domingo, 27 de junio de 2010

ANIQUILAMIENTO DE IDEAS



Desde hace tiempo en el mundo y especialmente en Latinoamérica, y la Argentina, se habla de libertad de expresión y derechos humanos en forma expresa, pero se aplica cada vez con más fuerza, el ‘aniquilamiento de ideas u opiniones’, y los mencionados derechos. Quien no piensa o se expresa como ordenan las estructuras dominantes, es atacado y expulsado con agravios de todo tipo, e inclusive encarcelado.
Y los medios de comunicación, dependientes o coaccionados económicamente por el poder de turno, o partícipes de esa idea absoluta, apoyan las tiránicas posturas.
El ejemplo emblemático es Hitler, como perdió la guerra, y ejecutó judíos, que son dominantes de medios y ámbitos económicos en todo el mundo, quien se atreva a decir algo fuera de la línea argumental establecida como verdad absoluta, es destruido definitivamente como el caso de Günter Grass (escritor), con alguna variante Helen Thomas en EE.UU. (periodista), o en otro tema Miguel Otero (embajador chileno sobre Pinochet), entre otros.
Nadie dice que Stalin, ejecutó casi diez veces más que Hitler (también judíos), antes y después de la segunda guerra mundial. Además, fueron violentos sus antecesores e inclusive Putin, actual Kirchner de Rusia. Pero claro, son los desarrolladores de la ‘izquierda’ en el mundo, línea ideológica dominante intelectual, en casi todo el planeta. De ahí que es muy buen negocio político estar en ‘esa línea’, porque se podrán tener ocultos, todas las acciones corruptas y delictivas, como así también los aniquilamientos de quien se desee, con la buena prensa de todo el mundo, que justificará lo injustificable.
En Latinoamérica, qué decir de déspotas como Ortega, Castro, entre otros; que no difieren en su accionar, con el que caracterizó a Saddam Hussein, de ejecuciones dirigidas, aumento significativo del delito y la violencia, destrucción de opositores o no seguidores, confiscación o encarcelamiento de los mismos. Además, corrupción generalizada, enriquecimientos millonarios, vinculación con el narcotráfico y desvíos de fondos, para otros miembros de la causa (de izquierda). Mientras, sus economías y su población se empobrecen en forma notoria, como Venezuela o Corea del Norte.
Quienes están en la línea de centro derecha (pues la derecha está mermada en el planeta), sufren ataques desde todos los ángulos, como Sarkosy o Berlusconi. Estos son atacados hasta en cosas mínimas, y a veces lejanas. Jamás las críticas suceden cuando los jerarcas se declaran más totalitarios, y con hechos gravísimos (Ahmadinejad, Irán).
En la Argentina, se producen situaciones similares a las descriptas, y las que no, llegarán si se consolida el gobierno en la próxima elección. Hace poco, una maestra indicó a Galtieri como reivindicador de las Islas Malvinas; ya perdió su trabajo. Por lo cual, nadie en su sano juicio podría decir que Videla ha sido un buen padre, pues sabe que su fin es la cárcel. Ya estamos en la locura de la persecución, tortura y muerte de ideas u opiniones. Esa omnipotencia de ideas de verdad absoluta, que obliga últimamente a adorar a Rosas, el Stalin argentino.
Hemos salido de la guerra fría, donde se suponía que las metodologías de la izquierda habían fracasado. Pero la tiranía de las ideas está avanzando en el mundo, y siendo más aplastante que la inquisición, con la simulación de la democracia; y el apoyo inclusive, de muchas las organizaciones (ONG) que comulgan esa línea de verdad única y absoluta, entre ellas Amnisty International, Unasur, Greenpeace, Cels.


Osvaldo Héctor Rolleri
Ing. Civil, Master en Economía, Dr. en Ciencia Política
Profesor Universidad de Belgrano. Investigador Fundación Atlas.

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