sábado, 26 de noviembre de 2011
POR SUPUESTO QUE NO ES EL ESPÍRITU SANTO
La presidente Cristina Kirchner encabezó el acto de inauguración del nuevo hangar de Aerolíneas Argentinas (AA), en el Aeroparque metropolitano Jorge Newbery. De esa manera fue anunciado el acto por la Presidencia de la Nación.
Como es casi usual, el anuncio refleja una mentira. Una mentira flagrante y evidente.
Inmediatamente después de las palabras de la presidenta Cristina Kirchner, la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), que conduce Ricardo Cirielli, cuestionó ayer el hangar inaugurado en Aeroparque con el argumento de que no se trataba de uno nuevo, sino de la simple remodelación de uno antiguo. "Dicho hangar no fue construido por la actual gestión estatal, sino que tiene un cuarto de siglo de antigüedad y es alquilado a Aeropuertos 2000, habiendo sino utilizado en el pasado por las aéreas CATA, Lafsa y LAN Argentina", dijo.
El estilo del discurso que la presidente pronunció en esa ocasión. adoptó la estructura de la mayoría de sus últimos discursos.
Vestida de negro (“look” adoptado después del fallecimiento de su esposo) seguramente para estar a tono con su permanente invocación a “El”, el perverso y maligno fantasma, que por otra parte es el responsable directo del caos en AA.
Apeló a los sentimientos, al volver a relatar cuestiones emotivas personales que no tienen nada que ver con el objeto de discurso, hizo chistes, en oportunidades habló como Doña Rosa discutiendo con el verdulero en una feria de barrio, defendió a la “Agencia de Colocaciones La Cámpora”, estuvo nuevamente al borde de la ya conocida escena teatral de la congoja y el llanto, explicó los denodados esfuerzos y sacrificios que está realizando por el país y fustigó fuertemente a parte del personal de AA al cual adjudicó la responsabilidad del actual desastre de esta empresa que se está devorando los fondos estatales, nuestro dinero.
Siempre la culpa la tienen los otros. Ni un atisbo de autocrítica, ni un atisbo de humildad. Solo buscando justificar una de las desastrosas medidas que adoptó el fantasma, que seguramente andaba rondando dentro del remozado hangar. Solo ira y agresión.
En vez de calmar las aguas, echó leña al fuego. En vez de instar al diálogo, a la racionalidad y al acuerdo atacó, insultó y fustigó a los que no pensaban como ella.
Se la notaba irritada, casi histérica, se evidencia claramente que está sufriendo de una necesidad física o psíquica. ¿o estaba representando teatralmente el papel?
Cristina debería pensar más y mejor. Debería bajarse del pedestal y permitir ser asesorada por profesionales en el tema.
AA no es un empresa como las demás. No está en juego solo la productividad ni la rentabilidad. Está en juego nuestro prestigio internacional y más importante aún, la vida de las tripulaciones y pasajeros. Lo que se le imputó al presidente y a los dirigentes de AA es principalmente la falta de seguridad en los vuelos.
Pobre Cristina, Todo mal. Un presidente no debe hablar de esa manera. Ese discurso lo podría o debería haber pronunciado alguien de una instancia inferior y ella preservarse para ser la última posibilidad en la resolución de problemas.
De mala manera, con visible estilo autoritario, defendió al amigo de su hijo Máximo, el presidente de la empresa, y expresó esta lamentable frase “A Recalde no lo puso el Espíritu Santo, lo puso esta Presidenta”.
La frase, más que lamentable, es verdaderamente estúpida. Evidenció su soberbia exacerbada. Ella, y únicamente ella es dueña exclusiva de la verdad.
Por otro lado el Espíritu Santo jamás habría cometido semejante torpeza, casi una herejía.
Si los gremios piden justamente la remoción de Recalde por ineptitud e ineficiencia y por ser responsable del caos existente, por carácter transitivo, la mayor responsabilidad cae en quien dispuso que este personaje no calificado para tamaña responsabilidad, cubra ese importante cargo.
Lamentable, la Reina sigue gobernando con el estilo de su difunto esposo. Agrediendo y atacando. Pero hay una diferencia con el occiso. Antes de atacar a Moyano y por ende a la CGT, prudentemente profundizó su alianza con los empresarios e industriales.
“Dividir para reinar”… pero malo para el país.
25-Nov-11 Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL
alfredo@weinstabl.com.ar
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario