IRRESPONSABLE

Río Negro - 24-Mar-09 - Opinión
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Editorial
Sí, es irresponsable
Según el ministro del Interior, Florencio Randazzo, el paro agrario que se inició formalmente el sábado pasado es una manifestación de irresponsabilidad lamentable por parte de los productores rurales. Lo sería si el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner hubiera hecho un esfuerzo auténtico por conciliar los reclamos legítimos del campo con los intereses del país en su conjunto, pero la verdad es que nunca tuvo la menor intención de intentar alcanzar un acuerdo mutuamente satisfactorio. Para el ex presidente Néstor Kirchner y su sucesora, el campo es un enemigo a batir, uno que siguen aspirando a poner de rodillas. Desde que decidieron adelantar la fecha de las elecciones legislativas, dando comienzo así a una campaña proselitista que amenaza con ser excepcionalmente dura, el matrimonio está haciendo lo posible por convencer a los votantes de que el campo forma parte de una nefasta alianza opositora cuyos integrantes están resueltos a ampliar la brecha entre una minoría adinerada y una mayoría paupérrima. Parecería que a juicio de los Kirchner culpar al campo por las lacras nacionales, y por los problemas económicos que podrían agravarse mucho en las semanas próximas, ayudará a los candidatos oficialistas a hacer una buena elección en el conurbano bonaerense y en aquellas partes de la Patagonia que consideran propias, y que por lo tanto les convendría que la campaña electoral se viera dominada por el recrudecimiento del conflicto.

La estrategia así supuesta difícilmente podría ser más irresponsable. Por motivos netamente electoralistas, el gobierno ha declarado la guerra contra un sector económico clave justo cuando el país -que conforme a algunos especialistas ya se encuentra en recesión- está por acusar el impacto de una crisis internacional que ha reducido abruptamente los precios de los commodities que exportamos. En lugar de procurar apaciguar a los ruralistas, hace cuanto puede para provocarlos atribuyéndoles objetivos políticos y criticándolos por su presunta falta de solidaridad. Aun cuando fuera verdad que los agricultores nadaran en la opulencia, agraviarlos de tal modo sería contraproducente por razones prácticas, pero sucede que la mayoría está sufriendo tanto como los habitantes menos afortunados de las zonas urbanas o más. Fue por las presiones de los chacareros "autoconvocados", no de los dueños de grandes extensiones de tierra sembrada de soja, que los representantes del agro que integran la Comisión de Enlace optaron por llevar sus protestas a las rutas y por respaldarlas pidiendo a los productores negarse a vender granos y hacienda antes del sábado próximo.

Entre mayo del 2003 y comienzos del 2007, los Kirchner se vieron beneficiados por la estrategia de confrontación permanente que se expresa a través del "estilo K", o sea, la descalificación brutal de todos aquellos que no comparten sus puntos de vista. Sin embargo, en la fase final del cuatrienio del entonces presidente Néstor Kirchner, ya se hacía evidente que el grueso de la clase media y una proporción creciente de los pobres estaban hartos de la agresividad constante y de la monserga pretendidamente "progresista" con la que el santacruceño intentaba justificar una gestión cada vez más arbitraria. Por desgracia, su reemplazo por Cristina no significó un cambio sustancial. Lejos de intentar cumplir con su promesa de procurar fortalecer las instituciones políticas del país, la presidenta las ha tratado con el mismo desdén que había manifestado su marido, el que, por su parte, no tardó en dejar en claro que seguía siendo el mandamás "hegemónico" de antes. He aquí el contexto en que está librándose la absurda pelea del gobierno contra un sector económico fundamental. En el fondo, se debe a la voluntad de los Kirchner de recordarle a la población de que el poder es exclusivamente suyo y que cualquiera que se atreva a desafiarlos recibirá el castigo correspondiente. Puesto que para ellos lo político, es decir, el poder, importa muchísimo más que lo económico, o sea, el bienestar de sus compatriotas, no han vacilado en atacar a los productores rurales sin preocuparse en absoluto por las consecuencias concretas. Así las cosas, la posibilidad de que el conflicto con el campo se resuelva antes del 28 de junio es virtualmente nula.