UN GOBIERNO CADA VEZ MÁS VERGONZOSO
En nuestros casi doscientos años de historia hemos visto o presenciado muchos gobiernos de diferentes características y particularidades. Algunos verdaderamente atípicos e insólitos.
Pero nuestro actual gobierno, sin lugar a dudas tiene características tan particulares y únicas que es difícil encontrar algo similar o parecido no solo en nuestra cambiante y rica historia, sino también en el mundo más o menos civilizado.
Dentro de muchísimas características particulares, casi todas negativas, las más salientes son un altísimo y descarado grado de corrupción, una permanente y constante violación y trasgresión de las leyes y la Carta Magna, el imperio desvergonzado de la mentira y el engaño y el comportamiento absolutamente antisocial, incivilizado y reñido con las más elementales normas de educación y convivencia de los diferentes actores del gobierno.
No es el propósito de esta nota hacer la enumeración de la larga lista que constituyen las características enumerada, ya que el artículo sería demasiado extenso y por demás ya son bastante conocidos por la opinión pública. Simplemente destacar los hechos ocurridos en las últimas semanas.
Hay un dicho popular “que a los amigos se los conoce en los momentos difíciles”. De la misma manera podríamos expresar que en momentos de convulsión, intranquilidad o revuelo político se destapan las ollas (y emerge la podredumbre) . Y en estas últimas semanas los escándalos de toda índole están surgiendo por doquier mostrando la tremenda corrupción en todos los niveles del gobierno.
Corrupción que se sospechaba desde ya hace mucho tiempo atrás. Cuando no existe la división de poderes que son los que se controlan mutuamente puede esperarse cualquier cosa. Los superpoderes, el manejo discrecional de los fondos del país, el sistemático ataque a la prensa y los inconvenientes que se van poniendo en el camino para obstacularizar la formación de una oposición institucionalizada, hace que el ejecutivo sea cada vez más hegemónico, arbitrario y autoritario con el grave riesgo que ello supone para un sistema democrático.
El especialista alemán en Derecho Constitucional Karl Loewenstein en su conocido libro “Teoría de la Constitución” dice “...que el Poder tiene un carácter demoníaco y que cuando no está restringido y limitado, el poder se excede. Nunca el hombre con Poder ilimitado lo ejerce con moderación y comedimiento. El Poder lleva en sí mismo un estigma y únicamente los santos podría resistir la tentación de abusar del poder”.
¿Ud. cree acaso que precisamente Kirchner es un santo?
Casi podríamos pensar, y con adecuados argumentos, que en el gobierno se ha formado una “estructura estatal delictiva para la corrupción” de la cual, por simple deducción, el jefe es “nuestro presidente”
“Julio De Vido maneja con absoluta discrecionalidad fondos públicos y es auditado por su esposa. Felisa Miceli guarda las coimas recibidas en el placard del baño de su despacho oficial. Nilda Garré -ex-montonera y actual ministro de Defensa- exporta armas a precio vil sin saber lo que son. Romina Picolotti -secretaria de Ambiente y DS- nombra a sus hermanos, primos amigos y novios, alquila jets privados y realiza otros pequeños gastos. Guillermo Moreno manipula las estadísticas oficiales, amenaza a los empresarios y atropella a funcionarios públicos honestos.” (1).
En la última semana tres hechos escandalosos relacionados con la actividad del gobierno volvieron a conmover a la opinión pública.
La intolerancia, desinterés por la opinión de la gente del campo y falta de consideración y respeto por la conducta del funcionario del gobierno, en la ceremonia oficial de inauguración de la tradicional exposición anual de agricultura y ganadería en La Rural, constituyó uno de los papelónes y escándalos semanales del gobierno. Faltó con su acostumbrada costumbre y estilo de no dar la cara, el presidente Kirchner.
Y el segundo escándalo sin lugar a dudas un episodio más de la desenfrenada y descarada corrupción del gobierno de Kirchner, el insólito episodio ocurrido en el aeroparque “Jorge Newberry” con el maletín con U$S 8000.000.- en efectivo, no declarados y con un misterioso destino, pero fácilmente imaginable.
Y como último punto verdaderamente grotesco de ser cierto, la información que circula por los medios cibernéticos, que la Dra. Fernández de Kirchner no sería Dra. (¿¿??) De ser verídica esta información el gobierno pierde totalmente la credibilidad ya peligrosamente comprometida.
Mientras tanto Kirchner, considerando que algunas de sus personas más allegadas están siendo sospechadas por actos de corrupción, sigue con absoluta desfachatez en sus monólogos informativos expresando, mientras agita las manos en el aire en un gesto casi teatral y burdo, “tengo las manos limpias”.
¡Que ironía!
12-Ago-07
Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL
alfredo@weinstabl. com.ar
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario