miércoles, 25 de marzo de 2009

NO ME ASUSTAN LOS KIRCHNER


ABC (España) - 25-Mar-09 - Iberoamérica
http://www.abc.es/20090325/internacional-iberoamerica/asusta-gobierno-kirchner-desafio-20090325.html

Leandro Despouy, Presidente de la Auditoría General de la Nación Argentina
«No me asusta el Gobierno de los Kirchner. Yo le desafío»

por Carmen de Carlos
El único organismo en Argentina con atribuciones para fiscalizar la Administración de Cristina Fernández de Kirchner -y la anterior de su marido-, es la Auditoría General de la Nación (AGN). Su presidente, Leandro Despouy (San Luis, 4 de abril de 1947), debería ser un personaje desconocido para la sociedad. Sin embargo, goza de una alta popularidad tras las últimas embestidas del oficialismo para vaciar de contenido su cargo.

Despouy y un equipo de «ochocientos técnicos» miran con lupa a un Gobierno -«este es la continuación del de Néstor Kirchner», recuerda- que ha logrado anular instancias y personas en condiciones de cuestionar su gestión. «El Consejo de la Magistratura -equivalente al Consejo General del Poder Judicial-, el Indec (Instituto Nacional de Estadísticas) y la reciente dimisión del fiscal de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, después de denunciar un recorte de sus funciones, son buenos ejemplos de ello», reconoce.

Con estos antecedentes Despouy, que compagina su cargo con el de relator especial de la ONU, afirma: «No me asusta el Gobierno. Yo, le desafío. Podrán intentar socavar mi cargo pero las auditorias van a continuar». La declaración de principios de este diplomático de carrera viene precedida de una serie de movimientos gubernamentales que han hecho tambalear los cimientos de una institución que aún no ha sucumbido a las presiones del matrimonio Kirchner.

Gracias a las investigaciones de la AGN se han descubierto «desviaciones grotescas de fondos públicos. El uso abusivo de miles de millones en subvenciones y el destino discrecional de partidas a entidades sindicales», resume. También, recuerda Despouy, los informes de la AGN destaparon «el desvío de fideicomisos de más de seis mil millones de pesos (mil quinientos millones de euros)». O un caso que roza lo folclórico: el jefe del sindicato peronista de camiones, Hugo Moyano, conocido por su boicot a España, «ganó una licitación para realizar los exámenes psicotécnicos de los conductores antes de tener una empresa que realizara estos estudios».

Designado por la oposición

Estos casos son un botón de muestra de los cientos de informes realizados por la AGN desde la llegada al organismo, en marzo de 2002, de Leandro Despouy. «La Auditoría, por mandato constitucional, tiene que estar presidida por una persona designada por el principal grupo de la oposición. En mi caso fue la Unión Cívica Radical (UCR). Su independencia, la transparencia del organismo y la publicidad de sus actos no pueden estar a merced del Gobierno de turno», asegura.

La fidelidad a esos conceptos es lo que ha estado y está amenazado en Argentina. De entrada, la AGN tiene un caballo de Troya que podría no dar por terminada una batalla que alcanzó su punto más violento hace unas semanas, cuando 4 de sus 7 miembros -elegidos por la mayoría parlamentaria que ostenta el Gobierno- «intentaron prohibirme hablar en nombre de la AGN», recuerda. SU tenacidad y la cascada de noticias y editoriales en la prensa que salieron en su defensa impidieron que se consumara lo que muchos daban por hecho: la caída de otro organismo con credibilidad pública.

El detonante que provocó un estallido sin precedentes en la AGN fue la investigación y su comunicado en la web de unos posibles sobreprecios de obras públicas en la Patagonia, en concreto, en Chubut y Santa Cruz, feudo de los Kirchner.El ataque contra Despouy consiguió un fenómeno insospechado en la Argentina de los últimos años: la oposición en pleno se unió en su defensa. Despouy, que había logrado hacer públicas las sesiones de la Auditoría, salió airoso de aquella en la que intentaron convertir su cargo en un cero a la izquierda. «Estaban las cámaras de TV, la prensa escrita, legisladores y organizaciones civiles», recuerda. Ante semejante exposición pública el sector oficialista retiró el proyecto. «A Kirchner no le gusta que la información esté al alcance de todos. El Gobierno tiene fobia a los controles», reflexiona. «Silenciar los informes de la AGN» parece ser el objetivo desde hace dos años de la Casa Rosada, pero la operación mordaza de momento ha fracasado.

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