martes, 25 de mayo de 2010

FRENTE AMPLIO URUGUAYO


El Frente Amplio... ¿es un quilombo?
La semana pasada estaba tomando un café con un amigo frenteamplista sufrido, y en cierto momento le comenté que en Junio de 2004 los medios de comunicación daban a conocer mi artículo sobre los “Cien días de gobierno” del Frente Amplio y del presidente Tabaré Vázquez.
Le actualicé algo de lo que en él escribí en estos términos: “El tema que desespera y exaspera al gobierno es definitivamente la falta de armonía entre sus dirigentes; la incoherencia política e ideológica de los grupos que integran el FA; la ansiedad por lograr cargos, y la falta de oficio de muchos de los integrantes del gobierno.
La solución, aunque parecería simple a primera vista, es mucho más complicada de lo que parece.
En primer lugar, porque no existe poder humano que modifique la actual estructura del FA-EP-NM sobre la que el gobierno no tiene control, por lo que está obligado a obtener consensos permanentes con los distintos grupos con el fin de obtener una mayoría que apruebe las modificaciones que necesita el Poder Ejecutivo.
En cualquier caso, los 100 días de gobierno comienzan a ser muchos en la medida en que no se encuentran soluciones al problema social.
No obstante las enormes expectativas generales, en el ambiente flota un sentimiento de incertidumbre y desilusión, producto de que no dejamos de darnos cuenta que corre sin pausas el reloj, y de que con las medidas que proponga el Presidente estará siempre entre la espada y pared”.
Mi amigo, angustiado y sufriente frenteamplista, me afirma que tengo razón, que en el fondo el Frente Amplio es un “quilombo”, pues cada uno hace lo que se le antoja y no hay voz de mando.
Con decepción me comentó cómo, dirigentes y gobernantes, ignoran y combaten al presidente Mujica, y me desarrolla una serie de ejemplos. Entre ellos, cómo frenan la idea de Mujica de darle prisión domiciliaria a mayores de 70 años; cómo el PIT-CNT desprecia una invitación para concurrir junto al Presidente y su ministro de Defensa a un desfile con motivo del día del Ejército, y así siguió con una muy tediosa lista de indisciplinas partidarias.
Finalizada esta informal terapia de café le dije a mi amigo que lo comprendía, pero que estaba totalmente equivocado; que el Frente Amplio no era un “quilombo”, (ojalá lo fuera), pues la organización de estas comunidades era en especies de repúblicas muy ordenadas y con un fuerte sentido de la libertad y de la disciplina. Respetaban la jerarquía, -manda uno solo-, no se permite el ingreso de individuos sucios y malolientes quienes, antes de pretender ingresar saben que deben bañarse, y que el que organizaba líos o disputas o contrariaba las decisiones del jefe o madama se le expulsaba sin más trámite. Quizá si Mujica hubiese aplicado en su gobierno la sencilla organización del “quilombo”, se le hubiese hecho más fácil su gestión, y es que por no apegarse a este tipo de organización todavía no ha caído en cuenta de una realidad que es inherente a la función de gobernar y es que todos los gobiernos llegan a un momento, en su evolución, en el cual caen en cuenta que ellos no gobiernan a las circunstancias, sino que son las circunstancias las que los gobiernan a ellos, y que la función de gobernar no es más que una permanente elección entre dos opciones: la opción de escoger una decisión desagradable políticamente pero beneficiosa, y la opción de escoger una decisión agradable políticamente, pero catastrófica en el futuro. En este momento, el gobierno exhibe un poco de las dos cosas; el resultado de ambas lo veremos a corto o largo plazo. Pero, inevitablemente lo veremos, sea o no un “quilombo”.
Los “quilomberos” cuando se organizaban como sociedad, lo primero que hacían era identificar a su enemigo, cosa que no ha hecho el presidente Mujica con su entorno, cosa que ya es tarde para identificar. Igual ellos solos se sacaron la máscara y ya se sabe que el enemigo del gobierno no es el Partido Colorado; el enemigo del gobierno no es el Partido Nacional; el enemigo del gobierno no son las Fuerzas Armadas. Hoy el enemigo del gobierno es el FA-EP-NM, el PIT-CNT, porque la crisis interna que está viviendo se va a reflejar inevitablemente en la acción del gobierno, y por lo tanto en el bienestar del pueblo.
Ellos no son un cuerpo aislado de la realidad del país. Ellos han recibido una responsabilidad: la responsabilidad de poner el país en marcha y precisamente no pueden poner el país en marcha mientras estén enredados en sus mezquindades, en sus problemas internos, sin perjuicio de que están restándole al gobierno la capacidad de creación y de iniciativa que debería dedicarle a las labores del país y no a sus problemas internos.

Jorge AZAR-GOMEZ

Ex representante de Uruguay ante ONU


Mail: azarjorge@hotmail.com

No hay comentarios: