domingo, 10 de julio de 2011

SEPA EL PUEBLO VOTAR !!!


ELECCIONES 2011
Ya se vota en la Ciudad por Macri o Cristina, Scioli, Urtubey, Del Sel, De la Sota...

Las elecciones porteñas no son solo las elecciones porteñas. En un escenario político más aburrido que el fútbol de la selección argentina, se intentan múltiples elucubraciones sobre el resultado.

Cerca de 2,5 millones de electores votan las próximas autoridades porteñas, aunque la definición seguramente requerirá de una 2da. vuelta, el 31/07, entre Mauricio Macri y Daniel Filmus: ninguno de los candidatos alcanzaría hoy (10/07) el 50% + 1 de los votos necesarios.

En los comicios compiten 15 fórmulas por el Ejecutivo de la Ciudad, pero también se renovará la mitad de las 60 bancas de la Legislatura y se elegirá por 1ra. vez representantes para las 15 comunas.

La elección posiblemente pueda reordenar algunas piezas del tablero político para los comicios generales de octubre, aunque ninguno de los candidatos presidenciales de la oposición tiene postulantes fuertes como para festejar en la Ciudad Autónoma.

La proyección considera que Mauricio Macri tendría mayores chances de ingresar en 1er. lugar al balotaje, aunque la apuesta de su rival, Daniel Filmus, es que sea con menor caudal de votos que en 2007, cuando superó los 45 puntos, en fórmula con Gabriela Michetti.

En la versión 2011, el 3ro. en discordia es el titular de Proyecto Sur, Fernando Solanas, quien 4 años atrás no figuró, pero tuvo una buena elección en las legislativas de 2009 y le disputa al kirchnerismo el voto progresista.

El acto electoral ocurre 24 horas después de la más importante fecha patria, que se celebró en San Miguel de Tucumán, con poco fervor patrio, pero sobrado calor electoral del Frente para la Victoria: fue un acto partidario.

Las miles de personas llevadas hasta el Hipódromo de Tucumán dieron el marco ideal para que la presidente, Cristina Fernández de Kirchner, recordara a su esposo, Néstor Kirchner, y ratificara su compromiso con los jóvenes, en un festejo menemista que Cristina utilizó con notable falta de respeto a la historia argentina pero no fue ella pionera en la maniobra porque viene de arrastre. Dato: Juan Manuel Urtubey, que la va de desafiante de Cristina, estuvo presente en el acto partidario. ¿Habrá ido a pedirle gas?

Aqui el relato de Carlos Abrehu, en La Gaceta, de San Miguel de Tucumán:

"Nació por una decisión política. Carlos Menem necesitaba ganar las elecciones de 1991 en Tucumán, y con el interventor federal Julio César Araóz diseñaron un plan dirigido a impedir el triunfo del entonces general Antonio Domingo Bussi (hoy degradado por el Ministerio de Defensa, al haber sido declarado culpable del asesinato del ex senador peronista Guillermo Vargas Aignasse).

En ese contexto, ensambló la declaración de San Miguel de Tucumán como capital de la República, cada aniversario del 9 de julio. Fue una sentida reivindicación del papel histórico que cumplió Tucumán en ese decisivo año 1816. Ese reconocimiento tardío trascendió el tiempo de Menem y ganó identidad propia, aunque los avatares de la política tendieron a oscurecerla en otros momentos.

En 1991, Menem estrenaba la convertibilidad para frenar la inflación que se desbocaba y requería del apoyo de figuras nuevas que se adaptaran a su propuesta y le cambiaran la cara al PJ.

(...)

Veinte años después, el acto del 9 de julio se tiñó de una potente tonalidad política. Más intensa, quizas, que la de 1991. Cristina Fernández movió a todo su gabinete hasta esta ciudad y congregó a algunos de los gobernadores K. Aun los que tienen aspiraciones presidenciales para 2015, como el salteño Juan Manuel Urtubey y el sanjuanino José Luis Gioja, no desairaron a la jefa de Estado. Es la admisión de que sus destinos están ligados a la fortuna de la experiencia cristinista.

El peronismo cordobés que alardea de mayor autonomía no se hizo presente. José Manuel de la Sota construye desde un lugar distinto, también con la mirada puesta en el relevo presidencial en 2015. Desafía, pero no rompe con la Casa Rosada. Es un delicado ejercicio de acrobacia, que será sometido al monitoreo del electorado cordobés el 7 de agosto. Ese distrito es hostil a la Casa Rosada.

Terreno controlado

El anfitrión no ahorró esfuerzo ni plata para mantener controlado el territorio. José Alperovich evitó que los autoconvocados de la salud perturbaran la visita presidencial. El costo político de los medios empleados para esterilizar la protesta de aquellos se apreciará después. El descontento se limitó a un reducido perímetro céntrico. La nación política no captó la existencia de las carpas del descontento en la plaza Independencia, debido a que la televisión pública sólo mostró lo políticamente deseable.

Con ese objetivo conseguido, el aparato alperovichista funcionó para extraer la mayor rentabilidad de la concentración. Había que rodear de un clima amistoso a la oradora central.

El foco de la atención se centró consecuentemente en Alperovich y Cristina Fernández. Hebe de Bonafini no apareció en el palco tucumano y se eliminó un factor de perturbación en la órbita oficialista. (...)".


1. Ahora, a los comicios porteños. Que no arrojarán hoy triunfo presidencial alguno. Aunque es evidente que la campaña de Ricardo Alfonsín no está a la altura de Raúl Alfonsín. En algunos provoca mucho pesimismo por el techo que se le adjudica al ex gobernador ex senador ex Presidente.

Joaquín Morales Solá escribió en el diario La Nación, de Ciudad de Buenos Aires:

"Cuando hoy caiga la noche, ningún candidato a presidente podrá celebrar una victoria en la capital política del país, apenas 100 días antes de las elecciones presidenciales. Cristina Kirchner podrá decir, según las encuestas previas, que su candidato, Daniel Filmus, hizo una buena elección, aunque no habrá ganado la contienda.

Ni Ricardo Alfonsín ni Eduardo Duhalde ni Elisa Carrió ni Hermes Binner estarán en condiciones de acompañar un triunfo. Nada. La política opositora es tan errática como es arbitraria la del oficialismo.

Los opositores no se recuperaron nunca del exceso de fragmentación; el Gobierno, por su lado, confunde un momento político excepcional con el derecho perpetuo a mandar sin concesiones.

Varias encuestadoras serias no saben en estos días quién está segundo entre los candidatos presidenciales . Los números fluctúan permanentemente entre Duhalde y Alfonsín.

Podría decirse que están empatados. Ambos, no obstante, peregrinan muy lejos de la Presidenta, que estaría ganando en primera vuelta. Las encuestas que favorecen a la jefa del Gobierno parecen marcar esos momentos únicos en la política, en los que sólo se puede recibir sin dar.

En tales tiempos, forzosamente perecederos, el gobierno de Cristina Kirchner pudo darse el lujo de postergar la entrega de las declaraciones juradas de los funcionarios a la Oficina Anticorrupción hasta después de las internas obligatorias del 14 de agosto.

Hay tanta sensación de impunidad electoral en los que gobiernan como complicidad en ese organismo de la administración. Nada penetra, por ahora, en la envoltura de amianto que cubre a la Presidenta. Tampoco pudieron contra esa protección política ni la ya larga escasez de combustibles ni el método claramente estalinista que usó para dirimir las listas de candidatos. Son pequeñas fogatas que nadie sabe cuándo se convertirán en un fuego más devastador. (...)".


2. La seguridad/inseguridad es un tema en la Ciudad donde Juan Carlos Blumberg realizó en su momento históricas movilizaciones. O sea que no es un tema nuevo pero lo novedoso fue que el Frente para la Victoria le prestara atención al tema. Fue su forma de colaborar con su candidato Daniel Filmus, después de haberlo destrozado con otras decisiones.

Así lo explicó Eduardo van der Kooy en el diario Clarín, de Ciudad de Buenos Aires:

"(...) Garré fue la ministra nacional que más dio la cara en la complicada campaña de Daniel Filmus para intentar arrebatarle a Mauricio Macri el gobierno de la Ciudad. El auxilio por la inseguridad llegó tarde y con un penetrable tufillo electoral. Resulta extravagante andar por los barrios del sur porteño y observar cómo los gendarmes y los prefectos se cruzan con la Federal y la Metropolitana. No existe plan ni colaboración de las partes –que Macri reclamó– para un conflicto estratégico, donde el valor en juego es la vida o la muerte.

Sólo hay improvisación y mezquindad.

El jefe porteño debería estar agradecido, en algún punto, al gobierno de Cristina.
Desde el poder K crearon las condiciones adversas que debió soportar Filmus . El caso de Sergio Schoklender y las Madres de Hebe de Bonafini. El escándalo en el INADI. La represión a los docentes de Santa Cruz en las puertas del Ministerio de Trabajo. El compañero de fórmula del senador es Carlos Tomada.

En ninguno de esos descalabros podría cargarse culpas al candidato K. Pero, quizá, las cosas sucedieron así porque él mismo aceptó sin chistar reglas estrictas de juego que estableció la Presidenta. Desde aquella unción como candidato, propia de una monarca, hasta el sesgo de la campaña. En toda esa campaña Cristina brilló por su ausencia.
Filmus habría sido víctima de su propia debilidad.

Macri casi no tuvo que rendir cuentas por los errores e incumplimientos de estos cuatro años. Tampoco pagó un precio excesivo, al parecer, por su serpenteo político. Lanzó sin demasiada convicción su proyecto presidencial que declinó apenas advirtió que, para esa lucha, las encuestas no le sonreían. Todos los trabajos de opinión pública, aunque con distintas diferencias, le conceden para la elección de hoy en Capital una clara ventaja sobre el segundo.

Ese segundo es Filmus, aunque la discusión no está cerrada.

Pino Solanas aparece distanciado, pero ningún pronóstico definitivo puede darse hasta que no se abran las urnas. El cambio de la competencia presidencial por la jefatura porteña no le habría dado al diputado de Proyecto Sur la inyección esperada. Los restantes postulantes cabalgarían más lejos.

La discusión que resta ahora se vincula con el casi seguro balotaje. La incógnita radica en saber qué diferencia obtendría Macri sobre el segundo. Los especialistas señalan que una distancia de 10 puntos o más sería ilevantable para Filmus. Otro cantar podría ocurrir si en el segundo escalón irrumpiera Solanas. (...").


3. Ciudad de Buenos Aires será la 2da. de las derrotas recientes del Frente para la Victoria, pero no la última. La gran pregunta es si hay un 'efecto cascada' posible, o eso es pura ilusión opositora.

Eugenio Paillet escribió en La Nueva Provincia, de Bahía Blanca:

"(...) La impresión que la fuente intenta transmitir es que el gobierno no está para nada preocupado por lo que pueda pasar hoy con el resultado de la elección en el distrito porteño, donde todo indica que ganará Mauricio Macri y que Daniel Filmus saldrá segundo, mientras Pino Solanas quedaría muy lejos, en el tercer lugar.

Al menos eso han asegurado al unísono todas las encuestas, oficiales o independientes, que se conocieron hasta el viernes. La apuesta es a que el senador kirchnerista pueda dar vuelta la historia en el balotaje del 31 de julio, tal vez con el apoyo de las otras fuerzas de centroizquierda que quedasen en el camino, incluyendo a Proyecto Sur, el partido del cineasta.

Pero lo contrario, que sería una ratificación de la victoria del actual jefe de gobierno, lo cual repetiría con matices el resultado de la elección de 2007, tampoco es tomado como un drama.

A fin de cuentas, alguna vez se ha dicho, aunque con sordina, en despachos oficiales, que la reelección del líder de PRO sería funcional a los deseos de Cristina Fernández de mantener a su peor enemigo a cien pasos de la Casa Rosada, de modo de achacarle todas las culpas por los males estructurales que padece y padecerá el distrito, como el caótico sistema de tránsito, la inseguridad ingobernable y, en síntesis, el malhumor social de los porteños, que, de ese modo, jamás se volvería contra ella. Conjeturar por todo ello que a la presidenta no le incomoda una caída de Filmus queda a un paso.

Lo mismo ocurre con los escenarios de derrota que se avizoran en las elecciones de Santa Fe y Córdoba. La Presidenta y el gobierno central en su conjunto han dado muestras de desinterés en el primer caso, a punto tal que Cristina ni siquiera se preocupó por que Alejandro Rossi, un batallador incansable del kirchnerismo en el Congreso y hermano del candidato del Frente Para la Victoria a la gobernación, conserve su banca más allá del 10 de diciembre.

En la provincia mediterránea, la mandataria asimiló sin dramatizar la ruptura con José Manuel de la Sota y dejó sin candidatos propios a las violetas para las elecciones del 7 de agosto, donde el ex gobernador batallará con Luis Juez como principal contrincante.

"Ninguno de esos resultados, de ser adversos, porque los partidos todavía hay que jugarlos, compromete el triunfo nacional de Cristina en octubre; no van de la mano una cosa con la otra", dicen en aquel despacho. No por nada, sostienen, el propio Macri ha reconocido que más de uno de sus fieles en la pelea porteña votará después por Cristina, cuando llegue el turno de las presidenciales.

La impresión de que no habrá "efecto cascada", como se piensa por la sucesión de traspiés electorales como los apuntados, es la que impera en Olivos y la Casa Rosada. La prueba salta a las manos de todos ellos: las encuestas sobre imagen que se conocen, aun en la díscola Córdoba, muestran a la presidenta con índices que bordean el 40/45 por ciento de aprobación del electorado en esos mismos escenarios en los cuales, muy probablemente, sus candidatos serán derrotados. (...)".


4. El 'efecto cascada' sí o no, tiene varios análisis y muchas interpretaciones.

Aqui la de Arnaldo Paganetti, en el diario Río Negro, de General Roca, Río Negro:

"La campaña porteña fue bastante apagada. Mauricio Macri ha hecho una base considerable para tratar de ser reelegido, luego de desistir (aconsejado por su padre Franco y el ecuatoriano Jaime Durán Barba) de luchar por el sillón de Rivadavia e incluso esquivar un apoyo contundente a cualquier candidato presidencial del arco no kirchnerista, para no espantar a simpatizantes del oficialismo.

El historial lo ayuda. Ya le ganó a Daniel Filmus (de nuevo postulante K) en el 2007 y para la jornada de hoy todas las encuestas auguran que saldrá airoso, aunque también que deberá sortear una instancia más riesgosa el 31 de julio. Según Poliarquía, una nueva derrota de las huestes de Cristina Fernández en la capital federal resultará dolorosa, pero a juzgar por los antecedentes tendrá un efecto relativo ya que le asigna al actual senador un resultado más favorable que durante el apogeo de Néstor Kirchner.

"Si esta noche Macri termina aventajando a Filmus por más de 10 puntos, será casi quimérico revertir la tendencia. Pero, si el porcentaje es menor a 8, y teniendo en cuenta la buena imagen de la Presidenta y al hecho de que los partidos no contienen a sus votantes, habrá alguna chance para el 31 de julio", aventuró un "cristino" que no deja de subrayar lo complejo que será gobernar la Argentina durante los próximos cuatro años.

Los presidenciales (Ricardo Alfonsín, Elisa Carrió y Eduardo Duhalde), cuyos representantes tienen escasas posibilidades de éxito en la ciudad de Buenos Aires (Silvana Giúdice, María Eugenia Estenssoro y Jorge Todesca, respectivamente), se entusiasman con que Macri inaugure un ciclo de caídas kirchneristas, al que deberían contribuir luego el socialista Antonio Bonfatti en Santa Fe y Luis Juez, del Partido Nuevo, en Córdoba.

Para adquirir relevancia en el derrotero hacia el 23 de octubre (Hermes Binner y Alberto Rodríguez Saá integran el lote de Alfonsín, Carrió y Duhalde), los opositores bregarán por el segundo lugar en los comicios obligatorios del 14 de agosto, con el fin de acaparar el voto útil anti kirchnerista poco de dos meses después. (...)".


5. Campaña apagada en la Ciudad. Campaña apagada en Santa Fe. Campaña apagada en la Nación... La ausencia de liderazgos es el gran arma secreta de Cristina.

Así lo relató, con eje en el proselitismo vigente en el Litoral, Mauricio Maronna en La Capital, de Rosario, Santa Fe (quien advierte que, hasta la fecha, Miguel Del Sel no está 2do. sino 3ro. en esa provincia):

"A quince días de las elecciones provinciales y municipales la única gran sorpresa es la ausencia de expectativa popular en medio de una campaña que no logra remontar el impulso de las primarias.

Antonio Bonfatti, Agustín Rossi y Miguel Del Sel intentan con diversa suerte colarse entre los deseos imaginarios de la sociedad santafesina que, hasta el 22 de mayo, asistió a una sobreoferta potenciada por las características del sistema electoral. No se han movido demasiado las estrategias de campaña de unos u otros, pese a que los comicios del 24 de julio constituyen un nuevo proceso, en muchos casos diferente.

El candidato del Frente Progresista parece haber adquirido en las últimas semanas mayor autonomía respecto a la campaña anterior, en la que la presencia mediática y publicitaria de Hermes Binner tenía características omnímodas. Hoy, Bonfatti necesita llevar adelante una táctica de conservación del voto socialista, algo que de por sí tiene garantizado, y sumar buena parte de los sufragios de Mario Barletta.

Sin desembarco K

El gran temor de los socialistas parece haber sido neutralizado: la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no desembarcó aún en Santa Fe en estricto plan de campaña ni ha puesto sobre sus espaldas a los postulantes del vector. No se trata de una entrelínea extraída a los tirones. La jefa del Estado tiene altos índices de imagen positiva en todo el territorio, al punto de convertirse en gran electora. La Casa Rosada envía en plan de campaña a buena parte de sus funcionarios nacionales para levantar las acciones de Rossi pero se cuida de jugar a todo o nada en la provincia.

Para que se rompa el predecible statu quo que no logra sacar de la modorra a la campaña santafesina debería ocurrir algún sobresalto impensado que, hasta ahora, brilla por su ausencia. Curiosamente, la primera estocada no provino del enclave santafesino, llegó desde la Ciudad de Buenos Aires. La televisión pública se ocupó del socialismo a la hora de recordar la contratación directa entre el gobierno provincial y el Grupo Clarín para la confección de la boleta única. Lo paradójico del episodio es que al piso del programa oficialista "6,7,8" no concurrieron dirigentes del peronismo local, sino el diputado provincial Marcelo Brignoni, quien llegó a la Cámara de Diputados de la mano del Frente Progresista.

Las elecciones santafesinas sí estarán también bajo la lupa de los candidatos a presidente y de los medios nacionales. Desde ciertas usinas mediáticas refractarias al gobierno nacional se enseñorean hablando de la posibilidad de que Miguel Del Sel resigne al kirchnerismo al tercer lugar, algo que en las encuestas publicadas hasta el momento con pie de firma no se registra. Sin embargo, un triunfo de Mauricio Macri en los comicios en la ciudad de Buenos Aires podría darle otro contexto a Del Sel. (...").


6. ¿Y en Córdoba qué ocurre? Es otra derrota que espera al Frente para la Victoria, cuya respuesta parece ser que cualquiera tendrá que ir a buscar dinero a la Casa Rosada, y ahí los estarán esperando.

Julio Perotti en La Voz del Interior, de la ciudad de Córdoba:

"Mientras centra su campaña en “no pelear por pelear”, De la Sota no logra cerrar el frente conflictivo con el 
kirchnerismo. Hasta donde se sabe, la presidenta Cristina Fernández mantiene a pies juntillas la decisión de no prestar su nombre al peronismo cordobés para que la lleve como precandidata en las internas primarias abiertas del 14 de agosto.

A punto tal llega la cerrazón que, en su momento, De la Sota y Juan Schiaretti bajaron su alianza Unión por Córdoba para quedarse con el nombre oficial de Partido Justicialista, y no lo consiguieron.

Resulta curioso: el PJ de Córdoba obviamente forma parte de la estructura nacional y, por ende, está sometido a un Consejo Nacional y a un Congreso, pero ninguno de ellos se reunió para validar que Cristina no vaya en su boleta.

¿Qué hubiera pasado, en cambio, si el PJ cordobés se hubiese opuesto a llevarla? Con seguridad, hubiese sido pasible de intervención u otra medida punitiva.

Quienes vieron a la Presidenta en los últimos días la notaron muy interesada en la situación interna del peronismo cordobés. “Está puesta en jefa”, describió uno de sus interlocutores. Y, en esa condición, llamó a los kirchneristas de estas tierras a unificar sus comandos de campaña, hoy divididos en al menos tres franjas.

Además, los instó a trabajar para las primarias de agosto, a las que asignó más importancia, incluso, que a las elecciones presidenciales del 23 de octubre. En efecto, como señalamos antes en esta columna, una baja performance de Cristina la acercaría a los demás candidatos opositores, en particular al radical Ricardo Alfonsín, con lo cual podría aparecer vulnerable. Al contrario, un triunfo amplio quizá convierta a los comicios de octubre en apenas un trámite de primera vuelta.

Frente a la frialdad de la campaña, el temor que reina en la Casa Rosada es que poca gente vaya a votar y eso potencie a los candidatos opositores, aun cuando, en el caso de Córdoba, esta instancia electoral sobrevendrá apenas una semana después de la de gobernador, con el impacto que significa siempre esta instancia local.

¿Por qué, frente a esta necesidad, la inquina contra el tándem De la Sota-Schiaretti? No hay respuesta directa, pero todo se puede inferir a partir de lo que se escuchó a uno de los visitantes de la Presidenta de los últimos días: “Nosotros, desde el peronismo de Córdoba, necesitamos renovar cuadros”. (...)".


7. ¿Y en La Pampa? Esa sí que sería un derrota no prevista por la Casa Rosada. El oficialismo no tiene candidato a gobernador todavía y el actual mandatario, Oscar Mario Jorge, no quiere saber nada de volver a presentarse: sabe que su prestigio cayó y ambiciona un cargo en el Banco Central que le prometió Cristina.

Aqui su negativa reelectoral, a El Diario de La Pampa:

"(...) -Se ha hablado de distintos postulantes para reemplazar a Verna. Entre ellos está usted. ¿Tiene ganas de encarar un nuevo mandato, le gustaría un desafío en ese sentido?

-Yo creo que este tema ya lo he planteado hace un tiempo: mi posición por mis cuestiones particulares, por mi edad, yo ya no estoy en condiciones de postularme nuevamente. Más bien creo que hay que renovar los cuadros y me parece bueno y lógico que se haga efectiva esa renovación como lo viene haciendo incluso la presidenta.

-¿Y si se lo pide el partido, si surge del congreso del 16?

-El partido fue partido desde que nació la provincia. Yo creo que el peronismo tiene los mejores cuadros para elegir a un buen candidato. Que yo piense que no hay otra persona para postularse sería de una soberbia absoluta.

-Hoy hay un claro enfrentamiento entre Plural y Convergencia en cuanto a quién debe encabezar la fórmula: ¿usted qué opina?

-Yo creo que es el congreso el que debe tomar la decisión sobre este tema. Hay un acuerdo entre las líneas mayoritaria y minoritaria, y la ley orgánica dice claramente cuál es la participación de la mayoría y de la minoría. Yo creo que hay un acuerdo que se hizo originalmente entre Marín y Verna y a partir de ahora es algo que el congreso del PJ tiene que analizar con total razonamiento."

De todos modos, no es fácil creer todavía que el Frepam opositor le ganará al peronismo pampeano, según explicó Luis Díaz en Diario Textual, de Santa Rosa, La Pampa:

"(...) Los candidatos justicialistas a intendentes, varios van por la reelección, dicen: "si es del palo (vernista o marinista) mejor" pero, en definitiva, saben que necesitan a alguien fuerte y seguro en la gobernación, que les garantice ayuda y apoyo para sus eventuales cuatro años de gobierno. Algo se encargaron de dejar en claro: el rumor de que alguno (junto a algún candidato a diputado provincial) acompañaría a Verna con la renuncia, fue nada. Nadie se suicida en política.

¿Y La Cámpora? Invitados de piedra en la negociación provincial, en el deshilachado acuerdo Verna-Marín, saben que el presente les es promisorio (María Luz Alonso como candidata a diputada nacional y Luciano Di Nápoli como legislador provincial) por el insuperable y explícito aval de Cristina Fernández de Kirchner. El futuro de la nueva agrupación, en tanto, es una incógnita y dependerá, en gran medida, de su capacidad de constituirse en la referencia pampeana del proyecto nacional sin quedar entrampados en la disputas de marines y vernas.

El justicialismo pampeano viene perdiendo votos elección tras elección. Perdieron Santa Rosa en 2008. Tierno les generó una gran crisis y se les quedó con un pedazo. Las relaciones con el gobierno nacional son pobres por no decir algo más contundente. La gestión de Jorge está lejos de cosechar aplausos unánimes y motorizadores de una reelección segura. Pero afirmar que electoralmente el PJ está derrotado es un exceso de entusiasmo de sus adversarios, una mala lectura política de la realidad o una gran ingenuidad. De hecho, la polvareda que levantó su crisis tiene la magnitud de su propio poder y de sus aún posibilidades concretas de triunfar en octubre."


8. Tiempos duros se avecinan para Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires. Es un castigo a su especulación de la convivencia posible con cualquiera. Hay múltiple evidencia de los nubarrones en su futuro (que ya no será presidencial. Ni ahora ni en 2015).

Aquí las de Marisa Álvarez, en El Día, de la ciudad de La Plata:

"(...) De esas futuras complejidades dio cuenta la reunión que a comienzos de la semana presidió Daniel Scioli en la Gobernación con su compañero de fórmula, Gabriel Mariotto, y los dirigentes y candidatos bonaerenses de la agrupación juvenil La Cámpora. Convocado por Scioli en pos de ir, justamente, acercando posiciones con sectores con los que a partir de ahora deberían compartir la campaña, el encuentro mostró indicios de lo que se viene.
Santiago Carreras, funcionario del propio Scioli -director de Juventud de la Provincia- se quejó de "la policía que golpea a nuestros pibes".

Para algunos, un inquietante deja vú: ésa fue una de las "razones" que enarbolaron sectores ultra K hace tres meses para justificar su acompañamiento al rival "paraoficial" del Gobernador en las urnas, Martín Sabbatella, cuando éste llevó adelante una durísima embestida contra la política de Seguridad de Scioli.

Y Juani Ustarroz, candidato de La Cámpora a intendente de Mercedes vía lista colectora, definió como "traidor" al jefe comunal de ese distrito, Carlos Selva, quien será el candidato oficial del FpV por el mismo cargo.

Ya hay por lo pronto conjeturas sobre cómo se explayará la batalla a partir de diciembre en la Legislatura, un escenario que reflejaría los "nuevos" sectores en pugna en el seno del oficialismo: los legisladores alineados con los intendentes y el PJ provincial; la Cámpora y los ultra K; y el sciolismo.

Conjeturas que se originan en los "planes" que "los jóvenes" ya dejan traslucir para ese ámbito: en Diputados, ir por la estratégica vicepresidencia -sin la firma de su titular, el presidente no puede hacer nada-, hoy en manos de un dirigente del peronismo del interior, Horacio Delgado; y por la jefatura del bloque, que ahora ejerce el peronista platense Raúl Pérez.

En el Senado, los lugares clave para el oficialismo son la vice 1ª -cuyo titular reemplaza al vicegobernador y presidente del cuerpo- y la jefatura de la bancada. "Se van a terminar los Scarabino y los Goicoechea" (los dos "PJ" que ejercen actualmente esos cargos, también uno del Conurbano y el otro del interior), suelen decir en voz alta los dirigentes de La Cámpora para resumir hacia dónde irán, o por quiénes irán. (...)".


9. ¿Podrá sobrevivir Juan Manuel Urtubey a su euforia de explicitar su ambición en 2015? Las personas son esclavas de sus palabras y dueños de sus silencios: es una verdad muy antigua. También lo es que cuando se inician las hostilidades, luego no se puede ser el primero en pedir tregua...

Eduardo van der Kooy en el diario Clarín:

"(...) La política, por supuesto, siempre mete la cola. Urtubey tuvo una ventaja sobre algunos de sus pares. Su reelección como gobernador sucedió en marzo, cuando Cristina – más allá de lo que dijo– no tenía definida su candidatura ni el diseño electoral. Así y todo compitió contra una lista K, que contó con el auspicio de Moyano y De Vido.

De todos modos, no logró evitar las presiones de la Casa Rosada para la integración de las listas nacionales. Aunque logró sortearlas con mayor decoro. En los cuatro primeros lugares colocó a políticos de su confianza y a un ultra K. El integrante de La Cámpora quedó como primer suplente.

Ese joven, como en otras provincias, tiene sus antecedentes políticos en la extinta UCeDé.

Quizás el pecado mayor de Urtubey no haya sido nada de todo aquello. Su osadía fue proclamar, hace meses, la ambición presidencial para el 2015 . Un límite en el tránsito que imaginan Cristina y el kirchnerismo, si al final vencen en octubre. El plan de ellos es la continuidad, a través de la posibilidad de una reforma constitucional o del hechizo político que sea.

El primer ladrillo de la hipotética construcción ya fue puesto. La nominación de Gabriel Mariotto como candidato a vicegobernador de Buenos Aires encierra una amenaza inconfundible para las aspiraciones de Daniel Scioli. El actual mandatario esperó que Cristina abdicara para convertirse en heredero. Fracasó. Soñó con macerar ese proyecto en el segundo turno en Buenos Aires. Pero el acompañamiento de Mariotto lo empujaría a otra frustración.

Scioli tuvo la semana pasada un anticipo de lo que vendría, si gana, después de diciembre. Hizo un plenario con Mariotto y con los jóvenes de La Cámpora.

La primera objeción que escuchó refirió a la Policía bonaerense y a la política de seguridad . La ofensiva que lanzó hace tiempo contra él Nilda Garré volverá sin remedio. El cerco contra Scioli podría ser un beneficio, tal vez, para los planes de Urtubey. Pero en el recorrido del gobernador de Salta también lloverán piedras. Su futuro es incierto, como el de todos en el peronismo."


10. Si Ricardo Alfonsín no levanta ¿será que el opositor es Eduardo Duhalde?

Eugenio Paillet en La Nueva Provincia:

"(...) La impresión de que no habrá "efecto cascada", como se piensa por la sucesión de traspiés electorales como los apuntados, es la que impera en Olivos y la Casa Rosada. La prueba salta a las manos de todos ellos: las encuestas sobre imagen que se conocen, aun en la díscola Córdoba, muestran a la presidenta con índices que bordean el 40/45 por ciento de aprobación del electorado en esos mismos escenarios en los cuales, muy probablemente, sus candidatos serán derrotados.

Por eso se dice y se insiste en el gobierno que, más allá de esos avatares que comenzarán a tejerse desde hoy con la primera vuelta electoral en la Capital, la mirada de la Presidenta está puesta en octubre. Contra algunas suposiciones, los beneficios de la viudez no parecen todavía estar agotados y, hasta donde se sabe, los estrategas de la Casa Rosada proponen profundizar ese sesgo donde priman los colores del luto.

A la par, la oposición no ha sabido o no ha podido encontrarle la vuelta a una gestión que supera, a estas alturas, más de un estándar internacional en materia de autoritarismo y desprecio por las formas y los fondos de la convivencia democrática. Ni a sus propias internas o incongruencias. Un ejemplo: Cristina Fernández abusa de manera casi obscena del uso de la cadena nacional, para obligar a todos los argentinos a que escuchen sus arengas políticas disfrazadas de anuncios institucionales. La oposición asiste impotente a ese festival.

En todo caso, hay dos cuestiones que han cruzado las frentes de funcionarios y hombres que habitan los laboratorios del poder. Una tiene que ver con el crecimiento en las encuestas que ha experimentado Eduardo Duhalde. La siguiente remite al fuerte descontento de intendentes bonaerenses y otros dirigentes que fueron dejados afuera de las listas de octubre. También en la misma línea, la actitud frontal con la que Hugo Moyano y algunos de sus escuderos salieron en la semana a despotricar contra esa suerte de traición por parte de Cristina para con quienes, como dice el camionero, "siempre están para poner el cuerpo a la hora de ser llamados a sostener el modelo".

Veamos cada caso. Julio Aurelio, el responsable de la consultora Aresco, siempre fue respetado en el peronismo de toda laya por sus números y sus pronósticos. El hombre ha dejado, en los últimos tiempos, datos certeros en la Casa Rosada que advierten sobre el crecimiento, todavía lejos de las posiciones cristinistas, pero crecimiento al fin, de la intención de voto y de los niveles de imagen del ex presidente.

Primero, avisó que Duhalde ya superó a Ricardo Alfonsín en la Capital Federal, lo cual no sería poco, de concretarse esa impresión en los hechos a medida que se acerca octubre. Su último trabajo, de la semana anterior, lo muestra segundo detrás de la presidenta en intención de voto en la provincia de Buenos Aires.

"Estamos atentos a lo que está ocurriendo con Duhalde: ello expresa una amplia franja del peronismo que podría hasta concentrar a algunos descontentos por lo que ha pasado con las listas", se confiesa aquel hombre. Es el mismo que, de todos modos, sostiene que Cristina les lleva a todos sus perseguidores entre 20 y 25 puntos de ventaja.

En el segundo caso, habrá planes de contención para quejosos varios; entre ellos, intendentes y punteros territoriales. La fórmula será siempre la misma: fondos y más fondos para obras públicas, y, en algunos casos, hasta la promesa de sumarlos a la gestión nacional en un eventual segundo mandato de la viuda de Kirchner.

De Moyano, dicen, sin anestesia: "El sabe que su paraguas es la Cancillería, que hoy rechaza exhortos, pero mañana podría aceptarlos". Descarnada manera de desmitificar el tan mentado "poder de fuego" del hombre al que Cristina ha encontrado la manera de tener siempre de su lado."

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