Pocas frases son capaces de pintar tan bien una realidad, cómo esta, que acabo de robar de una canción, escrita para contar otras cosas, y que sin querer, me termina hablando de aquel 26 de Julio.
Tengo grabada en la mente la imagen de esa viejita, vestida de estricto luto, llorando desconsoladamente la muerte de Eva.
Incontenible, como lo son todos los sentimientos que nacen desde el alma, el llanto de esta mujer quedó inmortalizado en esa fotografía, como mudo testimonio del dolor de un pueblo.
Tal cómo sucediera después, con la muerte del General, el cielo mismo lloró durante días. Cómo si la lluvia intentara lavar el dolor de las calles.
Esa mujer, que había cobijado en sus brazos el dolor de todos, se iba para siempre, pero las mezquindades de las que estamos plagados los seres humanos se ensañarían particularmente con su memoria.
No se cual vejación habrá sido peor, si la sufrida por su cadáver, en manos del enemigo, tal vez pensando que desapareciendo su cuerpo borrarían del pueblo su memoria, o la que vino después, cuándo tomaron su nombre cómo bandera, para una causa que, ella jamás hubiera acompañado más bien habría combatido. Si Evita viviera, sería lo que fue, sólo peronista; sería la compañera del general, luchando codo a codo por la causa Nacional. No existe Evita sin Perón, ni Movimiento Evita separado del Peronismo.
No existen otras banderas que las de la Justicia Social, ni otro camino que el de la Revolución Nacional, que puedan ser sostenidas al invocarla. Todo lo demás, es un falaz intento del mismo enemigo infiltrado en versión marxista, usando la estrategia de vestirse con la piel del peronismo, para ocupar un espacio de poder que no podrían haber logrado nunca de otra manera.
Natalia Jaureguizahar
Agrupación Arturo Jauretche
PD/ A modo de humilde homenaje, Pueden ver un video en el blog de la Agrupación Arturo Jauretche, espero que lo disfruten
sábado, 26 de julio de 2008
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