miércoles, 26 de noviembre de 2008

DINERO Y OBRAS

El dinero y las obras de la Ciudad de Buenos Aires (I)


El triunfo del equipo español en la Copa Davis también puede ser considerado como una derrota argentina. Y la magnitud de un fracaso deportivo puede ocultarse buscando causas externas a la competencia misma con tal de no detallar, por ejemplo, que algunos de los tenistas compatriotas que jugaron este fin de semana en Mar del Plata estaban faltos de entrenamiento y con bastantes kilos de más o quizás, con unos quince centímetros menos de altura. Con este método se puede, chauvinismo mediante, ocultar serias falencia profesionales en quienes se dicen conocer el mundo “deportivo” y colocar el foco de atención de la noticia en otro lugar que el indicado o simplemente tergiversarlo.

El lamentable espectáculo que brindan el gobierno nacional y el municipal de la Ciudad de Buenos Aires echándose las culpas uno al otro acerca de la implementación de “soluciones” para los moradores de una villa asentada en una de las zonas inmobiliarias más caras de la Capital Federal, y las amenazas de sus moradores a través de la extorsión que provocan sus puebladas cortando el paso automovilístico en una de las autopistas de acceso al centro de la ciudad, pueden tener lo suyo.

El conflicto se originó cuando el jefe de Gobierno local, alertado de las construcciones clandestinas que existen en el lugar, algunas de las cuales llegan a los cuatro pisos y carecen de planos, clausuró un corralón de materiales que funcionaba allí desde tiempo inmemorial y dictaminó la imposibilidad de levantar mas edificaciones por problemas de seguridad edilicia. De acuerdo a lo manifestado por legisladores de la Comuna, la medida se basó en información suministrada en un artículo de quien esto escribe publicado en la revista REUNIÓN DE ADMINISTRADORES (http://www.reunion-adm.com/, teléfono 4373-2594) del pasado junio, bajo el título “Ahora, departamentos sin expensas”, que por lo que sabemos es una edición agotada aunque suponemos que el lector bien podría estar en condiciones de solicitar una copia via mail o fax. En la nota se hace un pormenorizado análisis del boom inmobiliario en esa villa y la falta de aplicación de leyes y ordenanzas que rigen la vida en propiedad horizontal y que le son exigidas a los integrantes de las demás clases sociales, incluidos los obreros que optaron por construir su modesta vivienda a horas de viaje de sus lugares de trabajo.

Mientras los punteros de toda condición se mueven adentro y afuera de la villa a toda velocidad porque la tajada que viene puede ser de proporciones mayúsculas, llama la atención el ostensible interés del gobierno de la Ciudad en hacerse cargo de todos los gastos que insuma la posible urbanización del predio, como así también la total despreocupación de la casa Rosada en el tema porque los terrenos en que se encuentra asentada la villa, la provisión de agua potable y energía eléctrica, la Seguridad de los bienes y las personas que también alcanza al control y extinción de incendios, entre otras cuestiones, son cargas del gobierno nacional: deberían serlo.

La futura urbanización –si es que se realiza– debería alcanzar también a otras que rodean gran parte de la ciudad, lo que además provoca que una mayor cantidad de personas, muchas de las cuales son extranjeras, se estén instalando día a día en ellas. Para semejantes emprendimientos se necesita dinero, mucho dinero, tema del que, es de lamentar, se habla poco y nada. Al fijar los ojos en la foto de los cortes de autopistas, la película permanece oculta, vedada a la mirada del espectador-contribuyente: como este domingo en Mar del Plata.

Como sus antecesores, como la dirigencia argentina en su conjunto, la administración Macri es de derechas en la creación de impuestos y bonos, y de izquierdas a la hora de socializar el gasto sobre las espaldas de la clase media. Endeudarse a futuro es buen negocio publicitario cuando los costos los pagan otros. El presente exigiría que se explique qué otros impuestos se van a crear, sobre qué sector poblacional van a recaer, cuáles son las obras nuevas que se van a ejecutar y el fundamento de sus necesidades, las verdaderas causas por las que no se finalizan las comenzadas, qué interés está deviniendo el dinero del presupuesto subejecutado, etc.
SALINAS BOHIL
CORREO DE BA S

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