Feliz 2008 y algunos apuntes de Urgente24 para el nuevo año
Por POR EDGAR MAINHARD
Urgente24 y edicioni.com desean a sus lectores un año 2008 venturoso, que pueda satisfacer sus expectativas personales. En cuanto a lo colectivo, resulta difícil ocultar el temor conque encaramos el nuevo ejercicio, básicamente por el menosprecio que exhiben los gobernantes hacia el grave deterioro social que provoca la inflación.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24 y edición i). Es positivo que una sociedad encare con optimismo el futuro. En especial gente como los argentinos, que hemos padecido hace 6 años una crisis muy grave (ruptura de la Convertibilidad), apenas 12 años después de otra crisis muy grave (hiperinflación).
Sin embargo, no es positivo que tan poco se haya aprendido de las crisis que pusieron al país al borde de la disolución. El gran problema argentino sigue siendo la inestabilidad, y sin embargo por estos días hay una reivindicación de la bonanza inflacionaria cuando la inflación provoca inestabilidad.
No se trata de reivindicar "la paz de los cementerios", tal como dicen los Hugo Moyano, quienes prometen defender a los trabajadores cuando, en verdad, necesitan acumular fondos para que resulte más voluminoso el derecho de pernada ('Ius primae noctis') que aplican a sus propios representados.
No es la estabilidad vs. el desempleo. Los países decentes, no los bolivarianos ni tampoco USA, para evitar comparaciones que distraen tiempo e intelecto, crecen con estabilidad y empleo, porque, en definitiva, el equilibrio es una virtud a la que no renuncian las naciones con futuro.
Resulta elogioso el 'rebote' de la economía argentina desde 2002, apoyada en la considerable infraestructura y capacidad instalada acumulada durante los '90. Si se pudiese elegir un deseo para 2008, habría que elegir la posibilidad de la reflexión serena en lugar de la enjundia desproporcionada, espasmódica y desequilibrada de los Kirchner, para comprender que ni esto es la gloria ni aquello el infierno.
En el año 2002 se rompió la Convertibilidad para imponer un modelo exportador que no ha dado resultados porque desde 2005, y en especial desde 2006, los Kirchner lo reconvirtieron hacia una política económica basada en el consumo doméstico. Resulta increible que, luego de 6 años de tipo de cambio sobrevaluado gracias a un subsidio pagado por la sociedad argentina, resulta que la clave es el consumo doméstico.
Los Kirchner deberían explicarlo pero no lo hacen porque no podrían, y porque nadie se los exige. Ese es otro deseo para 2008: que los argentinos recuperen su capacidad para exigir a sus gobernantes, al menos explicaciones racionales acerca de sus decisiones.
Muchos economistas -inclusive algunos que escribieron en edición i, no tanto en Urgente24- auguran para 2008 una actividad económica comparable con la de 2007. Sin embargo, en lo personal, el año 2008 provoca incertidumbre por el impacto de la inflación y la puja distributiva que puede provocar, en un escenario donde prevalece la demagogia populista y se ignora o desea ignorar la perversidad de la inflación.
Luego, obviamente que para 2008 queda por resolver la sucesión de intrigas palaciegas entre Alberto Fernández y Julio De Vido, la evolución del inédito cogobierno que plantean los Kirchner, el resultado de la pérdida de una brújula para las relaciones exteriores (una Presidenta llega al poder prometiendo acercarse a USA y, de inmediato, se aleja), y el impacto doméstico de una menor actividad en la economía global producto de la estanflación estadounidense (resultado de grandes errores de política económica durante los días de George Bush... y Alan Greenspan).
También queda hacia adelante la búsqueda de un proyecto de país, la deuda con generaciones por la carencia de políticas de Estado, de ética en la administración de lo pública, de transparencia informativa, de 'derrame' de la riqueza, de equidad en la distribución del esfuerzo y de sus resultados, etc. etc.
¿Es posible abstraerse de todo eso e intentar un 2008 productivo en lo personal? Por supuesto que sí. Hay espacios individuales donde no ingresan los arquitectos de las angustias colectivas. Resulta imprescindible preservarlos y fortalecerlos y enriquecerlos. Brindemos por ello.
lunes, 31 de diciembre de 2007
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