Estimados Señores: En qué momento de nuestra historia reciente, hemos abandonado nuestros sentimientos patrióticos ? Aquellos que nos hacían celebrar el 25 de Mayo, el 9 de Julio, el día de la Bandera Nacional, etc.
Pronto será 17 de Agosto, fecha en que durante más de 150 años celebramos a nuestro procer, el General Don José Francisco de San Martín. Somos millones de argentinos, de una punta a la otra del país, los que lo recordamos como una persona humilde, que habiendo ocupado los más altos cargos, supo retirarse y morir lejos de su patria, a la que le había dedicado sus mejores años.
Hoy los argentinos, estamos siendo invadidos por Simón Bolivar, a quien también siempre hemos respetado, pero que no nos pertenece. Bolivar, quien poco tiempo antes de morir, en su testamento declaraba: " En nombre de Dios todo Poderoso. Amén. Yo, Simón Bolívar, Libertador de la República de Colombia, natural de la ciudad de Caracas en el Departamento de Venezuela, hijo legitimo de los señores Juan Vicente Bolívar y María Concepción Palacios, difuntos, vecinos que fueron de dicha ciudad, hallándome gravemente enfermo, pero en mi entero y cabal juicio, memoria y entendimiento natural, creyendo y confesando como firmemente creo y confieso el alto y soberano misterio de la Beatísima y Santísima Trinidad, Padre Hijo y Espíritu Santo tres personas distintas y un solo Dios verdadero, y en todos los demás misterios que cree, predica y enseña nuestra Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana, bajo cuya fe y creencia he vivido y protesto vivir hasta la muerte, como Católico fiel Cristiano, para estar prevenido cuando la mía me llegue con disposición testamental, bajo la invocación divina, hago, otorgo y ordeno mi Testamento en la forma siguiente... Bolivar, es hoy utilizado por Chávez, una persona que ha crecido gracias al auto bombo y que se ha atrevido a agredir al Santo Padre Benedicto XVI y a la Conferencia Episcopal Venezolana y con ella a los 1.200 millones de católicos en el mundo. Muy bueno sería que Chávez tomara debida nota de la fe y respeto manifestada por Bolivar hacia la Iglesia Católica y tratara de imitarlo en estas virtudes, o por lo menos, lograra sostenerse en el poder por sus propios méritos y no por los de su prócer, a quién en realidad por sus actitudes nada cristianas, parece que nunca llegó a conocer. Argentinos, volvamos a San Martín, Belgrano y tantos más!!
Cordialmente a todos, Jorge Casabal
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