viernes, 22 de junio de 2007

LA ALGUNOCRACIA

Con el señor K y sus amigos, es muy difícil ser independiente. Y es también sumamente complicado pensar, por ejemplo en el valor de las palabras. El diccionario de la Real Academia Española define la democracia como 1. f. Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno. 2. f. Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado. Y de pueblo dice: Conjunto de personas de un lugar, región o país. Gente común y humilde de una población. Pero en el mundo del Atrilero, parece que ambos conceptos están tergiversados. En su gobierno, hasta el concepto republicano de la Constitución queda vaciado de contenido. En el mundo de " The Penguin" nadie delibera, ni los representantes del pueblo. Está claro que los Legisladores oficialistas son simplemente correveidiles del poder cuasi fáctico que se instaló en el país. El resto se ignorado. Y por supuesto, el pueblo ni siquiera tiene la posibilidad de saber que piensa el señor K, ya que jamás un periodista independiente pudo estar cara a cara con el primer mandatario.
En el pequeño reino del sureño, el pueblo se limita a su circulo áulico. El señor K cambió el concepto de democracia por el de aicarcomed. O sea, es obvio, todo al revés. Se gobierna con y para los amigos. Se miente permanentemente. Se olvida la historia. O al menos, dicho esto con respeto, se la mira con un solo ojo. El matrimonio gobernante y sus amigos, en la tan cuestionada década del 90, probablemente hayan estado en Júpiter. Autistas, tienen su propia visión de la realidad. Crean su propia realidad. Y así sobrevuelan sobre el pasado de la Argentina, bajando solamente donde quieren y cuando quieren. El presente no existe fuera del que ellos ven. El futuro es únicamente el que los tiene como protagonistas. La democracia, en síntesis, el gobierno de todos, es para el kirchnerismo dominante, solamente la algunocracia. Y esos "algunos", son cada vez menos.

La mugre arriba de la alfombra
Concluido el proceso electoral en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los resultados fueron contundentes. El PRO estuvo apenas a 4 puntos de llegar a la cifra anhelada. Obtener un 46% de los votos emitidos no es poca cosa. Sacar más del 22% de ventaja al segundo tampoco lo es. Ciertamente, parecería se cosa juzgada la elección capitalina. Lo repito: La elección capitalina. Claramente esta cuestión, que ya se supone dirimida, debería ser una cuestión a resolver únicamente entre los porteños. Los candidatos, también en este juego de hipótesis naturales, tendrían que valerse de sus recursos, equipos , proyectos, para interesar a los votantes. Además, por supuesto, es lógico que, conociendo al idiosincrasia de los hombres y mujeres que habitan la capital de los argentinos, las campañas, sean inteligentes, tranquilas, respetuosas. Y se supone que así piensan también la mayoría de los candidatos. Y , claro, Mauricio Macri. Y seguramente, por su perfil cultural, también el profesor Daniel Filmus. Pero.. Con su incontinencia verbal, el presidente decidió tomar parte activa de la campaña. Obviamente, olvidando su rol y representatividad. Y bajando el nivel del debate en forma lamentable. Mugre. Solamente mugre reparte el señor K cuando hace política. Y se siente tan impune, que ni se preocupa por esconderla bajo de la alfombra. La deja arriba... Ostentosamente. Suponiendo que a los argentinos les gusta ver sucio a su país. El señor K se sigue equivocando. Supone que el sastre finalmente le hizo el traje con los hilos de oro. Pero no faltará el niño que de una vez por todas se anime y diga: ¡ Pero el rey está desnudo !
Fte:Los girasoles

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