exterior, que fue lo que ocurrió.

Un uso de fondos como el pretendido lo debería resolver el BCRA o el Poder Legislativo, a los que los Kirchner pretendían desconocer. Pese a ese impedimento legal la presidenta igual dispuso la trasferencias de los referidos fondos y simultáneamente le aceptó "la renuncia" a Redrado, - que este no presentó- para luego destituirlo, cosa que no puede hacer el Poder Ejecutivo si no es con venia del Congreso. Por su lado Redrado recurrió a la justicia (Sarmiento) y esta revocó las dos medidas de los Kirchner.

Y en eso se está, los Kirchner y sus legisladores no quieren que intervenga el Poder Legislativo e imposibilitan su convocatoria; por otro lado buscan "jueces amigos" para desautorizar a la jueza Sarmiento y para condenar, con acusaciones varias, a Redrado. Paralelamente la presidenta, su marido y sus ministros insultan a jueces - por ser independientes- en claro actos de desacato y acusan a la oposición de actuar como oposición. Por supuesto todos los que no hacen lo que ellos quieren son "golpistas".

No se sabe en que va a acabar este nuevo episodio. Cualquiera sea el desenlace queda claro que cada hecho de este tipo muestra más cerca el fin de los Kirchner. Un hecho que nadie quiere que de antes de lo que marca la constitución, pero que muchos sospechan que es un alternativa "zelayista" que considera del matrimonio, en procura de una salida decorosa. El asunto es avasallar la constitución, para que aparezca el "golpista" que les quite el problema de encima. No importa si es el Congreso o la Justicia, ya Insulza, Chávez, Moratinos, quizás hasta Obama y Lula, si comercial y económicamente le conviene a Brasil, dirán que fue un golpe de estado.

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