ENFERMOS KONTRA LA CORTE

CONCEDIERON EL RECURSO EXTRAORDINARIO CONTRA LA SUSPENSIÓN JUDICIAL DE LA LEY DE MEDIOS

Los Kirchner avanzan contra la Corte: Lorenzetti y Fayt en la mira


Por Carlos Tórtora

El viernes pasado empezó a correr el reloj en uno de los temas donde el gobierno juega su suerte política: la guerra con Clarín. La Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza concedió el recurso extraordinario presentado por el Estado Nacional contra el fallo de ese tribunal confirmando la medida cautelar de primera instancia que suspendió la aplicación de la Ley de Medios Audiovisuales. El recurso fue concedido con carácter excepcional y teniendo en cuenta la gravedad institucional del tema, porque la Corte Suprema tiene una antigua jurisprudencia acerca de que lo resuelto sobre medidas cautelares no autoriza el otorgamiento del recurso extraordinario.

La medida cuestionada suspendió la aplicación de la ley por la probable existencia de vicios en el procedimiento de su sanción y la afectación del derecho de las minorías, lo que niegan los abogados del Estado. Técnicamente, ni bien el expediente ingrese a la Corte en los próximos días, el tribunal puede abocarse al mismo y resolver.

Abran fuego

La dura reacción de Ricardo Lorenzetti contra el kirchnerismo en el reportaje de la semana pasada en Noticias habría sido, de algún modo, una reacción para prevenir la ofensiva oficial que está por empezar. En Olivos saben que Lorenzetti no firmará un fallo que habilite al gobierno a avanzar contra Clarín. En un alarde de imaginación, el staff de operadores judiciales K, donde se destacan el auditor Javier Fernández y el Procurador del Tesoro Joaquín Da Rocha, estaría elucubrando varias jugadas. Una sería reclamarle a la Corte que tanto Lorenzetti como Carlos Fayt, que vienen cruzando espadas con el gobierno, se excusen de intervenir en este recurso extraordinario por su “enemistad” con la Casa Rosada y sus buenas relaciones con Clarín. Si ambos ministros de la Corte se apartan de la causa -lo que no es probable- el gobierno se movería con más comodidad, tratando de obtener el voto mayoritario a través de Elena Highton, Juan Carlos Maqueda y Enrique Petracchi y con dudas acerca de lo que harán Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay.

A la plaza

Para el caso de que el recuento de votos siga poniéndose difícil para ellos, los Kirchner apelarían a su receta clásica: denunciar un golpe de Estado institucional, en este caso organizado por la Corte, Julio Cobos, los bloques de la oposición y obviamente Clarín, para impedir que CFK termine su mandato. El primer paso ya lo dio Hebe de Bonafini, que después de concretar su tribunal revolucionario contra los periodistas no gratos al régimen, anunció que ahora sentará a los jueces en el banquillo de las plazas.

Con menos ruido, por cierto, expertos de la SIDE estarían actualizando los dossiers de varios miembros de la Corte, para difundir como sospechosas algunas de sus propiedades. Este vale todo tiene un doble objetivo: presionar para que el fallo sea contrario a Clarín y prepararse por si ocurre lo contrario. Es decir, si la Corte decide cerrarle al camino judicial al gobierno, el justificativo oficial sería “no nos dejan gobernar porque dejamos al descubierto el complot”.