FESTEJOS Y RECLAMOS

Castellanos - 24-May-10 - Opinión

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Editorial
Festejos y reclamos

La Plaza siempre fue un problema. Desde los lejanos días del Virreynato en que ostentaba una letra más por el hecho de ser la Plaza Mayor, hasta la fecha, siempre ha sido lugar de reclamos. Todo el mundo le quiso dar un título de propiedad y siempre hubo quien se lo disputó. Para los peronistas, el 17 de Octubre de 1945, se transformó en la Plaza de Perón y , diez años después, cuando lo derrocaron, fue la Plaza de la Libertad. De allí en más no hubo quien no quisiera tener su plaza. Volvió a ser la de Perón al retornar de su exilio y poco después echó a los estúpidos imberbes que querían hacerla propia. Fue la plaza de Malvinas y luego la de Alfonsín y la Democracia. Más tarde fue de Menem y más tarde de Kirchner. A partir de allí pasó a ser la plaza de las Madres y hace poco, la más conspicua de ellas se ocupó de dejarlo en claro: -¡Váyanse de aquí, bolivianos de mierda, que la Plaza es nuestra!- dijo Hebe de Bonafini ante un grupo de albañiles aymaras que reclamaban justicia por la muerte violenta de un compatriota.

Ahora, en vísperas del segundo centenario de la Revolución de Mayo, llegaron grupos de lo que han dado en llamar "pueblos originarios". Pero no había problemas, venían apañados por las Madres.

Sus motivos no eran otros que reclamos. Sucede que no venían a festejar el 25 de mayo sino a marcarlo como fecha de una transferencia entre opresores, es decir entre España y la nueva y gloriosa nación que se levantaba a la faz de la tierra. El tema es el de siempre, fundir el club y repartirlo entre los cinco socios visionarios que quedaron, que suelen ser de los últimos en haber firmado la solicitud. Aquí pasa algo similar. Los reclamos no son por un campito sino por millones de hectáreas y se remontan a Don Cristóbal y sus Reyes Católicos pero, para ellos, quinientos años "no es nada".

El problema no es sólo una cuestión de bienes raíces. "Caminando por la verdad, hacia un Estado plurinacional", es un lema conflictivo sino abiertamente secesionista. Lo de otras naciones dentro del estado no es algo que contemple nuestra Constitución Nacional. Con la historia del avasallamiento por la conquista se reclaman y exigen inmediato reconocimiento y restitución de tierras, el derecho a la consulta y consentimiento sobre los hechos y acciones que los afectan. Esto no es un mero papeleo. Existen situaciones que para las leyes argentinas son delitos contra la persona y algunos los reivindican como usos y costumbres, aunque ellos avasallen derechos de la infancia.

Treinta de ellos fueron recibidos por Cristina Fernández. Parece que no hubo amor a primera vista. Las esperanzas de respuestas concretas a sus pedidos fueron vanas y entendieron que habían sobre valorado la buena disposición de la presidente. "Propuso una agenda de trabajo para la primera quincena de junio. Dijo que está de acuerdo en muchos puntos, y en otros para nada. Suponemos que no comparte nuestro rechazo a la minería, las petroleras y empresas que saquean y contaminan nuestros territorios, no lo dijo pero lo dio a entender", manifestó Jorge Nahuel, de la Confederación Mapuche. Muchos opinaron que la veían más cerca de las mineras que de ellos.

Los indios llegaron a la plaza. Allí le preguntaron a un pelilargo con vincha:

Qué reclaman ?-

Todo. Todo es nuestro y además nos deben plata - contestó.

Casi como un malón.