sábado, 5 de marzo de 2011

LA UIA


EL FRACASO DE LA SEDUCCIÓN DE CFK A BLAQUIER PARA DIVIDIR LA UIA

Por Guillermo Cherashny

Es un secreto a voces entre los dirigentes empresariales que Carlos Pedro Blaquier, a sus casi 85 años, tiene adoración por la figura y la forma de hablar de la presidente. Hasta Cristina Khallouf, la esposa del presidente de ingenio Ledesma, conocida como “la turca”, es decir, su segunda mujer después de Nélida Arrieta, suele comentar a quien la quiere oír: “Carlos Pedro está enloquecido con Cristina”. Así es que aquél, impulsado probablemente por esa debilidad, motorizó a Javier Madanes Quintanilla (ALUAR) y Cristiano Ratazzi (FIAT) y también habría convencido al ex presidente de la entidad, Héctor Méndez, para reclamar elecciones abiertas en la UIA a fines de elegir la conducción que tendrá mandato hasta el 2013, lo que no ocurría hace bastantes años. La central empresaria viene apelando al consenso para que se turnen en la conducción las listas Celeste y Blanca -Arcor, Techint- e Industriales, donde sobresale José Ignacio de Mendiguren.

El fracaso de la operación

Finalmente, la confrontación interna impulsada por la Casa Rosada no prosperó y, por consenso, las dos listas eligieron a De Mendiguren, con Luis Betnaza de Techint como vice primero. El caso es que Blaquier también pertenece a la lista Industriales, y en los últimos dos años habría sufrido la indiferencia de CFK hacia sus piropos. Finalmente, la presidente habría decidido utilizar a su admirador, sugiriéndole que fuera el promotor de una interna a cara de perro que podría haber provocado una crisis en la UIA. El veterano empresario es dueño, entre muchas otras cosas, de la bodega más grande del país. En su imponente casa “La Torcaza” atesora cajones del prestigioso vino español Vega Sicilia y en el verano se traslada a Punta del Este con una imponente flota de seis cruceros. El caso es que Blaquier salió embalado por quedar bien parado con su amor platónico y convenció a Madanes Quintanilla, Ratazzi y Méndez para que rompan el acuerdo de gobernabilidad que la entidad empresarial tiene hace muchos años. Frustrada la operación, el triunfo de De Mendiguren significa una aproximación a Eduardo Duhalde. Ambos están, por otra parte, impactados por el modelo brasileño.

La seducción de Cristina no alcanzó entonces para que la UIA terminara girando en la órbita de Olivos.

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