viernes, 27 de marzo de 2009

EXPERTA EN REBENQUE


Crítica de la Argentina - 27-Mar-09 - El país

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Primer acto, Cristina le pegó al campo. Segúndo acto, ídem
La Presidenta galopó a dos rebenques
Dedicó dos discursos en un mismo día a repudiar la huelga agropecuaria. Los intendentes bonaerenses del kirchnerismo la escucharon en la Rosada.

La presidenta Cristina Kirchner usó ayer sus apariciones públicas para criticar a la dirigencia rural y, sin nombrarlo, a Clarín, una línea a la que se sumó por la noche su esposo Néstor desde la localidad bonaerense de Merlo (ver página 4). Al mediodía, en la inauguración de un buque escuela pesquero, junto a los jefes de la CGT, la mandataria acusó a los dirigentes agrarios de impulsar sus huelgas porque el Gobierno es "nacional y popular". "No paraban cuando estaba la dictadura", fustigó. Por la tarde, en su primer acto en el Salón de las Mujeres del Bicentenario, profundizó sus críticas y vinculó la protesta chacarera al deseo del sector de verla fuera del Gobierno: "No estamos ante reclamos sectoriales legítimos, respetables, sino que estamos ante situaciones, digamos, de mayor densidad institucional, para utilizar un eufemismo". El titular de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, le contestó desde el acto de Armstrong: "Yo no sé dónde estaba Cristina cuando muchos pedíamos por el regreso a la democracia".

La jefa de Estado también se quejó porque Clarín, al que sólo mencionó como "un importante diario", publicó el jueves una nota rechazando el método de escrache que, según su óptica, no era ecuánime porque no impugnó los ataques callejeros que sufrieron miembros del oficialismo durante la guerra gaucha del año pasado: "Pareciera que hay agresiones malas y agresiones que debieran ser ocultadas", dijo la Presidenta después de recordar que hace un año la madre del ministro del Interior, Florencio Randazzo, había sido agredida por productores en Chivilcoy, incidente que para ella no tuvo la repercusión periodística necesaria.

Su audiencia, que la aplaudió en varias ocasiones, estaba compuesta por el núcleo dirigencial en que se refugia el oficialismo para afrontar las próximas elecciones: la escuchaban más de 70 intendentes bonaerenses que fueron a la Casa Rosada a apoyar la adhesión de la provincia de Buenos Aires al Fondo Federal Solidario, que repartirá entre las provincias una parte de la plata generada por las retenciones que se cobran a las exportaciones de soja. Además de la Presidenta, hablaron en el acto el gobernador bonaerense Daniel Scioli y el intendente de Olavarría, José Esverri, quien dio un discurso en representación de los demás jefes comunales: "Hay una relación única del gobierno nacional con los intendentes, porque la transferencia de recursos se hace en forma directa".

Entre los invitados estaban además los diputados que representan a Buenos Aires en el Congreso y funcionarios provinciales de peso, como el secretario general de la Gobernación, José "Pepe" Scioli, hermano del gobernador y muy probable próximo compañero de lista de Néstor Kirchner.

En su discurso, la Presidenta contó que el campo le hacía "siete paros en un año y tres meses", y describió las protestas chacareras como "salvajes". A la vez, defendió el reparto de las retenciones a la soja con un argumento nuevo: "He escuchado a varios que adhirieron a la medida aclarando que no están de acuerdo con los derechos de exportación: dijeron que igual aceptan el dinero porque lo necesitan. Yo me pregunto: ¿qué se piensan, que la Nación no necesita los recursos?". Fue una crítica directa al gobernador santafesino Hermes Binner y al jefe porteño, Mauricio Macri, que a pesar de apoyar el fin de las retenciones harán uso de los fondos de la soja para construir obra pública en su distrito. A pesar de esos ataques verbales, el Gobierno espera que los mandatarios opositores se saquen una foto junto a Cristina para materializar su adhesión al sistema de reparto de la "coparticipación verde".

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