jueves, 24 de marzo de 2011

SOLICITADA PANFLETO


Segunda Opinión - 24-Mar-11 - Política

35 años después

por Héctor B. Trillo

En algunos diarios se publica hoy una "solicitada" conmemorando la fecha del golpe de Estado de 1976, con la firma de la "Presidencia de la Nación". En ella se hacen algunas afirmaciones que deben ser respondidas, entre otras cosas para intentar impedir que se instale definitivamente el llamado "pensamiento único", como seguramente intentan sus redactores, que no son otros que los autocalificados "intelectuales" que acompañan" al actual gobierno.

Resulta ocioso repasar los datos históricos, pero no es irrelevante al menos señalar algunas cosas.

La "solicitada" comienza por culpar del golpe a corporaciones económicas, sectores civiles subordinados a ellas, grandes medios monopólicos de prensa y, claro, las Fuerzas Armadas. La verdad es que esta gente está acostumbrada a la saraza de la mesa de café en las cercanías del Teatro San Martín. Sería bueno que tomaran nota de que tal saraza debe bajar al común de las gentes y ser entendible. La gente comprende cuando le dicen que hay que censurar a Vargas Llosa, por ejemplo, pero no comprende (no comprendemos) cuando se habla de corporaciones económicas o grandes medios monopólicos y sectores civiles subornidados.

Las cuentas deben ser bien claras. Las acusaciones con nombre y apellido. Y las palabras usadas correctamente, ya que de "intelectuales" hablamos.

La existencia de corporaciones económicas en la Argentina es un dato filofascista enquistado desde el inicio del peronismo. Tales corporaciones existían y siguen existiendo al amparo del régimen peronista, que también hoy está vigente. Culpar a corporaciones es, obviamente, aceptar su existencia, y por lo tanto el aval del tercer gobierno peronista. Luego habrá que ver, y no se aclara, cuáles corporaciones sí, y cuáles corporaciones no.

Hablar de "sectores vinculados" es prender el ventilador contra quien fuera, como aquella canción que canta Teresa Parodi y que dice que "ellos se robaron todo", más o menos. Ellos quiénes, uno tiene el derecho y el deber de preguntar. No sabemos.

El diario La Tarde, dirigido por el actual canciller Héctor Timerman, resultó ser adherente y promotor del golpe. El señor Timerman dice haberse arrepentido 6 meses después. No nos consta. Pero, cabe preguntarse si Timerman formaba entonces parte de los "grandes medios monopólicos de prensa" o no lo hacía. Porque si no formaba parte, los sarazareros se han olvidado de nombrarlo, ¿no?

Sigamos, porque de lo contrario no terminaremos más.

Se habla también de las organizaciones obreras y sus elementos más activos, se dice que se buscó desarticular su resistencia. La resistencia de quienes fueron denunciados años después por el Dr. Raúl
Alfonsín como promotores del "pacto sindical-militar".

Acá no se trata de ensalzar a ninguna dictadura, y mucho menos a esa dictadura, que llevó adelante todo tipo de tropelías y crímenes. Acá se trata del 24 de marzo, cuando para la población civil de la Argentina, el golpe era un golpe más, y no la instauración de una dictadura asesina. Cabe recordar que conspicuos "intelectuales" como don Ernesto Sábato, supieron almorzar con el dictador Videla. Lo citamos como
ejemplo de lo que queremos decir, obviamente. Lejos de nosotros cualquier acusación personal.

Los sarazareros se despachan con lo que a nuestro entender es uno de los meollos del asunto: "hacer desaparecer a quienes disentian abiertamente con el modelo de Estado Gendarme en beneficio exclusivo de....¡el neoliberalismo salvaje!!!". Este párrafo parece haber sido copiado del "comandante" Chávez, realmente.

En la Argentina desapareció mucha gente, nadie sabe cuánta, pero no por disentir de modelos neoliberales salvajes, que de paso cañazo pasan a ser la razón de ser del golpe, o poco menos. Acá desapareció gente
vinculada a los grupos guerrilleros que asolaban el país, como todo el mundo sabe. El sádico modelo de secuestro y desaparición de personas no estuvo dirigido a quienes se oponían al régimen, que en muy poco tiempo era la gran mayoría de la población, sino contra quienes se alzaron en armas y desde mucho antes del mismo golpe.

Y a todo esto sería bueno que los sarazareros definieran de una santa vez qué cosa es el "neoliberalismo" y sobre todo qué diferencia habrá de haber entre el "salvaje" y el "no salvaje". Muchachos, dejemos la mesa
del café y salgamos a la calle.

El terror al que dicen se encontró sometido el país, se da de bruces con la imagen de las cuadras de las comisarías clausuradas y sin luces, con vallados y garitas con policías armados para evitar el zarpazo de los
salvadores de la patria. Es decir de aquellos guerrilleros terroristas a quienes salen a defender los sarazareros. O las "cárceles del pueblo", o la mimetización y amistad con hijos de militares para ponerles bombas debajo de sus camas.

La lucha contra la dictadura la encarnaron no solamente los grupos involucrados directamente con las Madres o las Abuelas de Plaza de Mayo. Sino también ciertos medios periodísticos, que publicaban las listas de
desaparecidos, como el Diario La Prensa, o el Buenos Aires Herald, o la Revista Humor. Es obvio que entre ellos no había coincidencias ideológicas, demás está decirlo.

También habla este verdadero panfleto de "los gobiernos civiles que no se atrevieron o no quisieron romper los muros de la impunidad". Es decir que todo lo actuado durante el gobierno de Raúl Alfonsín, por ejemplo, no estuvo dirigido a romper tales muros, sino a solidificarlos.

Larguen el vermú que se les está yendo a la cabeza, boys.

Para mal o para bien, el gobierno de Alfonsín, con el cual jamás hemos comulgado ideológicamente, envió a los Tribunales a las Juntas Militares, y se bancó los aprietes "carapintadas" y también el embate de una izquierda absurda y naif en La Tablada. Durante ese gobierno fueron juzgados y condenados los capitostes de la acción terrorista de Estado.

Con errores y con renunciamientos, eso se hizo. Y eso no es no querer o no atreverse sino todo lo contrario. El cinismo, cuando pasa ciertos límites, se vuelve ridículo. En esto están los sarazareros.

No vamos a avanzar aquí sobre las afirmaciones respecto del gobierno del Matrimonio Kirchner porque no nos interesa rebatir a incondicionales del actual régimen, que entendemos se rebaten solos con los antecedentes que comentamos.

La "solicitada" termina diciendo que no hay que olvidar el pasado oprobioso, hace una referencia a "construír ciudadanía", frase vacua y estúpida si las hay pero que tiene la marca en el orillo de los sarazareros, y también nos invita a mirar hacia el futuro.

De todo esto se deduce lo siguiente, aproximadamente.

Que aparte de los malos de la película señalados al comienzo, resulta aborrecible y empobrecedor el "neoliberalismo", peor aún si es salvaje.

Y que todo ello es posible únicamente mediante la aparición de una dictadura asesina que ocupe el poder con el apoyo de todos los beneficiarios, es decir de los malos de la película.

En esta nueva Argentina "renacida de sus cenizas" un nuevo gobierno peronista está vigente, como lo estuvo en los años 70 cuando las corporaciones y los medios monopólicos hicieron de las suyas, según los sarazareros. Un gobierno peronista sucedió a Alfonsín y reformó la constitución para ser reelecto. Un gobierno peronista está instalado en el país desde 1989, excepto el interregno delarruista, que contaba en
sus filas con un vicepresidente peronista, y un ministro de economía ad hoc. Pero resulta que ahora, el gobierno peronista es otro, no el mismo, (parafraseando a Borges). Y esta vez sí.

Esta vez resurgimos de las cenizas. No existen las corporaciones, no existe el capitalismo de amigos, no existen los monopolios de prensa a cargo del Estado, Y tampoco existen sectores civiles subordinados,
porque ciertos empresarios que preferimos no nombrar, no se han llenado de plata gracias a su "amistad" con ciertos pingüinos patagónicos. No existen persecusiones ideológicas. No se falsean datos estadísticos. No
se maneja la "caja" según los apoyos que se reciben. No se le miente a la gente desde programas de televisión inconcebibles. No se dictan leyes estupidas que entre tantas aberraciones pretenden que se anuncie el comienzo y el fin de los "espacios publicitarios" en los medios. No se llena de propaganda política del gobierno a programas deportivos. No.

Hoy, como dice el panfleto, estamos en el camino de una democracia ética e inclusiva. No nos cabe la menor duda.

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