VENENO CONTRA ASSEFF

""Asseff, por otra parte, está siendo observado atentamente por Diana Conti y otros diputados ultrakirchneristas, que hasta pensarían en objetar su ingreso a la Cámara sobre la base de un informe de la SI (ex SIDE) que rememora su actuación en el equipo político del almirante Emilio Massera, en tiempos de la ESMA y cuando éste se proyectaba para ser el candidato presidencial de la salida electoral del proceso militar.""Por Alexis Di Capo para el Informador Público(Con el pseudónimo de “Alexis Di Capo”, Carlos Tórtora )
En septiembre pasado Tórtora había lanzado su veneno contra Alberto Asseff. Como nada puede reprochársele en su austera y ejemplar vida política y personal, usó lo de siempre: que tuvo contacto con un personaje execrable, en este caso con Massera.
Asseff refutó la infamia de un modo tan contundente como veraz: a Massera lo nombró comandante el general Perón y en ese carácter lo había invitado a Asseff para un diálogo institucional cuando Asseff, también nombrado por Perón, era presidente de HIDRONOR la empresa estatal que construyó El Chocón entre otros emprendimientos hidráulicos en la cuenca del Limay. Fue en 1973.
El contacto pues fue idéntico al de centenas de dirigentes peronistas, radicales y de todos los colores y pelajes tuvieron con un jefe de una de las fuerzas armadas en el lapso constitucional 1973-1976. En cualquier acto oficial se encontraban todos juntos.
Todos vivimos en la Argentina y no estamos aislados. Massera fue jefe de la Marina. Nos guste o no fue un hecho. Es inadmisible que el mero hecho de haber conversado con él sea sinónimo de delito. Si así fuera habría millones del ‘delincuentes’ y la Argentina sería un vasto escenario de “caza de brujas” (algo de eso pretenden muchos desquiciados).
Debemos evitar por todos los medios, y con aplicación del más denodado esfuerzo, no caer en ese mundo de reptiles en que se desparrama excremento a diestra y siniestra. Pareciera que es una tendencia que salpica hasta al más insospechado al punto de que a Obama se lo acusa de africano musulmán ( como si ambas condiciones fueran criminales de por sí) y a Arturo Frondizi no lo dejaron en paz enrostrándole que era comunista porque en los treinta se había vinculado a un organismo de defensa de los derechos civiles impulsado por el PC.