domingo, 2 de mayo de 2010

VAN POR LA UNASUR


LA CUMBRE SUDAMERICANA MARCADA POR LA GUERRILLA PARAGUAYA Y EL ESCÁNDALO DE LAS COIMAS CON VENEZUELA

Con Colombia y Perú ausentes, los Kirchner van por el control de la UNASUR


Por Guillermo Cherashny

La UNASUR quedó debilitada al máximo por el anuncio de que sus dos miembros más antichavistas -los presidentes de Colombia y Perú- estarán ausentes. La tensión existente se completa por el disgusto casi público del presidente uruguayo José Mujica por la candidatura a Secretario General de Néstor Kirchner. En el caso de Alan García, viene de protagonizar ásperos contrapuntos con Hugo Chávez en varias cumbres sudamericanas. Álvaro Uribe, por su parte, estaría disconforme, porque la UNASUR sigue sin tratar el despliegue continental de las FARC. El año pasado, el colombiano llevó a la cumbre del organismo que se realizó en Bariloche un informe alarmante sobre la expansión de las FARC en varios países de Sudamérica y no tuvo demasiado eco, porque Venezuela y Ecuador se dedicaron más bien a criticar el acuerdo de Uribe con el Pentágono para que unidades militares de EEUU puedan usar instalaciones colombianas. Pero el tiempo le dio la razón a Uribe, porque el EPP (Ejército Popular de Paraguay) ya se convirtió en la cuarta guerrilla de Latinoamérica después de las FARC, Sendero Luminoso y el ELN. El crecimiento del EPP -considerado por los expertos como una filial de las FARC- ya obligó al presidente Fernando Lugo a declarar el estado de sitio en cinco departamentos del norte del país. En muchos casos, para escapar a la persecución militar, el EPP se escondería en territorio brasileño, lo que puede conducir a la internacionalización del conflicto.

La agenda bolivariana

El público apoyo de Chávez a las FARC como “luchadores por la liberación” contribuye a la creciente ruptura del bloque sudamericano. En este contexto crítico es que Néstor Kirchner se prepara para ser designado como Secretario General del organismo. Con un consenso aparentemente bastante menor al que esperaba. Es que, además de los temas estratégicos, el destape de la enorme red de corrupción en los negocios entre Argentina y Venezuela no parece ser el mejor clima para la operación de los Kirchner.

La investigación que por ahora lleva adelante sólo el juez federal Julián Ercolini se inició a partir de la denuncia del ex embajador de Argentina en Caracas, Eduardo Sadous. Pero ahora el temor en ambos países es que, sobre la base del anterior proceso realizado en el caso de la valija de Antonini Wilson, se abra en Miami una investigación sobre las coimas, ya que la empresa que triangularía las mismas, Palmat, tiene su sede en esa ciudad. La intervención de la Justicia de la Florida, de producirse, podría darle un giro más rápido y más crítico al tema. Tampoco se discutiría en la cumbre de Cardales la promesa reservada que habría hecho Argentina de reconocer al nuevo gobierno de Honduras, encabezado por el Presidente Porfirio Lobo, a cambio de la audiencia que Barack Obama le dio a CFK junto con promesas de una supuesta visita al país.

La puesta en marcha de la UNASUR se da así en un contexto de creciente polarización entre los gobiernos aliados de Chávez y los que privilegian el entendimiento estratégico con los EEUU. Kirchner, si logra superar las últimas barreras y alcanzar la Secretaría General, debería entonces hacer uso de talentos diplomáticos que no se le conocen.

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