JUSTICIA: SUBORDINACIÓN Y VALOR

“La patria está en peligro,y sólo nuestra energía, nuestra energía sola podrá salvarla” Monteagudo, Gaceta de Buenos Aires, Enero 17 de 1812.

“Si alguien cree que porque preside la suerte de los demás, o porque ciñe la espada que el estado le confió para su defensa, goza mayor LIBERTAD que el resto de los hombres, se engaña mucho, y este solo delirio es un atentado contra el pacto social” Monteagudo, Gaceta de Buenos Aires, Febrero 21 de 1812.

“La clase política” apareció hace más de un siglo y mantiene su lugar como punto inicial de referencia – como clásico – para todo aquel que se interese por entender la naturaleza de las élites políticas en cualquier tiempo, lugar y sistema. Para Gaetano Mosca (1858 – 1941), y basado en el examen de la historia del poder, el principio fundamental de cualquier análisis político es el siguiente: “en toda sociedad (...) existen dos clases de personas: la de los gobernantes y los gobernados.

Aunque parezca innecesario decirlo, les recordamos que el poder judicial es el que ejerce la administración de justicia y que en el legislativo reside la potestad de hacer y reformar leyes. Y que esa potestad no es sinónimo de ejercicio absoluto, arbitrario y despótico. Las reflexiones vienen a cuento a raíz de lo ocurrido con la investigación del secuestro del cidadano Luis Gerez, observando con preocupación que por oportunismo o por conveniencia, la investigación de ciertos ilícitos provocan en la clase política peligrosas reacciones.

En febrero del corriente el diputado provincial Fernando Navarro, manifestó su intención de promoverle juicio político a los fiscales integrantes de la UFI de Escobar a cargo de esa investigación porque “no siguieron la pista que apunta a jefes policiales y militares” (agencia TELAM, sábado 10 de febrero de 2007, 12.15 PM)..
Como en un juego de espejos, también en la provincia de Córdoba se violaron los principios republicanos, cuando los fiscales a cargo de la investigación del asesinato de la señora Dalmasso, fueron amenazados con el juicio político..

Es cierto que la búsqueda de la verdad puede conducir por caminos incómodos, pero no es menos cierto que los funcionarios tienen el deber de investigar y el derecho a hacerlo con total libertada e independencia, dentro del marco constitucional. La sociedad tiene el derecho de volver a confiar en sus instituciones porque de no hacerlo al menos resulta muy preocupante. Salvo a quienes están muy cerca de la cuestión judicial, al resto delpaís le importa poco o nada, las referencias del Presidente de la Nación, sobre el funcionamiento de un Tribunal y la idoneidad de sus miembros.

No será que el coraje cívico no es moneda corriente entre las tropas políticas vernáculas, acostumbradas a tener que cumplir la línea del mandamás de turno. El exabrupto no dispensa las responsabilidades del destinatario. Aunque la actitud presidencial resulta absolutamente reprochable, no por eso habrá que aceptar la propuesta implícita en el exabrupto: “el que no está conmigo está con Bisordi”.-

En realidad los exabruptos le hacen un pobre favor a los procesos de remoción, puesto que muestra al Consejo de la Magistratura como un apéndice del Poder Ejecutivo, que por supuesto lesiona la imagen que debiera proyectar. El exabrupto para distraer la atención?.

La escalada de violencia que se vive en la Ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense?

Allí funciona aceitadamente la red de comercio minorista de drogas, donde matan a palos a los ancianos, donde asaltan por las calles a plena luz del día, donde secuestran, donde roban en las autopistas a los que se quedan atrapados en un piquete.

Por eso grita y se desencaja el Presidente y seguirá gritando aún más fuerte, para intentar distraer la atención, sin importar si en el medio se lesiona el valor esencial de la república: la independencia de los poderes.- Concluyendo, creo que debemos reflexionar, en particular todos aquellos que ostentan un lugar destacado en la sociedad, sobre la utilización innecesaria de diatribas que atentan contra el funcionamiento y reconocimiento de las instituciones, subordinando su suerte a la necesidad política electoral del momento.-

Sin establecer espacios institucionales de reserva o específicamente protegidos de las urgencias políticas seguiremos demorando el ingreso a una nueva etapa de convivencia que se aleje de las improntas caudillescas.-

Hugo Sirio

Fuente: Dos primeras