domingo, 6 de marzo de 2011

MERO CAMBIO DE NOMBRE


UN CAMBIO DE NOMBRES NO RESUELVE NADA

A ocho días de haberse anunciado la sustitución de un ente por otro, es prematuro opinar sobre el funcionamiento de la flamante Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno, no obstante se pueden efectuar conjeturas sobre los móviles que llevaron al PE a impulsar su creación

Por Aldo Norberto Bonaveri

El Gobierno Nacional apelando a una modalidad que le es afín, el factor sorpresa, el 24 de febrero , Decreto De Necesidad y Urgente mediante, disolvió la ONCCA y, simultáneamente creo en su reemplazo la Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno “UCESCI”, un ente interdisciplinario que preside el ministro Amado Boudou, oficiando de vicepresidentes los ministros de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez; y de Industria, Débora Giorgi; siendo designados como vocales los secretarios de Estado, de Comercio Interior, Guillermo Moreno; Agricultura, Lorenzo Basso; Industria, Eduardo Bianchi; y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.

Entre los objetivos que se establecen en la creación de la flamante unidad reza: "otorgar y pagar los subsidios que correspondan, planificar, coordinar y efectuar el seguimiento y evaluación de las actividades técnicas y administrativas a cargo de las áreas involucradas, necesarias a los fines indicados en el párrafo que antecede".

La ONCCA, sin lugar a duda el órgano oficial más cuestionado por corrupción, había sido creada en 1996 como un organismo descentralizado de la entonces Secretaría de Agricultura, Pesca y Alimentación, cuando el titular era Felipe Solá, con el propósito de fiscalizar la comercialización en el sector agropecuario; posteriormente durante la gestión de Néstor Kirchner se modificó la razón de ser del organismo, transformándose en los hechos en el aparato de otorgar discriminadamente los subsidios para el sector agroalimentario y, manipular arbitrariamente el comercio exterior, mediante el otorgamiento o denegación de los permisos de exportación, denominados ROE, verdes para los granos, rojos para las carnes y blancos los correspondiente a lácteos.

El presupuesto de la ONCCA creció durante la administración de Cristina en forma exponencial, estimándose que para el presente año la disponibilidad estaba justipreciada en $ 3.200.000.000, monto que pasará ahora a manejar el ente que comanda Amado Boudou. Si bien el ministro de Economía al hacerse cargo aseveró: "Esto es un cambio no sólo de nombres sino un cambio conceptual, de paradigma en la acción del Estado", existen serios interrogantes que realmente resulte así. Al respecto resulta oportuno repasar los tres ejes, que el propio funcionario explicitó tendrá en cuenta la nueva unidad para funcionar:

1. "Asegurar el abastecimiento interno y la cuestión alimentaria en la República Argentina". Lo que en definitiva es lo que tanto la presidenta, como Guillermo Moreno proclamaron a los 4 vientos.

2. "Un aumento de la oferta agropecuaria" Frase que nadie puede estar en desacuerdo, pero que no se efectivizará con mayor intervención, tal como quedó evidenciado con la carne y el trigo, los dos productos donde más inmiscuyó el Gobierno, con resultados a la vista

3. "Un desarrollo balanceado del sector agropecuario”. Un enunciado muy genérico, que suena más a una expresión de deseos, cuya interpretación se presta a diferentes razonamientos.

Como es de público conocimiento, las denuncias que investiga la justicia son múltiples afectando a varios funcionarios de la ex ONCCA, pero en especial comprometen a quien fuera su máximo referente, Ricardo Echegaray (sobre el pesan 3 causas), actualmente titular de la AFIP y, que también alcanza a quien le sucedió en el cargo, Emilio Eyras, quien posteriormente fuera reemplazado por Juan Manuel Campillo, el que la condujo hasta la semana pasada. Las acusaciones han generado un verdadero escándalo y están vinculadas principalmente a irregularidades en el otorgamiento de subsidios. Sobre el particular me referí oportunamente en dos oportunidades en este medio: LA IMPUTACION DE ECHEGARAY CAUSA PREOCUPACIÓN EN BALCARCE 50 Y OLIVOS y LAS CAUSAS JUDICIALES DE ECHEGARAY DESVELAN A LOS KIRCHNER

La determinación perpetrada por los DNU 192 y 193/2011, desconcertó a propios y extraños; cualquier ciudadano medianamente al tanto del quehacer nacional sabe que la ONCCA estaba en la mira de una oposición, que no fue capaz en ponerse de acuerdo si la solución pasaba por introducirle modificaciones substanciales o, directamente reemplazarla por otro organismo con características diferentes; resultando la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados el escenario de discusiones improductivas, que a la postre conspiraron para que el despacho dividido se tratará en el recinto durante el 2010. La falta de entendimiento, que paradójicamente protagonizaron legisladores representantes del ruralismo, terminó siendo funcional al Gobierno, el que ahora con la jugada de marras, intenta dejar a la oposición sin una de las banderas que seguramente se agitaría con fuerza en el año electoral.

A ocho días de haberse anunciado la sustitución de un ente por otro, es prematuro opinar sobre el funcionamiento de la flamante Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno, no obstante se pueden efectuar conjeturas sobre los móviles que llevaron al PE a impulsar su creación. Con el cambio no desaparecen las causas judiciales, pero al no estar en vigencia la cuestionada repartición que las produjo la repercusión no es la misma. Por otra parte, la apuesta oficialista tiende a enviar un mensaje subliminal al grueso de la opinión pública, que desconoce los entretelones Además no es difícil deducir, que para los agropecuarios el sólo motivo de disolver la ONCCA ya les produce un alivio, independientemente que no se entusiasmen con lo que viene.

Aún cuando debe admitirse que prejuzgar no es lo correspondiente, la mayoría de los productores tienen razones suficientemente valederas como para recelar, máxime cuando el nuevo organismo está integrado por los dos funcionarios que más daños le causado al sector con sus acciones u omisiones, Guillermo Moreno y Ricardo Echegaray, ellos simbolizan el uno los aprietes constantes y el otro la corruptela. En otro orden de cosas, no existen indicios de que puedan resolverse los problemas emanados por la intervención, habida cuenta que el decreto que crea el nuevo organismo, no excluye ninguna de las medidas de interposición.

La repercusión entre las entidades y su dirigencia no es la misma, en ese sentido las diferencias que vienen ocurriendo en la Comisión de Enlace en este tema también se manifiestan. La Federación Agraria no dudó en expresar su beneplácito por la decisión tomada por la presidenta, de disolver la ONCCA. En tal sentido Eduardo Buzzi, considera que el paso dado debe ser temporario, puesto que la solución sobre el comercio de la producción debe estar regido por la Agencia Federal de Estimulo y Promoción Agropecuaria “AFEPA”, organismo contemplado en un proyecto de ley a tal fin presentado por el diputado Pablo Orsolini, cuyo espíritu es recrear las funciones de las ex Juntas Nacional de Granos y Carne. Para los popes de Confederaciones Rurales Argentinas y la Sociedad Rural no existen razones para ser optimistas, por el contrario coinciden en el escepticismo, entendiendo que se trata solamente de un cambio de formas.

Lo que no puede negarse es que los cambios se producen dentro del modus operandi tradicional del kirchnerismo, en una muestra más de renegar de la institucionalidad acuden a Decretos de Necesidad y Urgencia, máxime cuando el Congreso estaba 5 días de iniciar sus sesiones ordinarias y habiendo despachos para tratar el destino de la ONCCA, a la paradójicamente defendieron su continuidad los legisladores del FpV en los debates de comisión.

Un cambio de nombres no resuelve nada, sobre todo cuando el ente suplantado trajo aparejados inconvenientes tan notorios y vicios manifiestos. Con el formato impuesto desde el 2007, (lo que sucedió tras el alejamiento del probo Marcelo Rossi de la titularidad, consecuencia de presiones de Guillermo Moreno) la transparencia brillo por su ausencia, los mercados de trigo, maíz y carne, más en algún momento el de la leche quedaron totalmente desnaturalizados, la sinrazón fue una constante a la hora de conceder los ROE, con el agravante, que no fueron precisamente los consumidores quienes se beneficiaron con la implementación de dicha política.

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