MORENO COMPADRE....TE SALUDAN

UN FRENO PARA ABRIL

Brasil dará de tomar a Moreno de su propia medicina

Los anuncios se realizarían en abril: el Gobierno brasileño de Dilma Rousseff lanzará una serie de medidas para restringir las importaciones, y los más afectados por estas medidas proteccionistas serían, nada más y nada menos, que China, y Argentina. En el último caso como respuesta a las últimas restricciones formales e informales impuestas por los ministerios de Industria y de Economía.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- La amenaza para la Argentina data de principios de mes: según el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio del vecino país, Fernando Pimentel, el gobierno de Dilma Rousseff está estudiando el endurecimiento de los requisitos técnicos exigidos a los productos del exterior para defender a los fabricantes locales.

En declaraciones a medios brasileños, el funcionario afirmaba entonces que están evaluando "qué se puede hacer para crear equidad e igualdad en la competencia entre bienes brasileños e importados". Pimentel hizo referencia a las reglas sanitarias, de seguridad y a medidas de embalaje exigidas en la comercialización de productos nacionales y que Brasil podría extender a la mercadería importada.

Esta medida tendría un gran impacto en la Argentina, que ya tiene una relación con ese país fuertemente deficitaria y ello podría acentuar el rojo comercial. De acuerdo con las cifras del primer bimestre, el intercambio entre ambos países alcanzó los US$5.457 millones, con exportaciones argentinas por US$2.442 millones (26% mayores al primer bimestre del año pasado) e importaciones por US$3.015 millones (41% más en términos interanuales). Estos números mostraron un déficit para la Argentina en el período enero-febrero de US$569 millones.

Pimentel precisó que se podría solicitar que los empresarios extranjeros presenten certificados de calidad o de seguridad compatibles con las normas brasileñas en el momento de solicitar el permiso de importación a la aduana brasileña. Actualmente, las pruebas de calidad de muchos productos importados se realizan "después de estar en las tiendas", lo que "según el funcionario" supone un agravio para los productores locales.

"Si el empresario brasileño me muestra que, para vender su producto, está sometido a dos pruebas del Inmetro (Instituto de Metrología, Normas y Calidad Industrial), una del ministerio de Salud y otra del de Ciencia y Tecnología, y el importado llega y entra sin ser testado, entonces hay un desequilibrio y vamos a tomar medidas", agregó Pimentel.

Pues, a esta altura Pimentel pretende realizar los anuncios en abril, según informa 'Ambito Financiero'.

Una de las gotas que colmó el vaso de la paciencia de los brasileños fue para con sus pares argentinos, cuyas trabas frenaron a camiones en la aduana fronteriza, sobre todo cargados de huevos de Pascua y de maquinaria agrícola; y la aparición de nuevas investigaciones de dumping. A lo que se sumaron los reclamos por la liberación en tiempo y forma de las licencias no automáticas para importar.

En el caso de China los industriales brasileños advirtieron maniobras de triangulación de los exportadores asiáticos para evitar denuncias de antidumping y no pagar aranceles más altos.

La Cancillería argentina se prepara para recibir las, discretas, quejas diplomáticas de Itamaraty. Ya se descuentan nuevas reuniones entre la ministra de Industria, Débora Giorgi, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, con funcionarios de la embajada brasileña, que serán una usina de rumores.

También se teme que Brasil instaure licencias no automáticas en alguna área sensible, como demostración de fuerza sobre por ejemplo alguna autoparte.

Ya Moreno se anticipó acelerando la liberación de unas 1.000 licencias retenidas de importación de productos brasileños.

Desde el Gobierno brasileño se escudan en anticipar que no se tomarán medidas contra China ni la Argentina, específicamente. Sostienen que es a favor de Brasil para proteger la industria, y apuntan a poner en igualdad la competencia entre productos brasileños e importados, lo que hoy, según el Gobierno no se da.

Esta situación refleja la impotencia por no poder mejorar la competitividad del tipo de cambio, dado que no pueden devaluar, y explica parte de la próxima batería de medidas.