viernes, 28 de mayo de 2010
TERGIVERSACIÓN
La tergiversación presidencial de la historia
Cuando en la entrega del 19 de mayo asumimos desde la primera línea "Se vive una época de declaraciones altisonantes por parte de la dirigencia argentina", creíamos conveniente señalar, salteando la preparación que se venía dando a toda marcha de los actos por el inminente festejo del Bicentenario, marcar continuas grandilocuencias orales por parte de la mayoría de la dirigencia que podrían tener como fin, aunque sus protagonistas lo ignorasen, la manifiesta inoperancia que portan en la solución de los problemas que aquejan a la sociedad.
Son tan corrientes este tipo de manifestaciones que suelen abarrotar el cerebro del ciudadano más desprevenido y se le hace difícil recordarlas a todas, dejando en claro que por lejos, el Ejecutivo es el que se lleva todos los premios en encabezar -si lo hubiera- un supuesto ranking de frases o conceptos rimbombantes al estilo de los que pronunció el 25 de mayo en la casa Rosada en la apertura de la Galería de Patriotas Latinoamericanos. No podía faltar en el lugar un personaje siniestro, un aventurero a tiempo completo, un asesino serial cuya sed de sangre llevó a la muerte a miles de jóvenes en América, figura señera del matrimonio presidencial en sus juventudes y por lo visto en la actualidad.
En solitario fue Horacio Calderón quien se manifestó recientemente por ese hecho al decir que "La 'filosofía' sobre el odio de Ernesto Che Guevara, cabe recordar, fue uno de los principales gérmenes y factores de lucha que generaron la terrible ola de violencia desatada en nuestro país. Enseñaba exultante el mítico y siniestro personaje: 'El odio como factor de lucha, el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierten en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así, un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal'.
"Felicitaciones, Señora Presidente, usted ha demostrado con su elección que se ha hecho carne en su persona eso de 'de tal palo tal astilla'.
"Espero sinceramente estar en primera fila, el día que un Presidente con un mínimo de dignidad retire ese cuadro del sitio en que usted lo ha colocado, insultando la memoria de los muertos asesinados por la guerrilla disolvente y criminal que azotó nuestra Patria décadas atrás.
En esa inauguración Rosada la titular del Poder Ejecutivo expresó entre otros conceptos: "Es que el otro, el primer Centenario, había sido llevado a cabo en un país en el que se había declarado el estado de sitio, era un país en el que los inmigrantes que habían venido de la vieja Europa a conseguir un trabajo o un plato de comida, habían traído también las ideas del viejo mundo, las nuevas ideas, anarquistas, socialistas y los festejos se debieron hacer entonces en virtud de la represión, en virtud de la persecución, Lula, -de esos dirigentes sindicales- un sindicalismo nuevo, incipiente en la República Argentina, en medio de un estado de sitio.
"Yo quiero decirles, amigos y compañeros, que en estos 200 años que comienza hoy a cumplir la Argentina y que van a venir otros Bicentenarios, hace poco estuve yo festejándolo en Caracas, nuestros pueblos están mejor que hace 100 años, pese a quien le pese, estamos mucho mejor que hace 100 años.
"Hace 100 años no existían los derechos sociales; hace 100 años estaba prohibida y era casi un delito la actividad sindical; hace 100 años, por lo menos aquí, no podíamos elegir libre y democráticamente a nuestros gobernantes que recién lo pudimos hacer a partir de la Ley Sáenz Peña donde se instauró el sufragio obligatorio, universal y secreto.
Para comprender cabalmente semejante subversión histórica debe centrarse el análisis en el hecho que piensa eu el pasado (lo malo) son los otros y el hoy (lo bueno) son ellos (el matrimonio presidencial), y que como han manifestado en numerosas ocasiones, Argentina renació de sus cenizas el 25 de mayo de 2003, hace apenas siete años, fecha que asumieron el Poder. Esto es tan así que un año más tarde, el 25 de marzo de 2004, en el acto de creación del Museo de la Memoria en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), Néstor Kirchner, el primer integrante del dúo que se hizo cargo de los destinos del país, refiriéndose a lo que la izquierda entiende por Derechos Humanos, dijo: "Vengo a pedir perdón de parte del Estado nacional por la vergüenza de haber callado durante 20 años de democracia tantas atrocidades".
Semejante exabrupto ignoró el accionar de Raúl Alfonsín que tres meses antes del golpe militar del 76 había fundado la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y que en 1083, a cinco días de haber asumido como Presidente sancionó los decretos 157 y 158. Por el primero, olvidado después, se ordenaba enjuiciar a los dirigentes de las organizaciones guerrilleras ERP y Montoneros, y por el segundo se ordenaba procesar a las tres juntas militares que dirigieron el país desde el golpe militar del 24 de marzo de 1976 hasta la Guerra de las Malvinas. El mismo día, por otro Decreto, el 187, ordenaba la creación de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) con el objetivo de documentar prueba de violaciones a los Derechos Humanos y fundar así el juicio a las juntas militares. De los años de plomo de Argentina, cuando los ex militantes del matrimonio Kirchner intentaban derrocar por las armas a Perón, María Estela Martínez y luego a las Fuerzas Armadas instaladas en el Gobierno, sólo se conocen las excelentes relaciones de la pareja con los militares y su millonario enriquecimiento por la exacción de bienes de las víctimas de la recordada circular 1050 del Banco Central durante la gestión económica de José Alfredo Martínez de Hoz que, curiosamente, los tribunales a su servicio han arrestado en las últimas semanas.
Es imposible intentar comprender la historia, la mitad de la historia de un país ya que se habló de los primeros cien años, con ojos del presente. Eso es por lo menos ignorancia y cuando se ejercen algunos cargos está mal visto enseñorearse con ella. ¿Por que comparó el presente con el Centenario y no con el año cero, con 1810? Si ahora se está mejor por qué no decir con todas las letras que el secretario Zanini es mejor que el secretario Mariano Moreno, que Martín Balza le hace sombra a San Martín, Filmus a Sarmiento, Godoy a Brown, Bouchard y Espora juntos, o Messi a Maradona. ¿Por qué callar que Rosas tenía para su deleite un degollador profesional y no por ello dejó de plantarse ante ingleses y franceses? ¿Y los peronistas no le quemaron la biblioteca a los socialistas y por otra parte no fueron perseguidos a partir del 55 y hasta se les prohibió cantar su popular marcha y usar los símbolos partidarios? ¿Y Perón no encarcelo a Victoria Ocampo y Ricardo Balbín por considerarlos "destituyentes"? ¿Y Alfonsín no fue el que declaró el 25 de octubre de 1985 el Estado de Sitio, arrestó a doce personas y hasta "detectó" un plan para asesinar al presidente? ¿Acaso no se han "detectado" planes similares en los últimos años?
Es cierto. Hace cien años no existían los derechos sociales. Pero tampoco la televisión, internet, la telefonía celular, los viajes a la luna o los aviones presidenciales. Lo mismo sucedía en la época de la Primera Junta, Rosas, Urquiza, Roca o del cruce de Los Andes, pero por "ideología" no se lo menciona. Así se falsea la historia. Estamos mejor dice la Presidente. Con relación a qué, deberíamos agregar. Por ejemplo, en 1911 se inició la construcción del recorrido del subterráneo Plaza de Mayo-Estación Miserere (Once) que a cielo abierto, con pala, pico y carretas tiradas por caballos y mulas demoró dos años en terminarse, y hoy parece que cuesta un Perú hacer una estación nueva o cambiar los vagones de madera de origen belga que funcionan desde entonces. ¿Estamos mejor? ¿Es que acaso está mejor la Señora que hace cuarenta años? Sí y no. ¿Con relación a qué debería hacerse la comparación?: ¿capacidad intelectual, de oratoria, belleza?
Sin irnos tan lejos en el tiempo, ¿la Señora Presidente está mejor que la modelo Valeria Mazza o la juez Carmen Argibay? Con relación a qué, deberíamos agregar otra vez. No es aceptable comparar distintas épocas con distintas varas a menos que se quiera cambiar la historia porque de subversiones, los argentinos sabemos bastante.
juan salinas bohil
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