martes, 29 de junio de 2010

SANTA MINA K


Negociados mineros: Ante el inminente cierre: se cayeron las caretas y quedaron expuestos los negocios
y las mentiras

Agencia OPI Santa Cruz


Bajo el eufemismo “finalización de actividad” la empresa Coeur comenzó oficialmente el cierre del yacimiento Mina Martha.

“La corporación política-empresaria-sindical, contra quienes no podemos pelear porque estamos en evidente desventaja, no ha tenido más remedio que reconocer y difundir la noticia, hasta estos días ocultada premeditadamente a la opinión pública. Sin embargo y a pesar que de los datos recabados se puede obtener y conocer el patrón de comportamiento de las empresas explotadoras de minerales en Santa Cruz, siguen mintiéndole a la gente.

“Es un hito en lo económico, porque empezamos a agregar más valor a la materia prima aquí”. “Hay más cascos amarillos que le agregan valor, hay más trabajo y mejor trabajo”. “Cuando más cuidamos el ambiente, mayor grado de inversión y compromiso financiero se requiere”. “los directivos de la empresa le ponen nombre de mujer a todas las minas, saben lo que hacen”.

Estas frases sueltas, en realidad pertenecen a pasajes del discurso que la presidenta de la nación Cristina Fernández dio el 18 de marzo de 2008 cuando inauguró la planta de concentración de plata de la empresa Coeur en el yacimiento Mina Martha a 70 kms de la localidad de Gobernador Gregores en el centro de la provincia.

Lo que en aquella oportunidad no dijo la presidenta es que dos años y cuatro meses después (aunque en realidad la tarea se empezó a gestar mucho antes) la empresa que le daba valor agregado a la región y traía un mayor grado de inversión y compromiso financiero con Santa Cruz, cerraría el yacimiento y abandonaría la mina, dejando para el futuro santacruceño un importante pasivo ambiental que de ahora en más comenzarán a tirarse unos y otros por la cabeza y del que, seguramente, terminará haciéndose cargo el Estado provincial.

Después de que este portal disparara la noticia del abandono y cierre del yacimiento, la provincia, la empresa y el gremio (AOMA) no pudieron hacer nada más que blanquear la situación y a partir de allí, todos en conjunto, comenzaron a diagramar un catálogo de “explicaciones”, argumentos y justificaciones que sin embargo no puede disimular el ocultamiento inicial, las mentiras difundidas durante estos escasos dos años que duró la actividad y lo peor de todo es que han comenzado a construir nuevas mentiras y engaños para justificarse ante la opinión pública, proceder al cierre, enmascarado en eufemismos como “finalización de la actividad” (¿?) y tranquilizar a la masa de empleados del sector con quienes vienen negociando hace un buen tiempo, pero a quienes tampoco les dicen toda la verdad.

Que parezca un accidente

“Debemos mitigar la mentira, suavizar la realidad, desdramatizarla, tentar con la indemnización, prometer siempre “para adelante” (nunca en lo inmediato) y lograr que todos acepten la noticia con resignación, pero sin destruirle la esperanza. Si esto no funciona así y no somos capaces de crear expectativa, tendremos un largo conflicto enla puerta de nuestra empresa”.

Esta frase corresponde a un viejo empresario industrial de los años 80 de apellido Emilio Galíndez Durán (Colombiano) que tuvo una próspera fábrica metalmecánica en la región sur de la provincia de Buenos Aires y que por razones de fusión empresarial con una sociedad de Córdoba, debía achicar en al menos el 50% el capital humano que tenían los talleres, donde trabajaban unos 120 empleados. Durán transmitió esa premisa en una reunión con el Directorio de la empresa y los gerentes de cada área.

El “consejo” le había sido dado por los dirigentes nacionales del gremio de la UOM, los mismos que en teoría debían defender a los trabajadores y sus fuentes laborales. Y así fue; con este procedimiento “de manual” el viejo industrial venido a menos, logró deshacerse de los trabajadores innecesarios y cuando éstos quisieron reclamar por sus derechos, la treta estaba consumada; ya habían firmado la conformidad y se quedaron en la calle.

La mención viene a cuento de la estrategia corporativa que se desarrolla desde hace varios meses por parte del gobierno provincial, la empresa COEUR y el gremio AOMA, quienes están trabajando “duramente” sobre el futuro los 140 trabajadores que aproximadamente tiene el yacimiento Mina Martha.

Como si se tratara de dar buenas noticias, ya han blanqueado que 18 personas dejarán de trabajar a finales de junio, de un total de 90 trabajadores que van a ser echados por cierre de mina que ellos la han denominado “Finalización de actividad”. Los otros 30 quedarían haciendo tareas de remediación ambiental, una actividad que presumiblemente durará un año y medio.

Javier Castro, el titular de AOMA le dijo al diario La Opinión Austral: “Sin sorpresas. Todos y cada uno de los trabajadores sabíamos que esto ocurriría, desde el inicio mismo de la producción”. Luego, el defensor de los trabajadores señaló “este 30 de junio se inicia el cronograma acordado con la empresa por finalización de actividades, yo no les llamaría despidos”.

Cuando desde la empresa y desde el sindicato se debe explicar lo que se va a hacer con la gente, surgen las promesas de “planes de reinserción laboral en marcha”, aunque no dicen en qué consiste, dónde van a ser empleados, quiénes van a ser empleados y cuántos van a ser reinsertados y se apuran a aclarar que los más especializados tendrán ocupación inmediata (obvio). Sin embargo, tampoco aquí se dice cuánto personal de los 140 está especializado y presto a cumplir tareas en otros yacimientos.

Pero lo más grave es esa zona gris que el propio Castro menciona en el diario señalándolos como “al otro grupo, que se dedicaba a tareas más generales, se les ofreció capacitarlos en este tipo de labores que son más demandadas”; aquí también se omite decir cuántos son (sabemos que la mayoría) y precisar qué tipo de capacitación se les va a dar, cuánto tiempo, con qué perspectivas o si van a ser solo placebos para mantenerlos alejados de los conflictos hasta que el proceso administrativo de Coeur culmine con éxito y una vez levantado el último mueble de la última oficina de la minera, el problema de los desocupados quede para la provincia.

Los números hablan

La propia empresa Coeur señaló que en el corto tiempo que duró la explotación de plata en Mina Martha tuvo ganancias extraordinarias, acusando utilidades del 60,07%, pero lo más descarado y alarmante no lo decimos nosotros, lo expresan las fuentes de la propia empresa al diario la Opinión Austral que señaló “Según fuentes cercanas a la minera, la empresa centró su producción sólo en la veta principal, que tenía una ley muy alta comparada con la media internacional, dejando de lado el resto del terreno, que también contiene varias leyes, pero con índices muchos más bajos de extracción, las que fueron descartadas ante el buen rinde de la veta principal, la que hoy, justamente, está en proceso de agotamiento y en pocos meses más daría producción cero”.

Es decir, para graficarlo mejor, COEUR se comió el corazón de la sandía y dejó del lado el resto; y lo más doloroso y grave de todo es que el gobierno provincial no sabe cuánto pesaba la sandía.

El Secretario de Minería debiera ser indagado por los diputados sobre este delicado tema, pues la empresa se asentó en la zona con las miles de promesas que generalmente hacen todas para lograr la aceptación pública, entre otras cosas el pleno empleo, las inversiones, la infraestructura para las localidades afectadas, el crecimiento económico, la movilidad de los comercios locales y tantas otras mentiras que son puntillosamente avaladas desde las esferas gubernamentales y que hemos corroborado no se cumplen o solo en una mínima parte.

Sin embargo, aún teniendo posibilidad de seguir explotando otras vetas de plata más comprometidas y a pesar de haber tenido ganancias extraordinarias, COEUR cierra y se va, ante la mirada atónita de los trabajadores, del pueblo de Gobernador Gregores y el silencio cómplice del gobierno provincial.

Tal vez sea éste el momento en que la población de Gregores debe hacer un exhaustivo balance de lo que les dejó el yacimiento Mina Martha, que a COEUR le reportó ganancias que ni siquiera esperaban y lo qué les queda ahora que cesa su actividad.

Los habitantes de esa ciudad tendrían que pedir rendición de cuenta a su intendente y al gobierno provincial para que toda la opinión pública pueda conocer cuál ha sido el costo-beneficio de estos años en que el yacimiento insufló miles de millones de dólares en los bolsillos de la multinacional que hoy, simplemente porque se ha comido el corazón de la sandía, abandona todo, les deja un prominente agujero y se retira de Santa Cruz.

Ahora, un puñado de 30 hombres (o menos) quedarán allí resguardando el enorme agujero, silencioso e improductivo que llenó los bolsillos ajenos y dejó desocupación y contaminación en Gobernador Gregores.

¿Cómo puede terminar esta historia?, tal vez con un pase mágico de responsabilidad hacia la provincia, que seguramente en un corto tiempo tendrá que lidiar con desocupados que corten rutas, pidan trabajo y exijan que cumplan lo que les prometieron el día que la minera decidió que ya no los necesitaba más porque el emprendimiento había dejado de ser rentable.

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