Transparentar los números
Ya hace más de ocho meses desde que el Gobierno central intervino el Instituto Nacional de Estadística y Censos -Indec-, desplazando a la funcionaria especializada de su cargo y alterando con ello las reglas esenciales de la realidad económica. Los organismos estadísticos están estructurados en todo el mundo mediante personal especializado y seleccionado exigentemente para asegurar su actividad bajo criterios puramente técnicos, asegurando la confiabilidad de quienes adoptan decisiones económicas. En el caso del índice de precios al consumidor (IPC) se trata, además, de un indicador del ingreso real y de una referencia para el ajuste de rendimientos de títulos de la deuda pública, depósitos bancarios a plazo fijo y contratos privados, constituyendo por añadidura un referente clave para los índices de pobreza e indigencia.
Es llamativo y aleccionador que la disputa por la veracidad de las estadísticas se haya producido por la reacción del propio personal capacitado, en defensa del organismo y de su prestigio, no sólo local sino externo, cuyas normas se compatibilizan con otras similares del Mercosur y son monitoreadas por organizaciones internacionales. Mientras en las puertas del organismo la resistencia de sus empleados y especialistas ha llegado a situaciones donde deben intervenir fuerzas de seguridad, no puede menos que recordarse las diferencias de otros gobiernos con las estadísticas veraces que denunciaban anormalidades económicas. Nunca, sin embargo, las reacciones oficiales fueron como la actual que, después de ocho meses, plantean la necesidad de una política realista para enfrentar la inflación sin tratar de ocultarla mediante acciones tan burdas como disfrazar los índices manipulando las encuestas.
Curiosamente en los últimos días, el Jefe de Gabinete Alberto Fernández le prometió a la cúpula de la CTA que el Indice de Precios al Consumidor (IPC) elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) será transparentado, pero no antes de octubre. En apariencia el jefe de los ministros, no quiere que ningún indicador afecte las posibilidades electorales de la primera dama.
Por otra parte se supo que los trabajadores del organismo “para no quedar enganchados en esta situación” presentarán su propia propuesta metodológica para el cálculo del IPC antes del período electoral. “Se mandará a todos los medios”, dijeron.
La reciente conmoción financiera internacional ha sido para nuestro país un testimonio elocuente del grado de desconfianza que lo afecta y certifica el Indec con su alto grado de inseguridad estadística. Una elección presidencial, aunque se gane ocultando datos, no servirá luego para gobernar, por lo tanto lo mejor para todos será volver a transparentar los números como corresponde.
Fte: La calle
martes, 28 de agosto de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario