viernes, 28 de mayo de 2010
DELIRIOS
EL REACOMODAMIENTO DEL TABLERO ELECTORAL
2011: El gobierno apuesta a una segunda vuelta entre Alfonsín y Kirchner
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Por Carlos Tórtora
“Ricardo, disfrutá de la cena que vos va a ser el próximo presidente”. Éste habría sido el comentario que CFK le hizo al pasar a un asombrado Ricardo Alfonsín, antes de comenzar la cena de gala del Bicentenario en la Casa Rosada. Semejante mensaje guarda coherencia con la campaña lanzada por la orquesta de los medios oficiales: en la interna de la UCR bonaerense del próximo 6 de junio, Alfonsín es presentado, entonces, como el impulsor de la renovación de la política, frente a la una alianza presentada como “parte del pasado”. La integrada por Federico Storani, Leopoldo Moreau, Gustavo Posse y el cobismo. La alfonsinización de la UCR sería el medio que encontró el gobierno para intentar evitar que Julio Cobos sea el candidato radical. Tanto interés en la interna opositora no es caprichoso. Los Kirchner saben que les será casi imposible ganar en la segunda vuelta y apuestan a quedarse con la jefatura de la oposición. Su obsesión es, entonces, evitar una alianza -pre o postelectoral- entre Cobos, Duhalde y De Narváez, que se traduciría en la deskirchnerización del justicialismo y la pérdida de poder del matrimonio presidencial. Por el contrario, con Alfonsín candidato, la UCR se alejaría del Peronismo Federal. Se despejaría así el camino para una segunda vuelta entre Kirchner y Alfonsín. Las conversaciones reservadas de Cobos con Duhalde y De Narváez para formar un gobierno radical-peronista serían entonces apenas un proyecto frustrado más.
Carrió y Binner
Mientras Alfonsín ingresa mediáticamente a la pole position, Elisa Carrió y Hermes Binner aparecen ya públicamente como postulándose para acompañarlo en la fórmula. Si bien Carrió aportaría a la fórmula su cuota visceral de antikirchnerismo, el resultado objetivo podría ser una fuerte polarización electoral que podría relegar a un tercer lugar a Duhalde o al candidato que resulte del Peronismo Federal. Este rediseño electoral sería aún más favorable al gobierno si Mauricio Macri, aun procesado, siguiera adelante con su candidatura presidencial, compitiendo con Duhalde por el voto de centro derecha.
Mensaje para Scioli
Estas nuevas operaciones en marcha servirían también para marcarle límites al único dirigente oficialista que mide más que Kirchner: Daniel Scioli. El núcleo duro de Olivos -Aníbal Fernández y Carlos Zannini- pensarían que Scioli tiene in mente la posibilidad de sublevarse antes de las internas abiertas convocando a un acuerdo de gobernadores para enterrar al kirchnerismo. Con la UCR en manos de Alfonsín y Gerardo Morales, este peligro disminuiría y se reducirían al mínimo las posibilidades de acuerdos del radicalismo con los PJ provinciales. Una alternativa que sí existiría si, por el contrario, le tocara a Cobos portar la batuta.
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