CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Néstor Kirchner no quiere tener ni idea de la crisis que le espera en algunas semanas más. Y eso es pésimo para todos. Los Kirchner tienen un comportamiento bastante irresponsable en estas circunstancias: si se ignora, no existe. Si se desconoce, no ocurre. Ellos realmente creen en aquello de 'Ojos que no ven, corazón que no sienten', una frase popular que les puede haber servido para mantener durante años su ficción matrimonial, pero no resulta útil para gestionar una nación.
La administración del Estado impone a sus gobernantes informarse, en forma anticipada y más profundamente, que sus gobernados. Para eso se les permite acceder al usufructo del bien colectivo.
Cuando en el 2do. trimestre de 2008, coincidiendo con la crisis con el campo, había rumores de incumplimiento de los pagos de la deuda emitida luego del default de 2001, los Kirchner decidieron negar cualquier dificultad y así estuvieron durante semanas.
Es más: durante ese período incrementaron su presión sobre las estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Le concedieron amplios poderes policiales a los esbirros Guillermo Moreno y Ricardo Echegaray, y se burlaban de los productores agropecuarios afirmando que no había declinado la recaudación por derechos de exportación.
Incorregibles, los Kirchner sólo contemplan el día a día. Lo cotidiano. Y toman decisiones que impactan en el mediano y largo plazo, en base a su miopía extraordinaria, que la sociedad argentina lamentará durante años haber tolerado (y por eso el odio a Eduardo Duhalde recién comienza. Que se enteren Julio Cobos y Mauricio Macri).
La cadena de pagos se cortó en todo el interior argentino durante la crisis agropecuaria y nunca se normalizó, ya terminado el conflicto. Pero los Kirchner simularon no enterarse y ni siquiera importarle. Lo grave es que tampoco le preocupó al presidente del Banco Central. Pero ¿acaso habría que sorprenderse? Tener un presidente del Banco Central que se llama Hernán Pérez y resulta que todos le llaman Martín Redrado, ya es una ridiculez Made in Argentina que no puede terminar bien...
¿Cuándo comenzó la crisis financiera global? A mediados del año 2007 comenzaron a conocerse datos de lo que por entonces aparecía como una mora generalizada de las hipotecas de alto riesgo en el mercado estadounidense, y se habló del pichazo de la burbuja inmobiliaria y del 'subprime'.
Pero a mediados de 2008, la alarma estaba en todos los mercados. Los gobernantes tomaban decisiones apresuradas y se preguntaban qué más podían hacer. Fue entonces cuando los Kirchner decidieron negar que la crisis llegaría a la Argentina, y un conjunto de empresarios presentes en New York City avalaron esa imbecilidad.
Los Kirchner creyeron que porque había crisis en USA y no la veían en la Argentina, se encontraban blindados, y hablaron del stock de reservas (como si fuese cierto cuando, en verdad, sólo la mitad de ese monto es de libre disponibilidad y el resto son papeles o préstamos tomados al Banco Internacional de Pagos, de Basilea, Suiza), y de los superávits gemelos (como si la balanza comercial no fuese impactada por la declinación del precio de los commodities, y el cuadro fiscal no estuviera afectado por el extraordinario crecimiento del gasto público).
Había un dato esencial en su errado diagnóstico: la Argentina es periferia. Entonces, en una crisis que comienza en las economías centrales, demora en llegar a la periferia. Pero es inexorable que llegue porque la economía argentina tiene 2 fragilidades básicas:
> es capitaldependiente (no genera ahorro suficiente para cubrir sus necesidades) y
> los precios de su comercio se fijan en 3ros. mercados, no le pertenecen.
¿Cómo una crisis global no impactaría en la Argentina?
Un día, los Kirchner comenzaron a percibir que no estaban tan blindados y entonces dijeron que limitarían las importaciones, cuando los países centrales y también China, India y Brasil están desesperados por incrementar el libre comercio global como mecanismo anticrisis.
Pero los Kirchner se encuentran felices con su ignorancia. Orgullosos de sus necedades, y hay un conjunto de sindicalistas (cuyo único atributo consiste en robarse el dinero de las obras sociales e impedir la libre elección de autoridades de parte de sus afiliados) y de periodistas (desesperados por alguna pauta publicitaria del Estado), dispuestos a aplaudir a la pareja presidencial.
Durante esos días -no hace tanto, apenas 1 mes-, los Kirchner avalaban el reclamo de los mecánicos de Smata de incremento del 50% del salario y estimulaban el pago de un bono extraordinario generalizado para fin de año porque decían que así sostendrían la demanda interna, y mejorarían la recaudación impositiva.
El mundo ya estaba en llamas y en la Argentina se discutía cómo distribuir una bonanza que ya no existía. Billones de dólares se habían esfumado en una increíble licuación de riqueza, y los Kirchner y sus aliados pretendían festejar el éxito.
Entonces comenzaron los datos evidentes de la crisis. Y la 1ra. reacción de Kirchner es llorar.
> A Hugo Moyano le llora que él no tuvo nada que ver con el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que habilita la personería gremial para la Central de Trabajadores Argentinos en un pie de igualdad con la Confederación General del Trabajo. Además, le entrega la administración del fondo para obras sociales. Y, por ahí, le termina concediendo poder sobre el negocio de la medicina prepaga. Pero le pide, por favor, que entienda que no hubo traición.
> Al peronismo le llora de que la crisis no la provocó la Argentina pero que no dejen de apoyarlo porque la culpa es del neoliberalismo que está conspirando contra el éxito del kirchnerismo (??).
> A los gobernadores les llora de que no lo presionen con la coparticipación del Impuesto al Cheque, que le permitan ingresar dinero y él seguirá distribuyéndolo de acuerdo a sus posibilidades. Pero les pide, por favor, que no dejen de apoyarlo en los comicios 2009.
¿Quiénes son los malvados? Los empresarios que no acepten mantener su plantel laboral a cualquier precio. Obviamente los productores agropecuarios. Y Julio Cobos, porque Kirchner cree que sus desventuras políticas comenzaron por aquel voto no positivo contra la resolución ministerial 125.
"El empleo no va a ser la variable de ajuste de la discusión de políticas activas en la Argentina", dijo Kirchner en la bonaerense Necochea, donde habló en el congreso de la Federación de Choferes de Camiones, que reeligió a Moyano por 4 años. "Les ha ido muy bien en estos 5 años y ahora pueden ganar un pesito menos. Hay momentos en los que gana más, otros menos, pero lo importante es que la Argentina siga creciendo."
¿Quién es Kirchner para dar consejos? Si él heredó una bonanza producto del fortuito 'viento de cola' chino, que no supo consolidar. Que dilapidó.
Néstor Kirchner desencajado, inseguro, reprochón. No es el Kirchner altivo, soberbio, sabelotodo de otros tiempos, que, probablemente, resultaría preferible al Kirchner 'mantequita'.
Pero lo terrible es que Kirchner sigue sin anunciar medidas contra la crisis que viene. Sigue perdiendo el tiempo. Parece paralizado. Desperdicia cada día que pasa. No entiende que los despidos son inevitables si el ciclo económico desciende de determinado nivel. Y es peor aún: en una economía con 43% de trabajadores informales, su mensaje sobre despidos es solamente para el 57% formalizado (en teoría, aunque otros dicen que es 50%). Los trabajadores en negro serán despedidos igual si hay crisis, más allá del reclamo o amenaza de Kirchner.
En vez de lanzar improperios, Kirchner debería estar impartiendo instrucciones ya que él quedó al mando porque la Presidente se fue de turismo en medio de la crisis.
Si bien algunos creen que diciembre todavía será un mes calmo, la mayoría ya descree de que será un verano convencional. Será un verano tenso, abundante en conflictos, difícil. Pero Kirchner sigue intentando desconocer lo que resulta evidente mientras balbucea su desencanto porque éste no es el país que él estaba gobernando hasta que le quitaron la bonanza.
Entonces, aparece un Kirchner chiquitito. Principiante. Un Kirchner Junior. Aunque parezca mentira, es preferible el otro que, por lo menos, parecía que tenía una brújula, aunque estuviese rota. Pero, probablemente, el otro Kirchner nunca existió. Y el verdadero es el que los argentinos comienzan a descubrir.
sábado, 22 de noviembre de 2008
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