PLIN PLIN D`ELIA

Moreno dirigirá el desalojo de los piquetes agrarios


D'ELÍA: "CON GUSTO

LOS MATARÍA A TODOS"


Por Carlos Manuel Acuña


El activista del oficialismo, Luis D'Elía declaró ante un medio periodístico que "con gusto los mataría a todos", refiriéndose a quienes apoyan al campo en la actual crisis política y socio económica que vive el país. Con un lenguaje setentista añadió que lo mueve "el odio a la puta oligarquía" y agradeció el apoyo de la Casa Rosada a sus acciones callejeras. Estas afirmaciones que ampliaremos más tarde, pueden servir de pauta para la futura actitud oficial en este día jueves que es considerado como muy importante frente a una próxima jugada del campo que aguidizará su movilización y al discurso que pronunciarán los kirchner en Parque Norte para culminar lo que se considera como un apoderamiento del Justicialismo.

Hasta el cierre de este comentario no existía seguridad en el sentido de que hablaría la presidente Cristina y no sólo su marido Néstor, duda que se sustentaba en la posibilidad de que existan negociaciones secretas tendientes a encontrar una salida al conflicto que crece por horas. Sin embargo, propiamente dicho éstas negociaciones no existen sino que trascienden algunas conversaciones frente a situaciones de hecho. Además, dentro del oficialismo ya surgieron dos posiciones encontradas: la que desea buscar un entendimiento negociado y la intransigente que maneja el mismo Kirchner y el entorno presidencial. En líneas generales prima el temperamento gubernamental de amedrentar a los productores y las clases medias urbanas en todos sus niveles que lo apoyan abiertamente, con actitudes y palabras como las de D'Elia y por el otro, comienzan a producirse resquebrajamientos dentro de la estructura partidaria del oficialismo. Reuteman, por ejemplo, acaba de firmar un listado que elabora el gobernador de Santa Fe, el socialista Binner, quien quiere enviarle a la Casa Rosada - y por ende a Puerto Madero - un documento para que la situación se retrotraiga al momento previo a las retenciones como condición básica para llegar a un acuerdo. Los Intendentes de diversas provincias -además de los santafecinos - piensan dos veces en si participarán o no del acto de Parque Norte y en todo el país los jefes comunales han recibido mensajes del paro de protesta del campo, en el sentido de que quienes lo hagan serán escrachados en sus propios pueblos y deberán enfrentarse a una situación de ingobernabilidad local cuyo primer paso sería una concentración esta tarde en Parque Norte.

Otro ejemplo de la desestabilidad política además de la animalada de D'Elia, es la posición del gobernador de Córdoba, Schiaretti, quien ya anunció que se mantendría al margen de Parque Norte y envió mensajes al gobierno central en el sentido de que palpó personalmente por el tractorazo ocurrido en la Capital provincial, el grado de decisión con que los productores están dispuestos a concretar sus exigencias. Juez, el enemigo local de Schiaretti a quien acusa de haberle birlado el resultado de las elecciones, le comunicó que estaba dispuesto a apoyarlo si llevaba adelante una postura política coherente. Schiaretti, por resentimiento con su enemigo, no lo quiso recibir hasta el momento pero ya tomó distancia de Cristina Kirchner.

Otra señal de la profundizació n de la crisis estuvo a cargo del poderoso empresario aceitero senador nacional Urquía, titular de la empresa General Dehesa, tal vez la más importante en su ramo que trabaja en el país. Urquía fue llamado por Cristina y éste le aconsejó que retrotraiga la situación al momento previo del dictado de las retenciones, como única forma de encontrar una vía que evite un encontronazo que hasta ahora parece inevitable, pese a que el campo resolvió evitar los choques.

Urquía tiene una vieja amistad Cristina a quien la llama en confianza "Negra", señalándole los peligros que existen frente al error cometido en la materia. Cristina no contestó y muda, dio por terminada la reunión, actitud que llevará a Urquía a renunciar al bloque del Frente para la Victoria.

Por otro lado, el gobernador de Buenos Aires - nada menos - Scioli fue impulsado a desmentir que mediaría en el problema aunque no ocultó que se encontró con una provincia que tiene 9.000 millones de dólares de déficit.
Simultáneamente, el jefe de UATRE, Venegas, que conduce el gremio del personal agropecuario, mantiene la autorización a concurrir a los cortes y manifestó su apoyo al campo.

Mientras tanto, se supo que el Gobierno decidió esta mañana designar a Guillermo Moreno para que dirija un plan de desalojo de los piquetes con la Gendarmería y las Policías locales, pero como primera respuesta recibió la expresión concordante de dos productores que pertenecía, cada uno, al movimiento confederado de CRA y a la Federación Agraria: "que vengan con ambulancias, pues no aflojaremos" . Mientras reunía esta mañana a una especie de Estado Mayor para llevar adelante su cometido, un periodista le preguntó que haría si desde la Justicia le ordenaban que no se innovara. A esto, Guillermo Moreno contestó indignado y a los gritos: "No pregunte boludeses, que nosotros no somos radicales". Esto puede relacionarse, sin contradicciones, con la voluntad de evitar enfrentamientos con uniformados, pero si algún piquete es movido voluntariamente, poco después aparecerá en otro lugar y sus integrantes están decididos a oponerse a los elementos civiles y activistas que pagados, moviliza el gobierno.

La designación de Moreno contribuye a la honda molestia de los dirigentes del campo, que son conscientes del manejo psicológico que se hace por televisión - especialmente del canal de cable perteneciente a Daniel Adad C5N - con el intento de enfrentar a grandes con medianos y chicos productores, cuestión que no entiende el gobierno pues la iniciativa del movimiento pertenece a las bases del campo, sin distinciones. En resumidas cuentas, el oficialismo trata de demorar la superación del conflicto mediante la participación de algunos dirigentes de las entidades agropecuarias que, de hecho, han sido superadas.