KRISTINA CONFUNDIDA

La Nueva Provincia
16-Dic-07
Opiniónhttp://www.lanueva. com/edicion_ impresa/nota/ nc/16/12/ 2007/7cg168. htmlEscándalo
El ladrón considera a todos de su misma condición. Palabra más o menos, así reza un viejo dicho que se aplica a la histérica reacción de la presidenta Cristina Fernández ni bien supo la acusación que un fiscal del estado de la Florida enderezó --según su peculiar lectura del caso-- contra el gobierno argentino. La señora de Kirchner debe de creer --por ignorancia-- o simula creer --por conveniencia- - que en los Estados Unidos el gobierno federal maneja --como aquí, en la Argentina-- a jueces, fiscales, gobernadores e intendentes a su antojo. Nada más lejos de la verdad. Es cierto que el FBI puede montar cualquier tipo de operación, pero de ahí a suponer que manipularon al fiscal adjunto Thomas Mulvihill para tejer una conjura a expensas de nuestro país, hay un abismo. ¿Qué necesidad podían tener los Estados Unidos de hacer semejante cosa en el supuesto de que allí se pudiese, a semejanza de lo que ocurre entre nosotros, manejar a los jueces como títeres? Después de todo, los Kirchner no son considerados tipos peligrosos o enemigos, como Fidel Castro y Hugo Chávez. Ninguna necesidad, y entonces, ¿por qué la presidenta, en un acto colérico, cargó lanza en riste contra el país del norte? Hay varias respuestas posibles, pero, mientras tanto, el viaje en avión de Antonini Wilson existió; la vinculación con Venezuela es un hecho y los 800.000 dólares no eran de mentira. Como también es sabido que la administració n de Néstor Kirchner ha sido de las menos transparentes de la historia argentina. Lo más probable es que, efectivamente, los famosos 800.000 hayan estado destinados a financiar la campaña del Frente para la Victoria y también es probable que el matrimonio gobernante nada haya sabido del asunto. Entre otras razones porque, de haberlo planeado, en la Aduana, esa madrugada, lo hubiesen dejado pasar a Antonini Wilson como si fuese el dueño de casa.