RÍO GALLEGOS (OPI Santa Cruz). De este relato que hace Daniel Gatti, investigador y periodista, surge una revelación muy importante que pone de manifiesto el discurso contradictorio que tiene el ex presidente en relación con los DDHH. Conozca un dato inédito, un descubrimiento casual que muestra con quién se vinculaba el joven abogado Néstor Kirchner en Santa Cruz. Una vieja publicación mostró una foto y en el 2007 dos testigos descubrieron la verdad. Entonces ningún medio se animó a publicarlo, hoy OPI lo revela.
El colega Daniel Gatti hizo referencia a un hecho hasta ahora desconocido sobre la vinculación de Néstor Kirchner con personajes del Proceso Militar. Es bien conocida la existencia en Santa Cruz del General Guerrero que en aquellos años ostentaba la autoridad de gobierno en la provincia y la condescendencia que había de los distintos actores en Río Gallegos con este Interventor puesto por la Junta del Proceso.
Es por ello que hace unos años la Revista Noticias publicó una fotografía que nosotros reproducimos, donde Néstor Kirchner posa junto al militar, a Daniel Varizat y otros referentes de la política local, constituyendo un documento explícito de la vinculación directa que por aquellos días había entre los emergentes de la política en Santa Cruz y la Dictadura.
Daniel Gatti cuenta algo que cambia la forma de mirar aquella foto y pone blanco sobre negro de quien es el ex presidente Kirchner a la hora de argumentar sus discursos.
La historia negra
En una de esas esta puede parecer una nota autorreferencial, suelen criticarnos por esto, tratamos de no hacerlo y nos esforzamos por no hacerlo, comenzó diciendo Daniel co-conductor de “Contracara” con Juliana Lasagno en Fm News, pero no es por vanidad créanme, sino casi por orgullo… y tiene que ver con lo más profundo de la noche negra que vivió el país durante la dictadura y en este caso fue el mismísimo 24 de marzo de 1976 a las 2 de la mañana; alguien a quien todos los Peronistas recuerdan como el “Mayo Alberte”, en realidad ese 24 de marzo ya era Coronel, porque le habían sacado ese congelamiento impuesto en 1955, había sido ascendido y podía usar el grado de Coronel.
Hombre que además de una amistad profunda con Perón y de un intercambio muy fluido de correspondencia con Puerta de Hierro, participó de manera decisiva en la conformación de la CGT de los argentinos y también de las bases que dieron lugar a gran parte del peronismo revolucionario en la Argentina; y este fue su pecado.
El General, un amigo
Estaba aquella noche en el 6º piso de su departamento en la calle Libertador y había terminado de escribir una carta a Rafael Videla diciéndole que no era propio del honor militar matar a gente como se estaba matando, que se permitiera las hordas parapoliciales que asolaban la ciudad, matando a diestra y siniestra y que no se podía exceder los marcos de la legalidad; nada justificaba - entendía el militar – actuar de manera ilegal, y solo habían pasado unas pocas horas de ese 24 de marzo del 76.
Como para marcar lo que sobrevendría en el país, a pesar que ya se arrastraban millares de muertos, entró una patota del ejército al departamento del Mayor Alberte, cuyos integrantes le explicitaron muy bien el pecado que había cometido perteneciendo a aquellas bases revolucionarias del peronismo.
Después de llevarse toda la documentación y paradójicamente no la carta a Videla que gracias a eso se pudo conocer, le dijeron que había sido el responsable de la muerte de muchos camaradas de armas y delante de su familia, lo arrojaron por la ventana del 6º piso al vacío.
La muerte de Alberte fue un duro golpe para aquellos que todavía tenían algún resquicio para la democracia y produjo un verdadero cimbronazo, lo cual hizo que varios militares se apartaran de los lineamientos del proceso y terminaran formando grupos clandestinos en la lucha por la restitución de la vigencia de la Constitución.
La revelación
¿Dónde entramos nosotros?
Pasó mucho tiempo y era prácticamente imposible detectar a los integrantes de aquel Grupo Operativo del Ejército, pero a principio del 2007, a propósito de una investigación que realizamos en Santa Cruz tratando de recrear los años de la dictadura en Santa Cruz y la relación del entonces presidente Kirchner, que en aquella época histórica era solo un joven abogado impetuoso, con los militares de la dictadura en ese momento; ya hacía 4 años para 1982 que las madres marchaban en la plaza y ya se comenzaba a saber la suerte de muchos miles de detenidos que sin haber sido blanqueado jamás, estaban sobrevolando el Río de la Plata donde eran arrojados vivos.
Aquella investigación que surge, paradójicamente, no de fichas de Inteligencia que tuvieran que ver con Kirchner, que fue lo que llegó a nuestro poder, sino de fichas de Inteligencia destinadas a investigar la madre del actual Gobernador Peralta.
A partir de allí aparece una profunda relación con Kirchner, el transporte por fechas en los diarios y encontrar esa imagen que después apareciera en la revista Noticias, de la presencia del Dr Kirchner con el entonces General Guerrero, Jefe de la XI Brigada Mecanizada local, quien publicaba cada domingo lo liminar, la fundamentación ideológica del accionar represivo en el país en el diario La Opinión Austral.
De todo esto da cuenta la nota aunque hay algunos olvidos en esa nota (Revista Noticias), producto más de la edición de la redacción que de los elementos que se aportaron, pero lo interesante de esa publicación es que tuvo un grado de soledad que realmente impresionó.
No fue levantada por ningún medio. Nadie se hizo eco de ese tipo de información que relacionaba a Kirchner con la Dictadura, sus vinculaciones profundas, sus conexiones políticas y sus actividades paralelas en su estudio jurídico, con la captación de recursos y de viviendas para acrecentar su patrimonio, más allá de que también le servía para marcar la cancha en la interna política de la por entonces naciente actividad en nuestro país.
Solo dos fueron suficiente
Ningún medio, ninguna radio o canal levantó la noticia; solamente mereció un comentario al pasar de Jorge Lanata en su programa de radio del Plata, tuvo continuidad en otra nota donde se manifestaba su vinculación no solo con la dictadura en sí sino con los hombres más poderosos de la Triple A que operaban en Bahía Blanca, que le sirvieron de presentación en su carrera política.
Pero esta nota, más allá de la escasa difusión que tuvo y de los 60 mil lectores que compraron esa revista, fue suficiente para que dos personas pudieran ver en la cara de aquel Guerrero del ´82, al mismo tipo que imponía la vida y la muerte en los campos de concentración de la provincia de Buenos Aires como uno de los integrantes de la patota que aquella noche del 24 de marzo tiró al Mayor Alberte por la ventana a las 2 de la madrugada.
Para algo sirvió la nota. Hoy Guerrero tiene una causa judicial abierta. Dos testigos lo han reconocido como parte del Grupo Operativo y va a seguir seguramente la misma suerte de los genocidas sometidos a juicio en la búsqueda de la verdad en Argentina.
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