sábado, 30 de junio de 2007

KIRCHNER: JAMÁS EN SU TUMBA

Cuando los pronosticadores políticos aseguran un futuro venturoso a todo lo que tiene que ver con el kirchnerismo, el observador desapasionado se hace, con certeza una pregunta: ¿ Por qué le tiene que ir bien, si hacen todo mal ?. Luego, los hechos, le dan la razón a aquel que no es prebendario , al que no ha sido comprado o coptado por el "filo" kirchnerista. Podríamos llamarlos los "filo kirchneristas".
Por supuesto, en el riguroso análisis que el presidente hace de la realidad que lo golpea, no existe la culpa propia. Estas son siempre ajenas. Curiosamente, el Señor K ataca con dureza a la prensa independiente, acusándola de pretender a toda costa que pierda. En el medio de otro ataque dijo: "Hoy a la mañana veía los análisis, la esquizofrenia de algunos periodistas. Ya no sé qué hacer". Honestidad rayana con la locura. El propio presidente asegura que no sabe que hacer. Y a confesión de partes ... Toquecito de humor en la interpretación, claro.
El kirchnerismo tiene un desprecio a flor de piel por los que votan otra cosa, y por lo que opinan otra cosa. El propio Filmus cometió en su discurso post morten dos errores garrafales, de los que la democracia no debería absolverlo: jamás nombró a Macri cuando saludó al candidato triunfador y, encima, dedujo que a su fórmula la habían votado "los que piensan". Como argumento contrario, los que votaron al ganador son los que no piensan, Es el mismo candidato que tras la primera vuelta, hace tres semanas, señaló a una sociedad que "se equivocó". Sus palabras de antes y de ahora exudan cierto mesianismo y una cuota no menor de arrogancia.
Al kirchnerismo le fue mal siempre. Aun en la primera elección. Deberíamos recordar que en la presidencial que consagró la fórmula Kirchner-Scioli, los ganadores de la primera vuelta fueron Menem-Romero. Perdió en Misiones, Río Negro ( el triunfo fue radical), Neuquén, Catamarca ( El acuerdo es anterior a su estrellato), perderá en San Luis, Santa Fe, La Rioja, Corrientes ( También existía la coalición) , quizás sea derrotado hasta en Mendoza, la tierra de su socio Radical K. Y deberá tener mucho cuidado en Buenos Aires: . Un duhaldista que hace gala del humor suele decir que en Buenos Aires el duhaldismo está intacto; sólo sucede que lo maneja pasajeramente, agrega, otro jefe, que es Kirchner. El poder del Sr. K es solamente transitorio. Se lo prestaron y parece que aun no se dieron cuenta ni el presidente ni aquellos que lo acompañan. Los peronistas, se sabe, solo apoyan a los ganadores... Y no mueren con los derrotados. Podrán acompañar a Kirchner hasta el cementerio. Pero jamás se meterán en su tumba.
(Fte. Los girasoles)

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