LA CRUDA REALIDAD DEL CAMPO

La cruda realidad del campo: consecuencias de la sequía y las políticas K.
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El sector agropecuario es uno de los pilares de la economía nacional. Sin embargo, las malas condiciones climáticas y las políticas kirchneristas, lo han ido debilitando hasta colocarlo en una situación de fragilidad.


El campo y las actividades que de él se derivan son, sin duda, uno de los principales motores de la economía argentina. Y como tal, fue el primer sector en sentir las consecuencias de la crisis internacional que azota a la economía mundial, efectos que lo golpearon mucho más fuerte que otros porque de antemano atravesaba una situación desventajosa, fruto de las políticas kirchneristas de debilitamiento del agro.

Así, en los primeros meses del 2009, mientras se direccionan nuevas estrategias para la reactivación económica y el congelamiento de las actuales condiciones negativas, el sector agropecuario se encuentra sumido en una crisis que, día a día, se profundiza.

La producción agropecuaria y sus industrias generan el 36 por ciento del empleo nacional, el 55 de las exportaciones, que en 2008 superaron 40 mil millones de dólares, y la mayor parte del PBI nacional.

Los datos son contundentes. Se estima que en la cosecha 2008/9 se sembrarán 3.500.000 has menos que en la campaña anterior, lo que implica una pérdida de unas 21.650.000 toneladas de producción.

Respecto a las retenciones, uno de los temas más cuestionados desde el sector y que más lo ha afectado, este año se aportarán más de 6.631.000.000 de dólares, lo que equivale a 23 mil millones de pesos. Los productores perderán casi 7 mil millones de dólares por las alícuotas mientras que por la sequía la cifra sólo ascenderá a 5.500 millones de dólares.

Osvaldo Salomón, presidente comunal de Chabas, provincia de Santa Fe, explicó la incidencia de las pérdidas en las cosechas para la dinámica del interior del país.
"La mitad de los argentinos vivimos en localidades de menos de 50 mil habitantes, la influencia del agro es determinante en el desarrollo y la actividad económica de nuestros pueblos. El trigo rindió 10 quintales por hectárea y, en la cosecha anterior, el promedio superó los 30 quintales. Fueron alrededor de 10 millones menos de circulante en nuestra población que se sintió de lleno en la actividad comercial", indicó.

"No se puede ser optimista, tendremos menos de 20 millones de toneladas en granos. Se liquidaron stock ganaderos para la producción de carnes y leche. Estamos con un fuerte déficit hídrico que no solamente afectará la actual cosecha gruesa sino también la próxima siembra si no se recuperan los niveles normales de lluvias", indicó Salomón, en referencia no sólo a las políticas de la presidenta Kirchner y a las consecuencias de la sequía que, si bien actualmente se han suavizado, han dejado rastros a largo plazo, difíciles de superar.

La producción de granos, en tanto, sufrirá una importante baja en cuanto a ingreso de divisas, de 97 a 62 millones de toneladas de granos se comercializarán por 15 mil millones de dólares menos al promedio de los granos en 2008.