domingo, 20 de noviembre de 2011

ALTA EN EL CIELO … EN VUELO CONFLICTUAL



Por Malú Kikuchi (20/11/11)

¡Cómo no recordar emocionados el “Saludo a la Bandera”, cantado mirando la azul y blanca, convencidos que era la mejor bandera del mundo (y lo es, a pesar de los gobiernos), antes de empezar las clases del día!
“Alta en el cielo un águila guerrera, audaz se eleva en vuelo triunfal, azul un ala del color del cielo, azul un ala del color del mar”. (*Aurora)
¡Qué mejor eslogan para nuestra línea de bandera, que debajo de su nombre, Aerolíneas Argentinas, diga, “alta en el cielo”. Desgraciadamente, AA nos avergüenza, no merece llevar los colores de la patria, ni evocar su canción, tan entrañable para los que estudiamos acá.
Aerolíneas Argentinas, que nació de la fusión de 4 empresas de aeronavegación que se incorporaron al estado en los 50, 1° presidencia de Perón, creció, fue una gran empresa, marcó rumbos en Latinoamérica y empezó a decaer, al compás del país que representaba.
En los 90 se privatizó. Muy mal. Pasó a formar parte de Iberia en una empresa mixta. Luego, ya bastante desguazada, la compró el español Antonio Marsans. Funcionó cada vez peor. Al borde de la quiebra, Argentina decide comprarla y hacerse cargo de las deudas, US$960 millones.
¿Por qué los argentinos tenemos que pagar esa deuda? Alguien en el gobierno ha de conocer la respuesta. Acto seguido, en uno de esos ataques de irracional nacionalismo, el congreso vota la re estatización de AA. El pretexto es tener una línea de bandera, que no tienen ni EEUU, ni Brasil, ni Japón. Una línea de bandera no asegura la grandeza de una nación.
Argentina se hace cargo de la deuda, la empresa hoy está operada por el gobierno y sigue a nombre de Marsans. Tiene sus ventajas, el Juez Griessa de Nueva York, no puede embargar aviones de AA porque no le pertenecen al estado argentino, aunque los pague y los mantenga (mal).
La dirección de una empresa tan compleja como lo es una de aeronavegación, se le entrega a Mariano Recalde, abogado, en ese momento 37 años, sin ninguna experiencia previa de gerenciamiento, pero hijo de Héctor Recalde, diputado FPV, abogado de la CGT, y por si fuera escaso el currículum, Mariano es amigo de Máximo Kirchner. ¡Bingo! Todos estos méritos acreditan un sueldo de $80.000 mensuales, que pagamos entre todos, los que viajan en avión y los que nunca lo harán.
Mariano Recalde nombra en puestos claves, con sueldos acordes al suyo, a jóvenes que militan en la Cámpora. Otra vez, mérito suficiente. Por ejemplo, el gerente ¡técnico! de AA, es Javier Rodríguez, economista especializado en ¡agronomía! Porque los vuelos, se siembran.
Imposible obtener balances de AA sobre su situación económica, a pesar de la ley de acceso a la información pública. Dicen que AA pierde US$2 millones diarios. Dicen que en 9 meses 2011 lleva perdidos US$624 millones. El secretario de transporte de la nación, Schiavi, reconoció que pierde US$500 por año, y que el fin de semana pasado, cuando la presidente canceló las salidas internacionales de la empresa, ésta perdió US$20 millones. Sean las cifras que fueren, pagamos nosotros.
En tiempos de Marsans, AA tenía 9.500 empleados, hoy, línea de bandera, 11.000 empleados, 1.100 pilotos (sueldos de US$10.000 a 15.000). Según la Air Transport World, AA es la 2° empresa aérea que perdió más dinero en 2010 y la que tiene la mayor relación de empleados por avión, 34 aviones, 32 pilotos por avión. Entre enero y septiembre 2011, AA canceló 16.583 horas (hay que contar los vuelos suspendidos por las cenizas del Puyehue). Pagamos nosotros.
Sume a todo este carísimo disparate, que AA, y todas las empresas aeronáuticas que operan en el país, están regidas, gobernadas, extorsionadas y/o presionadas, por 7 sindicatos que pelean entre sí por espacios de poder y de negocios, a favor del gobierno o contra el gobierno. Pierden los pasajeros.
Entre la Asociación del Personal Técnico aeronáutico (Cirielli, ex subsecretario de transportes de la nación en tiempos de Ricardo Jaime), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (López Tamayo), las otras, y los controladores de vuelo (ANAC), que hasta hace unos años estaban en manos de la Fuerza Aérea, con K pasaron a manos civiles, y hoy han vuelto a la Fuerza Aérea (decreto presidencial N°1840, 14/11/11), el panorama no es promisorio.
A cargo de los controladores estaría el ex titular del Comando de Regiones Aéreas, Brigadier Mayor Marcelo Ayerdi, 5° en la cúpula aérea y hermano de Jorge Ayerdi, quien debió renunciar a la jefatura del aeródromo de Morón, a causa del escándalo de los hermanos Juliá, que llegaron a Barcelona con el avión cargado de cocaína.
Agregue que algunos sindicatos responden a la CGT oficial (Moyano), otros a la CGT de Barrionuevo y otros a la CTA. Por si esto fuera poco, entre el sindicato de camioneros, Pablo Moyano, y la empresa suiza de catering aéreo, existe un serio problema que pareciera va a terminar con la ida del país de los suizos. Dicen que hay un funcionario que quiere hacerse cargo del negocio y dicen que un sindicato (uno de los 6), apoya al funcionario.
APTA sostiene que el fin de semana anterior no aplicaron medidas de fuerza “ni encubiertas ni descubiertas”, mientras que el ejecutivo dice que el “cese de actividades fue ilegal, extorsivo y absurdo”. Esa es la razón por la cual ANAC vuelve a manos militares. El 16/11, los 12 operadores de Ezeiza (APTA), no cubrieron el turno de 18 a 23 horas “por no estar en condiciones anímicas para hacerlo”, dice el ministro de defensa Puricelli. En Ezeiza se requieren sicólogos.
Mientras Aerolíneas Argentinas, “alta en cielo”, operada por el estado (y mantenida por nosotros), siempre a nombre de Marsans, pierde plata que hace falta en escuelas y hospitales, los sindicatos toman de rehenes a los pasajeros, el gobierno nombra gente joven y de la Cámpora, esos son los requisitos para dirigir la empresa, nuestra línea de “bandera”, hoy es un conventillo de baja estofa, un sainete barato, que no hace reír. Disculpe, pero como en el tango, “se me pianta un lagrimón”.
“Alta en el cielo un águila guerrera, audaz se eleva en vuela triunfal, azul un ala del color del cielo, azul un ala del color del mar” ¡Pobre Argentina!
*Aurora: 1° ópera argentina, música de Héctor Panizza y texto del italiano Luigi Illica (autor de los textos de La Bohéme y de Mme Butterfly), estrenada en el Colón el 5/9/1908. Por decreto nacional en 1945, el aria principal de la obra, ya traducida al español, fue declarada “Saludo a la bandera”.

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