miércoles, 23 de noviembre de 2011

INKISICIÓN


¿Por la Fuerza de Él? Moreno trabó el ingreso de Biblias al país
¿A quién habrá que rezarle ahora? ¿A Néstor Kirchner? ¿A 'San Moreno'? Las Biblias, y otros materiales religiosos, permanecerán trabados en la Aduana.

En su cruzada contra los libros importados, el polémico funcionario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, bloqueó material religioso. Y la principal afectada por la medida, para "equilibrar la balanza", es una entidad sin fines de lucro.

Es así como la Aduana mantiene frenados en sus galpones una serie de embarques que albergan, entre otros artículos de similar tenor, una copiosa cantidad de ejemplares del libro religioso por excelencia en la Argentina.

Se trata de alrededor de 100.000 Biblias y otros libros interpretativos como diccionarios o concordancias bíblicas -similares a índices onomásticos-, que están demorados por la Secretaría de Comercio Interior desde el pasado 15 de septiembre.

Desde la Sociedad Bíblica Argentina (SBA), indicaron que "el freno causó sorpresa en tanto no se trata de publicaciones con las que se busca un rédito económico".

"La Sociedad Bíblica Argentina es una entidad sin fines de lucro. En todo caso, importamos el material por cuestiones de costos y para que después podamos hacer llegar a la gente la Biblia, de forma gratuita o a un precio muy bajo. Igualmente, hay catálogos que no se hacen en el país por cuestiones tecnológicas y sí o sí debemos importarlos", aseguró un alto representante de la entidad al sitio 'iProfesional'.

El material religioso se ve alcanzado por la misma medida que, aunque ahora en aparente declive, bloqueó el ingreso a la Argentina de hasta 2 millones de libros provenientes de países como España, Colombia, Brasil, China, USA e, incluso, Gran Bretaña.

"Si se dijera que esto es una empresa que obtiene ganancias por su actividad comercial, quizá sería comprensible. Ahora vamos a ver qué podemos exportar desde la sociedad para compensar todo lo que importamos", agregó el mismo vocero.

En septiembre pasado el Gobierno reconoció que levantó un cerco para limitar el ingreso de la bibliografía producida en el exterior en un intento por desalentar la importación y, en paralelo, apuntalar la impresión a nivel local.

Tras el estallido de la polémica, finalmente se cerraron una serie de acuerdos, tanto con la Cámara Argentina de Publicaciones (CAP) como con la Cámara Argentina del Libro (CAL), mediante los cuales ambas entidades se comprometieron a "equilibrar sus respectivas balanzas comerciales".

Con plazo estipulado para fines de 2012, las empresas del segmento editorial deberán, como ya sucede en el ámbito automotriz -con todas las diferencias evidentes-, exportar algún tipo de producto local para poder ingresar material importado.

Pero la celebración de estos acuerdos no implicó la instantánea liberación de los libros apilados en la Aduana.

Al respecto, desde la CAL aseguran que "todavía hay despachos" que se encuentran retenidos. Y agregaron que "demorará varios días regularizar el ingreso" de la bibliografía.

En tanto, desde la CAP expresaron algo similar. "Hasta el viernes de la semana pasada no se pudo empezar a sacar nada de la Aduana. Ahora tenemos el compromiso de producir más en el país. La gran mayoría de las empresas están comenzando a retirar, sin grandes restricciones, los libros bloqueados", comentó Carlos Arias, gerente de la CAP.

Más allá de este testimonio, lo cierto es que puertas para adentro no son pocos los empresarios que reconocen que el grueso de sus compras siguen demoradas por Moreno.

"El tema es que nadie lo va a reconocer a esta altura, por temor a que el Gobierno rompa lo acordado. Aunque complica el negocio de muchos, hay empresarios que, con esta decisión de producir más y exportar, se ven favorecidos para ganar dinero", afirmó un experto del segmento editorial en estricto off de récord.

"Entonces, por presiones o directamente miedo a lo que pueda hacer Moreno, casi nadie dice con nombre y apellido que la situación en la Aduana sigue complicada", añadió.

Desde la Sociedad Bíblica Argentina (SBA) su director general, Rubén Del Ré, confirmó las complicaciones al momento de ingresar Biblias importadas al país.

"Son alrededor de 100.000 ejemplares y también está frenado el ingreso de los libros que se usan para interpretar algunos textos especiales", comentó el ejecutivo.

El tenor de la cifra habría aumentado de forma acelerada hasta el presente. Hace dos semanas, el portal Pulso Cristiano -que expuso el problema desde su aparición- alertó sobre el cerco que bloqueaba la entrada de unos 40.000 libros sagrados. Desde ese lapso hasta ahora, "algunas cosas se complicaron un poquito más y por eso el número se elevó", señaló Del Ré.

"Nuestros libros llegan de centros de producción en Brasil, Colombia, China o Corea. Las Biblias las importamos por una cuestión de escala. Podemos conseguirlas a un mejor costo en el exterior. Después hay otro tipo de material que lo traemos de afuera porque en el país no existe la tecnología para producirlo", puntualizó.

Del Ré sostuvo que "hay ciertos catálogos que no se pueden hacer en la Argentina por limitaciones técnicas". "En cuanto a las Biblias, comprarlas hechas en el país nos sale, hoy por hoy, prácticamente el doble lo que cuesta el mismo libro en el exterior", aseguró el entrevistado.

Ante el insólito pedido de que una entidad sin fines de lucro "equilibre su balanza", desde la Sociedad Bíblica Argentina ya evalúan algunas opciones para operar bajo las exigencias del Gobierno y poder así mantener un cierto cupo de importación.

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