sábado, 7 de marzo de 2009

EL CAMPO CIERRA FILAS


MIENTRAS PREPARA MOVILIZACIONES

Por Carlos Manuel Acuña

Después del sacudón interno que Néstor Kirchner celebró con aplausos y sonrisas socarronas en la Quinta Presidencial de Olivos, todos los sectores del campo cerraron filas y resolvieron respaldar a la Comisión de Enlace cuyos miembros recibieron la taxativa opinión respecto del acuerdo que se firmó con el gobierno que tantas dudas y certezas despierta. En síntesis, podemos decir que "todo está como era entonces", excepto algunos progresos insastifactorios que no contemplan el problema de fondo. A esta altura de las circunstancias, cooperativistas, confederados ruralistas y autoconvocados, entienden que el gobierno es hijo del rigor y que no entiende o no quiere entender lo que realmente sucede. Las graves consecuencias derivadas de la incapacidad oficial por atender los problemas de la producción, hicieron que ésta profundice sus reclamos que ya apuntan a la supresión de las retenciones, como medida emblemática y principal del conflicto.

Como dato favorable del escenario que quedó abierto estos días, debemos señalar que después de las rispideces ocurridas entre los representantes de las distintas corrientes representativas del sector, se remontó la cuesta - por así decirlo - y quedó férreamente demostrado que la unidad operativa no será rota por el gobierno. Además se fortaleció la posición de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) - la más importante de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) - y que su presidente, Sr. Apaolaza, supo interpretar la opinión y sentimientos de las bases que subieron unos cuantos decibeles el nivel de sus exigencias frente a la emergencia que viven los productores y la capacidad económica del país.

Dentro de este panorama, cobra especial relevancia el rol desempeñado por los autoconvocados que supieron elaborar una serie de puntos básicos coincidentes con los esgrimidos por las entidades, los cuales fueron resueltos durante las últimas horas después de dos reuniones importantes realizadas en el corazón productivo de Buenos Aires. En efecto, en las localidades de Saladillo primero y en la de Bolívar después, se agruparon las ponencias expuestas por delegaciones (entre otras) de Azul, Rauch, 9 de julio, Pringles, Bolívar, Tandil, Las Flores, Junin, Chacabuco, 25 de Mayo, Cañuelas, Alberti, Daireaux, Ayacucho, Mar Chiquita, Chivilcoy, Olavarría, Verdi, Lobos que coordinaron con las ponencias llegadas de diversas ponencias para ratificar la necesidad de que el oficialismo de una respuesta positiva con la mayor urgencia, aunque también dispusieron hacer llegar a los diputados y senadores el conjunto de reclamos que están en danza. A comienzos de la semana próxima y a lo largo de los próximos días, habrá nuevas asambleas, desde las banquinas de las rutas se repartirán a los automovilistas hojas ilustrativas y se contempla la organización de marchas sobre los centros urbanos y la misma Capital Federal que, por sus modalidad no podrán ser ignoradas por la opinión pública.

En síntesis, se avecinan momentos de especial incidencia política, lo cual es una derivación clara e inevitable de la posición adoptada por el kirchnerismo que, además, afronta una erosión progresiva que lo coloca a la defensiva y a la necesidad de realizar maniobras elusivas en el Congreso de la Nación. Entre ellas, no dar el quórum necesario para debatir la cuestión de las retenciones, lo que demuestra su creciente debilidad atada a hechos que ya no domina.

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