martes, 29 de junio de 2010

RECETA PARA HOMBRES


NUEVA RECETA de COCINA PARA HOMBRES DEL SEXO MASCULINO.



Ahora le explico; no se me chive, que la mayor parte del tiempo la utilicé para encontrarle un título a nuestra cita de hoy.

A mí me da la sensación que en mi Argentina, los hombres masculinos, hemos delegado “panchamente” en la mujer, funciones ciudadanas que nos tenían como únicos protagonistas.

Siquiera es necesario que se tome demasiado trabajo, para advertir que en toda manifestación o acto genuino de “protesta”, que obviamente no incluye los piquetes de la indignidad, ni los de los “muchachos de las capuchas”, la mayoría de las personas que ahí se expresan, pertenecen al género femenino. Es como si mágicamente se hubiera producido una “transferencia”, y sean ellas las dueñas de “dos enormes testículos”, cuando en realidad están dotadas de “ovarios”; algo así como “los huevos ocultos del hombre masculino”. Pero no es menos cierto, que históricamente hemos sido éstos, los encargados de “poner” nuestros genitales sobre la mesa, en aras de una causa justa. Y por más feminista que Ud. sea, no gaste su tiempo preguntándose el por qué; solo piense en el sacrificio físico que debe realizar una mujer, “para poner los ovarios sobre una mesa”, ¿me explico?. Y no creo que haya causa más justa, que luchar por nuestra cultura, costumbres, nuestra tierra; por nuestra Patria en definitiva. Sin embargo los hombres, brillamos por ausencia. Algo así como “haber entregado el marrón” – ¿se acuerda de Raquel? -, sustentando el aberrante y descalificable acto, en el no menos deleznable argumento donde confluyen; el espacio que la mujer necesita, procura, y “nos condiciona”. ¡Terrible guachada, y penoso pretexto que no hace más que alejarnos de la dignidad tan pregonada y casi perdida.

¡Y las mujeres, van al frente!, y solo algunos hombres, en “zaga”.

Y evidentemente, la cosa no solo parece “ir para largo”, sino robustecerse a medida que pasa el tiempo y con él, la vida; es como que le tomamos el gustito a esa “pasividad” que nos convierte en simples “peleles” o convidados de piedra.

Le dejo una simple receta de cocina, en la convicción que le pueda devolver, alguno de los nutrientes que evidentemente han escapado a través del dilatado esfínter de su culo, así no haya sido recogido como estandarte, por los empecinados en alentar y estimular, todo aquello que algún día comenzó con el simple advenimiento de la moda “unisex”.

INGREDIENTES:

POLENTA 1 paquete

HUEVOS 2 (dos)

Buena LECHE 7 tazas

LAURELES (eternos) a gusto

PREPARACIÓN:

Colóquese dentro de una olla marca “Dignidad”, 7 tazas de buena Leche. Póngase a “calentar” a fuego rápido, y agréguese La Polenta a modo de lluvia, sin dejar de revolver con una cuchara de madera de roble, marca “Consciencia”. Cuando se encuentre a punto de ebullición, agregar los dos huevos, dejar de revolver y retirar del fuego. Para saborizar, utilizar únicamente hojas de laureles eternos, a gusto. Para una mejor asimilación, se recomienda digerir a modo de desayuno “americano”, RECALENTADO, dejándosele estacionar dentro de la misma olla, “tapada” para evitar la acción de roedores, gatos, moscas y ladillas.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com

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