Cianuro + Febres: Yo no fui...
Por la muerte del ex prefecto acusaron de homicidio a la familia de Febres.
¿Qué peligro representaba Febres hablando en su última intervención al darse la sentencia?
Una muerte al estilo terrorista.
Por Juan Carlos Sánchez
Parece ser una muerte – señal. Hay mejores formas de librarse de alguien molesto, por ejemplo el digital. Así podrían aseverarlo algunos muertos famosos de serles concedida la gracia de volver y declarar. Muertos que murieron de muerte natural (otros de curiosos accidentes) sin rastros de compuesto químico alguno que pusiera dudas sobre su deceso.
Este envenenamiento con cianuro es igual al método empleado por los ex terroristas cuando enfrentaban la posibilidad de la detención. Lo relata así Alberto Amato en un artículo titulado “Un veneno poderoso que mata en pequeñas dosis” publicado en Clarín el 14 Dic 07:
“Antes de caer en manos del grupo de tareas de la ESMA, los miembros de la guerrilla peronista Montoneros preferían tragar una píldora con cianuro. Lo hacían para no verse sometidos a las terribles torturas que, entre tantos otros, aplicaba con especial saña el prefecto Héctor Febres, que murió el lunes envenenado por cianuro y por propia decisión o por decisión de otros. Para un país tan amigo de los símbolos como la Argentina, la parábola es casi perfecta.”
Termina la nota con una sentencia dramática: “También se lo elige para silenciar voces potencialmente peligrosas.”
De la lectura entre líneas de la nota referida se pueden sospechar dos trazos argumentales: Una, la relación entre la muerte de los terroristas y de Febres por eso de que “el que a hierro mata a hierro muere” que se parece a una advertencia y la otra a modo de exhortación que ser una voz potencialmente peligrosa resulta peligroso para esa voz.
Algo más: Si solamente la familia y los guardianes estaban en contacto con Febres y son sospechados por la justicia, la peligrosidad de esa voz ya acallada comprometía, entonces, a ellos; familia, amigos de la familia o a la institución a la que pertenecía Febres y que estaba encargada de su custodia. Ese es el mensaje escondido tras el análisis de la noticia: Direccionar la responsabilidad hacia la derecha represora. Pero hay una falla sensible: La capacidad que tienen los elementos residuales y los nuevos incorporados al terrorismo nacional (desde el internacional) de producir el hecho que comentamos.
Veamos. Si desde la clandestinidad, perseguidos por las fuerzas nacionales, cercanos a la derrota militar en la guerra desatada, fueron capaces de los asesinatos y masacres que llevaron a cabo, ¿qué más pueden hacer con la complacencia del oficialismo que los idolatra?
Un ejemplo: Contra toda la organización policial y militar en su mejor momento operacional pudieron colocar la bomba en Coordinación Federal. En estos momentos, alicaídos moral y logísticamente las fuerzas nacionales, todo es más fácil. Por todo esto y mucho más, cuesta creer que cargarle el muerto a la familia o a los camaradas de Febres no deja de ser una hipótesis política y de oportunidad.Y algo más: ¿Son tontos los familiares de Febres y los custodios como para dejar tantas pistas incriminatorias?
Un dato no menor que registra Página12 en una nota firmada por Adriana Meyer del 15 de Diciembre del corriente (http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-96212-2007-12-15.html ) es que la última visita familiar no fue registrada en el libro de visitantes. De planificarse un homicidio o el facilitamiento de un suicidio, lo lógico hubiera sido cumplir con todas las normativas de la prisión o mejor aún, evitar la cena. Según se dice en algunos medios de prensa estas reuniones no están contempladas en el régimen ordinario de visitas y configuran una falta grave con posibles implicancias penales. (Véase la información enviada por la agencia oficial TELAM).(¡Bueh…! Tampoco está previsto en la legislación electoral nacional recibir valijas ni en el plano del Ministerio de Economía de la Nación un baño – caja de seguridad…).
De la nota antes citada de Página12 se extrae el siguiente párrafo: Por la tarde, la jueza recibió a los querellantes Enrique Fukman y Lázaro Gladstein, sobrevivientes de la ESMA, y a la abogada Myriam Bregman, quienes le manifestaron su preocupación respecto de la posibilidad de que se repita lo sucedido con el caso del testigo desaparecido Julio López. “Ahí hubo una enorme demora en reaccionar y las fuerzas de seguridad frustraron una y otra vez las pistas”, declaró Bregman. “La impunidad sigue existiendo porque hay un pacto de silencio entre los oficiales de la Armada que actuaron en la ESMA, y Febres sabía qué pasó con los cinco mil desaparecidos”, afirmó Fukman. En la puerta del juzgado de San Isidro, la abogada Bregman insistió en que “los represores deben estar detenidos en cárceles comunes”, aunque objetó que “se los amontone” en la prisión de Marcos Paz, donde están alojados varios procesados y condenados por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, porque allí todos juntos “pueden conspirar”.
Analizándolo observamos que:
1. Los querellantes enlazan el caso López con Febres. ¿A ningún fiscal ni al juez de la causa se le ocurrió preguntarle a Jorge Asís por el relato del asado que publicó en su sitio Web y también en PyD? ¿A nadie le interesa de dónde obtuvo Asís la info para contar lo que contó? ¿O a nadie le conviene?2. Cuando los querellantes sostienen que “hay un pacto de silencio entre los oficiales de la Armada que actuaron en la ESMA, y Febres sabía qué pasó con los cinco mil desaparecidos” no agregan nada nuevo. Pactos de silencio hay entre todos los implicados en aquella guerra, en ambos bandos, pero… ¿Cuál es la relación entre la muerte (silenciamiento) de Febres con el conocimiento que podría tener de los desaparecidos? No es el único que lo sabe y no es cuestión de andar repartiendo cianuro por todos lados y para ambos lados… pero subliminalmente con este comentario se responsabiliza a Prefectura y a la Armada y al gobierno militar de la muerte de Febres. Todo cierra.3. Tras esta argumentación sospechada está la intención de que los presos políticos sean trasladados a cárceles comunes. ¡No deben tener privilegios los asesinos! ¡No deben ser funcionarios del Estado tampoco! Ni conformar ONGs subsidiadas desde el presupuesto nacional que es plata de todos, ni contar con medios de prensa propios, ni tener Internet ni diario ni TV, ni gozar de indultos… ¡Paren el mundo que me quiero bajar!Y tampoco tiene que estar juntos en Marcos Paz porque pueden conspirar. Conspirar es privilegio exclusivo del otro bando. Para eso hay oficinas públicas, universidades, Contra-Cumbres marplatenses con Chávez incluido y espacios cerrados donde se puede fumar (porque en la Argentina moderna se puede abortar bajo techo pero no fumar).
En un alarde imaginativo digno de encomio, Sebastián Robles desde Izquierda.info/Rebelión dice: “El mensaje que dejaron sus asesinos a la sociedad es que ningún genocida será condenado; que ninguno de los asesinos hablara y dará datos sobre los crímenes del “Proceso”, que los responsables del Proceso siguen organizados y que el gobierno no quiere o no puede castigar a los culpables en forma efectiva.” (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=60533 ).
Gracioso, pero permite observar que:1. Los muertos no hablan (cuánta verdad, ídolo, lo descubriste…).2. Morirse es mejor que estar preso.3. La pena de muerte no es un castigo al menos tan importante como para tenerlo en cuenta como tal.4. Etchecolatz y el Padre von Wernich son inocentes y lo será el Gral. Cristino Nicolaides a partir de su condena y todos los que sean condenados porque el Gobierno “no quiere o no puede condenar a los culpables.” Ergo, los condenados son inocentes. OK, estamos de acuerdo.
(Nota del Editor: De la nota citada surge la sospecha de que morirán suicidados o asesinados o de muerte natural todos los acusados en las causas por violación de los DDHH. Buscamos socios capitalistas para empresa de servicio de sepelios).
El cianuro como método disuasivo de la palabra
Es eficaz, altamente eficaz. Tiene olor a almendras amargas así que se puede disfrazar en un helado o en una manzana, en un pollo al horno con papas o en una ensalada con aceite de oliva. Pero hágase cargo del muerto si se lo suministró durante la cena, que no esperará a que usted salga tranqui y sin apuro para mostrar los primeros síntomas o hacer lo que debe hacer: Morirse.
Esta mañana por LT9 Radio Brig. López de Santa Fe durante una entrevista realizada por el decano del periodismo santafesino, Carlos Larriera, quedó claro por las respuestas de la profesional médica que de haber sido envenenado durante la cena familiar, los síntomas hubieran sido percibidos de inmediato y la muerte de Febres hubiese ocurrido en poco tiempo.
Según surge de la autopsia la dosis consumida por Febres era altísima, de efecto casi inmediato. Es que la agonía después de tomar este químico de alta toxicidad puede demorar de 1 a 60 minutos y termina, en todos los casos, con un infarto.
Puede haber ocurrido que la familia entregase a Febres el veneno para que este lo consumiese luego, es una suposición tan difícil de probar como que no fue envenenado con el uso de un aerosol o por cualquier otro método.
Porque este agente silenciador puede ser absorbido por la piel, inhalado o consumido en pastillas, cristales, polvo; solo o mezclado con alimentos como en alguna de las recetas antedichas.
Su consumo acarrea problemas adicionales que no lo tienen ni el helado ni el pollo ni el aceite de oliva: evita que las células del cuerpo reciban oxígeno. Cuando esto ocurre, las células mueren y la digestión se hace lenta. No existe yogur que acelere el tránsito en estos casos por más publicidad que le hagan.
Tiene connotaciones militares, lo que lo hace profundamente desagradable para el progresismo vernáculo: El cianuro de hidrógeno, bajo el nombre Zyklon B, se utilizó como agente genocida por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Según lo indican varios informes, es posible que el gas de cianuro de hidrógeno haya sido utilizado junto con otros agentes químicos contra los habitantes de la ciudad kurda de Halabja, al noreste de Irak, durante la guerra Irán-Irak en la década de 1980.
El cianuro es contrario a los sentimientos y a la justa razón: Es más dañino al corazón y al cerebro que a otros órganos, porque el corazón y el cerebro utilizan bastante oxígeno.
Su consumo provoca respiración rápida, agitación, mareo, debilidad, dolor de cabeza, náusea y vómito, pérdida de la conciencia igual que el champán bebido en exceso. El hecho de que la persona presente estos signos y síntomas no significa necesariamente que haya estado expuesta al cianuro.
Pero también y no como el champán, seguidamente provoca convulsiones, presión sanguínea baja, ritmo cardíaco lento, lesión en el pulmón y falla respiratoria que lleva a la muerte.
¿Qué pasará?
Este nuevo problema con que se enfrenta La Heredera Cristina K servirá para distraer la atención sobre los verdaderos problemas de los argentinos, especialmente el de una Navidad que se aproxima de la mano de la inflación y los conflictos sociales. Bien manejado por la prensa cautiva ocultará bajo un manto de cianuro las valijas venezolanas y el papelón con Uruguay.
Como el caso López, no se resolverá nada y si hay culpables aparentes pocos creerán.
Mientras tanto Febres es un testigo muerto de la estupidez nacional que ya es mamarracho, de vivir del pasado sin atender el presente ni mirar el futuro.
Así vamos.
zschez@gmail.com
PyD
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