lunes, 7 de marzo de 2011

OJO LOS PORCENTAJES


SI CFK ALCANZA AL 40%, LA ÚNICA SALIDA PARA LA OPOSICIÓN SERÍA QUE EL SEGUNDO LLEGUE AL 30%

El triunfalismo K potenciaría al ACyS

Por el Dr. Carlos Tórtora

Las sobreactuaciones suelen volverse en contra. El gobierno recuperó en las últimas semanas la confianza en sí mismo, que había perdido en diciembre con la crisis de las ocupaciones. La campaña oficial saturando a la opinión pública con encuestas y afirmaciones acerca de que CFK superará el 40% en octubre y ganará entonces en primera vuelta pasó a ser otra vez un tema central de la agenda política. El problema para el gobierno es que su actual exhibición de poder incentiva una conclusión que no lo favorece. Si efectivamente Cristina puede alcanzar el 40%, el único modo de evitar el ballotage y la consiguiente eternización del kirchnerismo es que el segundo supere el 30%. Así, la diferencia sería de menos de 10 puntos y la segunda vuelta sería entonces obligatoria. Como están hoy las cosas, la única fuerza política en condiciones de alcanzar ese porcentual es el Acuerdo Cívico y Social. Si se afianza entonces en los próximos meses el temor del antikirchnerismo al triunfo de Cristina en primera vuelta, el único remedio lógico sería un vuelco masivo hacia el tren de partidos que intenta liderar la UCR. Es decir, cambiar la lógica tradicional consistente en que en primera vuelta se vota por las preferencias y en la segunda se aplica el voto útil. En este caso, el voto útil se movilizaría en la primera vuelta.

La posibilidad de que, por distintos motivos, Mauricio Macri esté pensando seriamente en declinar su candidatura presidencial y buscar su reelección, opera en el mismo sentido. El paso al costado de Macri permitiría que una masa importante de votos centristas se vuelque al ACyS y lo arrime al 30%. La aparición de una nueva candidatura de centro derecha, por ejemplo, Eduardo Duhalde o Alberto Rodríguez Saá, por el contrario, dividiría nuevamente el voto opositor y le facilitaría al gobierno su intento de ganar en primera vuelta. En otras palabras, la elección tripolar (kirchnerismo, ACyS y PRO-Peronismo) es funcional a que CFK se acerque al triunfo en primera vuelta. Sólo la elección bipolar pone al gobierno ante el grave riesgo del ballotage. Si por el contrario, el gobierno actuara al revés, reconociendo que le será muy difícil evitar el ballotage, lograría tal vez un mejor resultado, porque se multiplicarían las candidaturas opositoras y esta división lo fortalecería. Pero la idea central de la campaña de Cristina es “ya ganamos” y entonces se expone a la reacción señalada. Tal vez obsesionado por el control mediático de la población, el kirchnerismo quiere que todos se convenzan de algo que probablemente está lejos de ser real.

Aparecen los árbitros

Con su independencia de todos los candidatos presidenciales, Francisco de Narváez parece prepararse en los últimos meses para ser el que incline la balanza de las elecciones de octubre. Como candidato a gobernador una vez ganada su primaria, De Narváez podría acordar a último momento con Macri -si fuera candidato- el ganador de la primaria del ACyS y hasta con la presidente. Un Daniel Scioli debilitado por la erosión de las colectoras y el desprecio de la elite K ayudaría a que el empresario tenga mayor espacio para jugar como árbitro.

El otro que, aunque con escaso peso en las encuestas, empieza a soñar con arbitrar es Felipe Solá. Su idea de hacer su propia primaria le permitiría, antes de que empiece la campaña para la elección general, negociar con cualquiera de los presidenciables que pueden ganar.

Si cunde esta perspectiva de celebrar primarias por cuenta propia para terminar siendo después colectora de alguno de las fórmulas presidenciales mayores, es posible que pronto haya nuevos Solá que anuncien que serán candidatos independientes. El mensaje para CFK y los radicales será claro: “a último momento, mis votos pueden inclinar la balanza”.

No hay comentarios: