martes, 21 de agosto de 2007

LOS MALETINES COMO POLÍTICA DE ESTADO

Los maletines como política de Estado
Alejandro Peña Esclusa*
(plv@internet. ve)

El decomiso de una valija con 800.000 petrodólares en Buenos Aires no es un hecho aislado, ni un crimen cometido por funcionarios de tercera categoría, como pretenden hacer ver los gobiernos de Argentina y Venezuela. Se trata de una política sistemática de Chávez para exportar su modelo a todos los países de la región, utilizando como palanca los recursos que pertenecen al pueblo venezolano.
La injerencia indebida del régimen venezolano en otras naciones tiene tres modalidades: La primera es el apoyo político abierto y descarado, como las recientes declaraciones de Chávez a favor de la candidata Cristina Kirchner; la segunda es el respaldo financiero a través de acuerdos discriminatorios, como el suministro de petróleo subsidiado a las alcaldías salvadoreñas controladas por el Frente Farabundo Martí, y la tercera es el envío ilegal y secreto de maletines repletos de dólares a los aliados internacionales del chavismo.

Sin duda, Venezuela es el país con más denuncias sobre intromisión en los asuntos internos de otras naciones, como se evidencia en los siguientes casos, escogidos entre muchos otros que existen:

En marzo de 2006, el Partido de Acción Nacional acusó a Chávez de apoyar la campaña del candidato mexicano Andrés Manuel López Obrador. En mayo de 2006, el presidente de Guatemala, Óscar Berger, denunció la interferencia de Chávez en Centroamérica; por su parte, el mandatario nicaragüense Enrique Bolaños acusó a Chávez de violar las leyes electorales de su país al apoyar a los sandinistas; ese mismo mes, el ex presidente boliviano Jorge Quiroga acusó a Chávez ante la OEA por intervenir en los asuntos internos de su país; mientras que las cámaras de la producción de Ecuador rechazaron la injerencia de Chávez en esa nación.

En junio de 2006, el Presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, reclamó el apoyo ilegal de PDVSA al Frente Farabundo Martí. En julio de 2006, el candidato presidencial Eduardo Montealegre denunció el apoyo financiero de Chávez a Daniel Ortega para comprar votos en Nicaragua; ese mismo mes, en la XXX Cumbre del Mercosur, Chávez apoyó públicamente la reelección de Lula.

En julio de este año, el primer ministro de Perú, Jorge del Castillo, denunció la injerencia de seguidores de Hugo Chávez en la región del Puno, con el fin de desestabilizar a su país. Por su parte, el tercer vicepresidente del Congreso, Carlos Torres Caro, reclamó la intromisión del gobierno venezolano a través de Ollanta Humala y del ALBA.

Varios embajadores y cónsules venezolanos han sido amonestados y obligados a retirarse, por apoyar a grupos radicales en otras naciones, como por ejemplo, Vladimir Villegas (Brasil 2002 y México 2005), Cruz Martínez (Perú 2006), Roger Capella (Argentina 2006) y Víctor Delgado (Chile 2006). Colombia merece un estudio aparte, por la magnitud de la intervención del régimen venezolano.

Apenas esta semana, el líder de los piqueteros argentinos, Luis D´Elía, negó que la valija incautada estuviese destinada a su organización, pero reconoció públicamente haber recibido apoyo financiero del gobierno venezolano en anteriores oportunidades. Lo relevante del maletín decomisado es que aporta pruebas sobre un modus operandi del chavismo en toda la región y que, por tratarse de dinero en efectivo, hasta ahora no había podido demostrarse; de allí la importancia de continuar las investigaciones hasta el final, a pesar de que Kirchner intentará obstaculizarlas.



*Analista político venezolano.

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