sábado, 22 de noviembre de 2008

LA INCULTURA

la inculturaLA INCULTURA NOS CONDENA

por Hector J. Gomez Riccardi - Noviembre 2008





La generalidad de la ciudadanía tolera el sistema electoral que nos rige, el cual impide por ejemplo, la presentación de candidatos independientes, salvo que lo hagan atraves de partidos políticos, que pretenden obediencia debida a sus propuestas y asi afianzan la hegemonía antirrepublicana.



El Procurador General de la Nacion Esteban Righi, limitó los poderes del Fiscal Nacional de Investigación Manuel Garrido, impidiendole activar procesos judiciales, que hayan sido iniciados por terceros y son muy pocos los que reclaman por este hecho propio de un régimen dictatorial.



La impuntualidad de la gobernante atenta contra el protocolo, causada posiblemente por su afección a la máscara que le proporcionan los cosméticos, demostrando su irrespetuosidad reiterativa a nivel internacional, pero reconozcamos que todo esto es parte de la incultura habitual de nuestra sociedad y sepamos que los desplantes diplomáticos son imperdonables dentro del protocolo, aunque les resulte jocoso y jactancioso a innumerables acólitos irresponsables del régimen en el poder.



La diaria violación de la Constitución Nacional, aunque sea la manoseada versión impuesta por el pacto de Olivos, el zarpazo a las AFJP, los negociados en obras publicas, no llegan a generar reacciones destacables de la mayoría de la población y la lista podría ser muy larga, tediosa y confirma que estamos en presencia de una actitud cultural autodestructiva que admite y frecuentemente festeja los disvalores, las bajas pasiones elevadas al rango mas alto del "rating" en la TV, junto con la desinformación en la transmisión de los canales adictos (aparte del oficial) permeables a las presiones, empresarios acomodaticios y medios gráficos que pierden su independencia debido a la búsqueda de la publicidad oficial, desapareciendo los periodístas analíticos en favor de los opinadores frívolos, superficiales, algunos haciendo gala de la mendacidad hipócrita.



Estos componentes logran una mezcla heterogénea que acepta la corrupción como una característica natural y vota reiteradamente a una variedad de políticos profesionales que viven no solo de sus legítimos ingresos pagados por los contribuyentes cada vez mas expoliados, sino que ademas viven de las dádivas del poderoso de turno que compra sus voluntades o los presiona en determinado sentido. Son muy pocos los que gallardamente evitan tentarse, en funcion de un ideal superior y que con el tiempo se transforman en los estadistas que conducen positivamente hacia la evolucion de los pueblos e incrementan su bienestar.



La solución solamente la tenemos los votantes, que debemos decidir el cambio de los parámetros mencionados y así podríamos rescatar a generaciones enteras que se estan perdiendo en el laberinto de la inmediatez, la mentira, la violencia, la drogadicción y la inestabilidad del núcleo familiar, desapego al esfuerzo para lograr el éxito y desprecio por las normas que debería imponer el contrato social que nos mantiene unidos como Nación.



Sin cambios en la incultura disociativa del "no me importa", seguiremos destruyendonos y degradandonos, echándole la culpa a otros o a una confabulación internacional que es una evasiva forma de negar el problema.



Cada individuo es reponsable y debe esforzarse por elevar el umbral ético-moral de nuestra sociedad , descartando a los que claramente incentivan y se aprovechan de nuestras debilidades.



Hagamos un llamado a despertarnos y actuar. Sin esa toma de decisión no habrá progreso, paz, libertad, empleo y un buen futuro, en un país cuyo problema reside undividualmente en cada habitante; no culpemos al vecino.



La libertad debe defenderse y ganarse todos los días, involucremonos para mejorar las instituciones de la República, filtrando a los indeseables que prometen mucho y cumplen poco, nada o todo lo contrario.



USTED ES EL PROTAGONISTA. NO EXISTEN SERES HUMANOS PROVIDENCIALES, TODOS SOMOS LOS RESPONSABLES DE ELEGIR CANDIDATOS DECENTES AUNQUE PUEDAN NO SER CARISMATICOS

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