sábado, 23 de enero de 2010

ÚLTIMO ACTO


BROADWAY: EL ÚLTIMO ACTO

Por la Ing. Susana Merlo (*)

La reciente reunión del campo en el Teatro de revistas Broadway, en la tradicional calle Corrientes, dejó en claro varias cosas, entre ellas, que el sector ya no puede apelar más a ese tipo de estrategias y, menos aún, si no hay una aceitada e inteligente relación interna déficit, este último, que cada vez se hace más evidente.

La magra asamblea, sin embargo, alcanzó para forzar una cierta “movida” oficial que hasta el momento, no pasó del anuncio y varias fotos con el rimbombante título de: “Acuerdo triguero”, que ameritó bastante trabajo de los reporteros gráficos, algunos sibaríticos caterings, varias columnas en los medios gráficos, y no mucho más..

Es que si una habilidad tuvo la Administración K es haber logrado el raro –e inédito- privilegio de dejar al país sin mercado de trigo en plena cosecha del cereal que es cuando, se supone, se produce la mayor presión de oferta. Sin embargo, en este caso no alcanza para que se disparen las compras del cereal por parte de exportadores y molineros. Los primeros, porque no tienen certeza de lograr concretar luego los embarques al exterior (por más promesas que le haga ahora el secretario de Comercio Guillermo Moreno), mientras que los segundos tienen la certeza de que el Gobierno en ninguna circunstancia los va a dejar sin materia prima, por lo tanto, no tienen porque apurarse y, mucho menos, desesperarse, por comprar un trigo que, de cualquier forma, tienen asegurado.

Así las cosas, y con un nivel de desinformación oficial alarmante pues no solo no se sabe cuanto trigo hay realmente (¿son ciertas las 7-7,5 millones de toneladas?), ni de que calidad (¿Qué volumen “panificable” hay?), si no que tampoco se conoce fehacientemente cual es el verdadero nivel de demanda interna de este cereal (¿6 millones de toneladas, 6,5 , o menos?), el Ministerio de Agricultura solo atina a repetir la fórmula presidencial, es decir, reiterar los mismos anuncios una y otra vez, como si fueran nuevos y, en definitiva, sin que muchos de ellos lleguen a ponerse efectivamente en marcha, o solo lo hagan parcialmente después de meses de idas y vueltas.

En ese contexto la Mesa de Enlace, desgastada, cansada, y con su “creatividad” en los niveles mínimos enfrenta, por un lado, a un sector oficial que sigue operando al desgaste político haciendo solo anuncios sin corregir las cuestiones de fondo (que en este caso sería liberar de una vez el mercado para que operen compradores y vendedores y “aparezcan” los precios –reales-), pero al que no se anima a desenmascarar frontalmente por temor a que la opinión pública los cuestione y pierda la parte de ese respaldo que aún conserva, aunque ya no es de la magnitud del año pasado, al menos, en “la calle”.

Pero, por otro lado, y casi más grave aún, comenzó a "desgajarse” la relación interna. Ya no se trata solamente de disciplinar a los autoconvocados, o de “limar” diferencias entre las 4 grandes entidades del sector, sino que comenzaron a surgir divisiones en el seno de cada una de las organizaciones. Así, tanto CRA, como la Federación Agraria de Buzzi, como la cooperativista Coninagro, y hasta la Rural, presentan crecientes frentes de conflicto interno que hasta obligaron en los últimos días, a “separar” a dirigentes de menor rango de los cargos gremiales que ostentaban (en los sindicatos se llama “purgas”). Pero queda en claro que cada día que pasa se le hace más difícil a los dirigentes nacionales mantener, aunque sea en las formas, el manejo de sus bases si no logran de manera perentoria algún resultado concreto y “cierto” a algunas de las múltiples demandas que se siguen acumulando.

Por su parte, en Agricultura, si bien el margen de maniobra también es muy acotado (no solo por Néstor Kirchner, sino también por Moreno), y de ahí que lo único que pudieron encarar hasta ahora, sea el reciclado de anuncios, o cierta movidas “mediáticas”, saben de la debilidad actual de la Mesa de Enlace, y apuestan a que el tiempo juegue finalmente a favor del Gobierno.

El tema es que, si bien esto es relativamente cierto, como también la mutua antipatía entre las partes, hay algo que tal vez el bonaerense Julián Domínguez poco conocedor del campo y su vericuetos, no haya tenido en cuenta, y es que a la hora de negociar, aunque “Néstor” quiere ver a los dirigentes que osaron desafiarlo “de rodillas”, a él le conviene más una Mesa de Enlace articulada, que un grupo díscolo de autoconvocados o, peor aún, con algún dirigente mediático a la cabeza.

Y, entre canapé y canapé, así se los hizo saber el miércoles, alguno de “los 4 grandes”. “Necesitamos algo concreto”, se habría confesado el hombre, aunque hasta ahora sigue esperando la respuesta.

El asunto es que el calor, los tornados, y el avance del agua en muchas zonas, no son buenos elementos para calmar los ánimos, más aún cuando las producciones no tienen precio, como ocurre con el trigo o con la leche, que todavía sigue esperando su recomposición desde mediados de 2005.

De ahí que, aunque suene paradójico, a algunos funcionarios no les conviene terminar de desgastar a los dirigentes nacionales del sector, y para evitarlo deberán “aflojar” un poco la cuerda, mucho antes de que el interior se vuelva a reunir detrás de algún dirigente u organización, lo que podría ocurrir para marzo, cuando se conmemore el segundo aniversario de la 125… excepto, claro está, que algo cambie drásticamente en la política oficial, o que la propia Mesa de Enlace opte por cambiar su debilitada –y cuestionada- estrategia actual.

Crónica y Análisis publica el presente artículo la Ingeniera Agrónoma Susana Merlo por gentileza de Campo 2.0.

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