miércoles, 29 de agosto de 2007

HUYENDO HACIA EL SUBURBIO

Huyendo hacia el suburbio
x Fernando Diez

La crisis urbana parece enfrentarnos a la alternativa entre vivir en un centro contaminado y asfixiante, o transformarnos en commuters, conduciendo diariamente largas horas desde un suburbio con jardín y aire (más) limpio, pero carente de infraestructura y seguridad.

Una recorrida por el conurbano de Buenos Aires que no se realizara por las autopistas radiales de entrada y de salida, sino por los precarios caminos anulares que vinculan las distintas localidades de la periferia; muestra inconfundiblemente la evidencia de una ausencia total de infraestructura pública: falta de cloacas y desagües, pavimentos y agua corriente, por no mencionar la no menos importante de las plazas barriales, la escuela y el dispensario público. Una carencia crónica y generalizada, que alcanza incluso a muchos de los barrios de mayores ingresos, donde casas millonarias comparten el pozo ciego y el de agua en el mismo lote, o son amenazadas constantemente por la inundación.

La profunda crisis que atraviesa el conurbano de Buenos Aires y el de otras grandes ciudades, no debe buscase -al menos exclusivamente- en la capacidad de inversión de sus pobladores, sino en la manera en que sus recursos han sido desplegados sobre el territorio. Allí está la clave principal para superar la crisis de salud, seguridad y educación que hoy parece imposible corregir, y para las que ningún presupuesto o medida de gobierno parece suficiente.
Será entonces necesario revisar el proceso que condujo a esta apropiación del territorio, y que todavía la sigue alimentando, si deseamos corregir problemas cuya base estructural se encuentra en el modelo que está implícito en la ocupación del territorio. Esta revisión nos exige hacer explícito el modelo de ciudad que está guiando las inversiones públicas y privadas, para comprender su relación con la presente crisis.

No hay comentarios: