INVERSIÓN PRIVADA O ESTATAL
No existe posibilidad de progreso social si no hay inversión de 
capitales  para cubrir las necesidades de la sociedad en bienes, 
servicios, investigación, tecnología, salud, educación, etc. Es una 
preocupación de todos los países, incluidos los más ricos y adelantados 
del mundo.
Invertir no es un tema político: es un requisito ineludible para 
atender las siempre crecientes demandas de la sociedad en el presente y 
proveer a las futuras. El comunismo chino, así lo entendió, priorizando la 
inversión privada y sacó de la miseria a trescientos millones de 
habitantes. 
La inversión exige eficiencia en servicios y costos. La inversión 
privada debe ser eficiente, o termina desapareciendo por quiebra, salvo 
que esté sostenida por el crimen organizado o por el Estado. 
El Estado argentino es un organismo enfermo, y es una ficción 
pretender eficiencia en  sus inversiones, sus servicios o sus costos. 
Como el Estado no quiebra, las pérdidas por ineficiencia son ocultadas y 
se compensan aumentando impuestos. Las pérdidas de las nuevas 
empresas estatales creadas y de las reestatizadas en los últimos años, 
deberían señalarse como escándalos públicos. 
Una economía ineficiente hunde a la población en la pobreza 
y el  desamparo. La prosperidad del pueblo depende  de la empresa 
privada.
21/07/08
                                     Dr. Marcelo Castro Corbat
                                     segundarepublica@ fibertel. com.ar
lunes, 21 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)



















No hay comentarios:
Publicar un comentario