VOTAR MOMIAS

La viuda de Tutankamón: Votar momias tiene su precio

Con todo tipo de fraude Cristina Kirchner fue elegida PresidentA pero hubo millones que la votaron. Ahora no saben que hacer con la viuda de Tutankamón. Si dejarla en el museo de El Cairo o traerla para nada y enviar el marido.
Nada más peligroso gobernando que un arcaísmo.

Por Juan Carlos Sánchez

Peligroso e inútil. No se gobierna desde una tumba de oro y botox.
La semana que pasó, terrible para la Argentina, no es más que el preaviso de lo que vendrá. Para no pasar desapercibida la PresidentA llegó tarde a la foto, paseó con su hija y la amiguita de su hija, compró lo que sea y amagó con traer a Tutankamón a la Argentina. Momias ya tenemos, como en la película hablan y hacen daño.
Es lo único que hacen.

La desaceleración de la economía -eufemismo técnico para denominar el fracaso del modelo y el hambre del pueblo- ya es recesión instalada en la Argentina, ahora viene más exclusión. Se salvarán como de costumbre quienes vivan de la política y los pocos dueños de grandes capitales a quienes no les afectan una o varias fábricas cerradas. Por un breve tiempo los que tuvieron alguna capacidad de ahorro o mantienen ingresos medios altos podrán comprar bienes a buen precio. Están en oferta desde el queso hasta las computadoras. Luego también sufrirán la crisis. Esta se manifestará con mayor caos social, más inseguridad, más pobres. La violencia en el cuerpo social será fertilizada por el gobierno porque tal y no otro es el “Plan B” (o “C” o “D”) de los Kirchner: Victimizarse. Son expertos en eso.

Victimizaron a los terroristas de los ’70, a los obreros y a la clase media de los ’90 y a las minorías de anormales que pululan por todo el país y que lograron transformar Buenos Aires en la capital gay del mundo. Les fue bien (a los K).
Hoy es obligatorio para no quedar fuera del sistema ser progresista según los parámetros de la nueva política y quien sale del marco impuesto paga las consecuencias. La prensa, siempre al borde de la quiebra aún la que maneja millones, sabe que en el futuro inmediato la pauta publicitaria será oficial o no será. Para sobrevivir tendrá que re-venderse más aún.
Así la sociedad quedará totalmente desguarnecida: Sin justicia, sin legisladores y sin capacidad de gestión del ejecutivo que maneja la lapicera; sin un movimiento obrero comprometido, sólido y unido (sin columna vertebral el cuerpo se cae); tampoco dispondrá de los medios para expresarse. Le quedan las cacerolas, ¿o no querrán abollarlas? Nunca se sabe.
El subsuelo de la Patria sublevado no tiene cacerolas y si las tiene las cuida.

Aterrador: La única salida que piensa el gobierno es ausentarse en medio el caos generalizado con las valijas llenas y culpar a la derecha, al neoliberalismo y al procesismo residual. No le hagamos cargos a la PresidentA, ella no está enterada de nada, la elaboración es made in Néstor Carlos. Esto no la exculpa, es cómplice, es funcional al PresidentE, abandonó en sus manos el cargo para el cual fue elegida.
No hubiera aceptado la candidatura sabedora de su innata incapacidad. Si tuviese estatura (y no tacos altos solamente) tendría que renunciar pero… ¿Qué se les puede pedir a estos almaceneros de barrio? Y que me perdonen los almaceneros. Estamos en manos de buscavidas.
El corte de la autopista Illia fue programado y protegido por el gobierno; Diputados aprobará la expropiación de Aerolíneas y una denuncia contra Marsans y así nos quedaremos con la empresa pese a que la PresidentA prometió lo contrario a Zapatero; el dinero de los no jubilados del futuro cercano será manejado por el hombre que desapareció durante su gestión más de medio millón de dólares propiedad de sus comprovincianos. Si Cobos sufre un accidente o renuncia -improbable esto- sabremos que la transición no será nada pacífica ni elegante.
Buscavidas al poder. El pueblo tiene el gobierno que se merece…

No habrá leche, carne ni pan en la Argentina de Enero en adelante pero tendremos línea aérea de bandera al costo de 50 millones de dólares mensuales y a Tutankamón de visita. Peor es nada.
Y casi lo olvido: Tendremos efedrina.

Es que cuando el caos carcome una estructura esta se derrumba, sea un edificio, una familia o una comunidad nacional. La Argentina es ya un paraíso para el narcotráfico y de esto es responsable quien gobierna, de nadie más.
Hace tres décadas en una ponencia titulada “Cultura y contracultura en los medios de comunicación social” presentada en el II Congreso Iberoamericano de Antropología y Folklore realizada en Islas Canarias, anticipé que los mass media se ocuparían de la degradación de la sociedad y especialmente de la juventud. Que la provocarían para llevarla al hedonismo y la drogadicción, a la incultura. Luego lo sostuve desde mi cargo en el COMFER y propuse una actividad para evitarlo, la “Escuela para Padres”. En aquellos tiempos, los ’80, todavía no estaban ni Tinelli ni los Pells. Todo ocurrió, todo se cumplió, todo empeoró. La TV hoy como nunca es quien construye un mundo de evasión divertido e irreal. Antes era el cine.
Un santafesino, el P. Oscar “Chuli” Ortiz, desde la cátedra extra de cinematografía que nos daba a los alumnos del La Salle-Jobson y del cine debate acuñó una frase inolvidable: “Ustedes se sientan como una bolsa de papas frente a la pantalla y se levantan más estúpidos de lo que se sentaron.” …Y eso que allá en el tiempo para estupidecerse había que salir de casa y pagar entrada... Hoy es gratis y está dentro del hogar. Si no lo cree destrúyase a sí mismo soportando al menos un día de la programación de Canal7, la TV de los argentinos. Es gratis y nos cuesta caro.
Todo, desde el discurso oficial, Tutankamón y la TV basura es una gigantesca maquinaria de diversión -que oculta la verdad- destructiva de la cultura nacional y popular, de la identidad buscada y en construcción de los argentinos, y de los valores. Es el olvido temporario de la realidad risas y traseros de por medio. Una sociedad incapaz de razonamiento crítico es manejable. “Para dominar a un pueblo primero hay que dominar su cultura.” (Juan Perón).

Fíjense en los exitosos Pells. Un trolo hijo de un maquiavélico e inmoral rico dueño de un canal de TV, otro falso trolo casado con una mujer que tiene como amante un compañero de trabajo del marido, más trolos, muchachas fáciles y un mentiroso simpático que acuesta a cuanta mina se le cruza en el laburo. Y para salvar la solidaridad una monja tonta (otro mensaje encubierto). ¿Somos así los argentinos? ¡Ufa…! ¡Qué decepción! Mil veces me quedo con aquél “Cuarteador de Barracas” protagonizado por Rodolfo Bebán (bien macho el hombre) que nos convocaba frente al blanco y negro mientras se jugaba el Mundial ’78 ¿Reminiscencias genocidas? Quizá. Prefiero lo malo de aquella época que lo peor que vivimos hoy y que se viene mañana. Al menos éramos menos estúpidos (según la definición del “Chuli”) y teníamos capacidad de respuesta. Hoy estamos casi inermes, distraídos, viviendo en una burbuja a punto de reventar.
Les prometo que miraré la serie de los Pells hasta el final pero críticamente. Hagan eso si quieren salvarse y no se animan a erradicar totalmente de su familia ese aparato diabólico que siempre tiene razón y que los acapara: El televisor.
La decadencia hoy tiene cara de tubo cuadrado.

¿Qué hacer?
Instalado el “sálvese quien pueda” actuar con unidad de concepción para la unidad de acción es difícil, pero… Suelen sobrevenir puntos de inflexión en los cuales la sociedad despierta…

La momia no lo hará, duerme su sueño y el esposo es un muerto que camina con una increíble capacidad de resucitación gracias a la inoperancia de la oposición y la venalidad e impudicia de quienes comparten el poder con él. Solamente nosotros podremos despertar y somos muchos, casi todos mañana mismo, cuando terminemos de reconocernos y nos rebelemos contra nuestra estupidez.
Claro que reconocernos no será grato.
Y será el despertar luego de la pesadilla.


E-mail del autor: zschez@yahoo.com.ar
23 Nov 08

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