¿POR QUÉ NO TE CALLAS?
Por Aksel Marcos
Viernes, 14 Diciembre 2007
Desde las chanzas mas ingeniosas a los análisis políticos mas desopilantes, pasando por pasodobles y cumbias, la frase y el hecho que la originó cobraron un insólito y globalizado prestigio, pero si la reprimenda fue para Chávez ¿Por qué nos callamos nosotros?
Es innecesario aclarar que cuando en un foro se reúnen gobernantes, políticos, banqueros, economistas y catedráticos, no es para hablar de filantropía, fútbol o las próximas vacaciones, pero de lo que podemos estar absolutamente seguros es que el asunto de que se trata es de dinero y además de muchísima cantidad. Apueste por esta presunción que, seguro, no se va a equivocar.
Una mirada al actual mundo globalizado, nos permite una cantidad de lecturas de todo tipo y para todos los gustos, desde un fino análisis de la crisis de las hipotecas en Estados Unidos de Norteamérica, la Unión Europea, Japón y otras grandes plazas financieras, hasta la controversia entre el Rey Juan Carlos de España y el venezolano Chávez tratada, hasta el hartazgo, por medios de todo tipo y en general, de forma jocosa, por el remanido “¿Por qué no te callas?”, espetado por el monarca al verborrágico venezolano. Aunque no se advierta fácilmente, ni aún luego de que, el último mencionado perdiera el referéndum en su país, es muy probable que todo esté unido desde principio a fin por cuestiones de dinero.
No hace demasiado tiempo, desde esta columna, advertíamos que el precio del barril de crudo llegaría a costar cien dólares, en tal ocasión recibimos expresiones en contrario que nos tildaban de agoreros y hasta de apocalípticos tratamiento, mas o menos similar, al recibido cuando, en ocasión de una disertación de uno de los economistas argentinos considerados de “nota”, le planteamos la posibilidad de una crisis en el mercado financiero mundial, quien negó tajantemente tal posibilidad y nos dispensó un trato al mejor estilo “pensamiento único”.
No se trataba de profecías ni de tener la bola de cristal, simplemente hay que mirar con independencia la realidad, ésta hoy, lamentablemente, nos muestra un barril de petróleo rozando los cien dólares y una crisis financiera, cuyos verdaderos efectos y consecuencias, recién podremos advertir durante el segundo trimestre del año venidero.
De momento, el dólar está devaluado en la inmensa mayoría de los mercados internacionales, excepto Argentina donde se lo mantiene en valores artificialmente altos, lo que tiene consecuencias difíciles de analizar cuando uno no vive en Estados Unidos, pero solo a modo de simple mención, a raíz de la política de deslocalización industrial habida en la mayoría de los países industrializados del planeta, que radicaron sus emprendimientos en plazas con legislaciones laborales mas laxas que la de sus propios estados, la enorme mayoría de sus consumos proceden de plantas fuera de sus fronteras, no siendo Norteamérica la excepción, razón por la que, con un dólar devaluado, debe abonar mas cantidad de esa moneda para adquirir lo mismo que antes hacía con menos, siendo que sus habitantes ganan igual y en esa nominación dineraria. Los argentinos sabemos mucho sobre ese fenómeno, ellos no.
Excepto el proceso inflacionario que, de momento, no afecta al Euro, los países de la Comunidad Europea deben afrontar los mismos problemas, no siendo España la excepción y acá es donde hacemos ingresar a Chávez, el Rey Juan Carlos y el popularizado ¿Por qué no te callas?
Chávez es el actual mandamás, aunque haya perdido el referéndum, de uno de los países más importantes del planeta productores de petróleo, lo que no es poca cosa, en tanto que el monarca, representa a un país que, desde los tiempos coloniales hasta el presente, se ha llevado ingentes cantidades de riquezas de nuestro país, en la actualidad, también es proveedor nuestro de recursos financieros “gratuitos”.
La República Bolivariana de Venezuela, nos presta dinero suscribiendo bonos, pero lo hace a tasas exorbitantes, o auxilia a Sancor llevándose una considerable porción de los lácteos producidos por la cooperativa, dejándonos sin suficiente abastecimiento interno, digamos ¡Todo bien!, pero al mejor estilo del socialismo de última generación que encarna Chávez.
Con España no nos va mejor, dejemos la época colonial para la historia, hablemos del presente, las privatizaciones y adquisiciones que realizaron las empresas ibéricas y el propio estado español, no pueden reputarse, tan siquiera, de prolijas, son como para escribir un manual de todo lo que no debe hacerse, comenzando por Aerolíneas Argentinas e YPF y prosiguiendo por cualquiera que uno elija.
Sin embargo, con ellos nos pasa algo interesante, es uno de los países donde mayor cantidad de argentinos emigró durante muchos años y en especial los del pico de la crisis (2000, 2001, 2002), casi todos ellos, dejaron acá sus familias a las que, periódicamente, les envían ayudas económicas, lo que vulgarmente se conoce como remesas de los inmigrantes.
Un reciente informe de las Naciones Unidas, da cuenta de que, en el mundo, se han desplazado unos ciento cincuenta millones de personas, desde sus países hacia otros y que, durante el año pasado (2006) giraron remesas desde, básicamente, Estados Unidos de Norteamérica y Unión Europea a sus familiares residentes en origen, por valor de trescientos un mil millones de dólares (u$s 301.000.000.000.-) magnitud, nada despreciable y con un ritmo de crecimiento del diez por ciento anual, cifra que triplica la de donaciones de países desarrollados a en vías de desarrollo y ya supera, largamente, a la de la inversión directa de aquellos a estos.
En la actualidad, España se ha convertido en uno de los países mas “remesadores” del mundo, habiéndose montado en esa plaza, en Estados Unidos y en otras, toda una infraestructura de servicios para el envío de esos fondos, que van desde los tradicionales giros bancarios, hasta las transferencias instantáneas vía telefonía celular, IP, etc., algunos de cuyos participantes principales informan que, la frecuencia habitual de giros es de siete a once veces por año, siendo América Latina, la región mas beneficiada como receptora del dinero.
Esos fondos van directo desde el remitente al destinatario, no están gravados por tasa de interés alguna y su costo de envío ha bajado desde un abusivo veinte por ciento cobrado por los bancos a un cuatro por ciento requerido en la actualidad por otras compañías alternativas no bancarias o el convencional y gratuito realizado por viajeros, familiares y amigos.
Tal como estamos habituados, los muros, migraciones y legislaciones, impiden y demoran el desplazamiento de las personas, no así del dinero; esos movimientos dinerarios son los que, en alguna medida, compensan las transferencias que las empresas españolas, norteamericanas o de cualquier origen hacen desde Argentina hacia sus casas matrices, habida cuenta de que, los movimientos migratorios no han podido ser morigerados y dada la coyuntura de un dólar y un euro con valores elevados, la circunstancia de las remesas favorecen a nuestro país.
Es tan importante la magnitud que se mueve en ese circuito que, cada año y mas recientemente en Barcelona se reunieron gobernantes, políticos, banqueros, economistas y catedráticos para, según ellos, tratar de ver el modo mas conveniente de que esos fondos ayuden a los países en vías de desarrollo a aliviar la pobreza, aunque nosotros, los escépticos, entendamos que lo que realmente los mueve es la avaricia y la tentación de ver como hacen para tomar algo de esa gigantesca masa de dinero.
Del mismo modo que para todos ellos esa masa dineraria es atractiva, para nuestros países también lo es y es esa, precisamente, una razón de estado por la cual, más allá de ideologías, preferencias, gustos y disgustos, desde el punto de vista de la conveniencia de la nación en general y de las familias receptoras en particular, son mas beneficiosas las buenas relaciones con las naciones “remesadoras” que con las prestamistas.
Hoy el petróleo, si bien necesario, es un recurso agotable y caro, en tanto que las remesas son una genuina maquinaria de desarrollo de la cual, durante décadas, países como Italia o España, pudieron salir de sus profundas crisis, siendo conveniente proteger esas fuentes de ingresos, tal como, otros países lo hicieron y actualmente lo hacen y tal como se hace con diversas industrias o sectores, negociando acuerdos bilaterales y procurando mejores condiciones para quienes, con sus esfuerzos propios, ayudan al país mas que muchos “grandes” empresarios y banqueros que se quedaron con el dinero de la gente y se los llevaron al exterior a financiar allí trabajo ajeno.
Nada de esto es ideológico, sencillamente es necesario para el desarrollo del país y para muchas familias, para ello se requiere tener buen diálogo y relación, con los países indicados, aún cuando no nos gusten sus gobernantes y no con aquellos cuyos gobiernos puedan gustarnos, pero de los que solamente obtenemos retórica, préstamos usurarios o ideología perimida.
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