sábado, 26 de junio de 2010

EL FULBO


¡POR SUPUESTO QUE “EL FULBO” NO TIENE LA CULPA; EL PELOTUDO ES UD.!



¡Fíjese que curioso!; “el fulbo”, es un deporte que se practica con una pelota, y Ud. el pelotudo que hace posible que una competencia deportiva a nivel internacional, se convierta en la más absurda de las guerras. ¡Y por favor, no me mire con cara de “a mí no me cabe”. A esta altura del “partido”, tan relativa circunstancia, no le exime de responsabilidad. Por otra parte, si me tuviera que detener a adivinar “a quien le cabe” y “a quien no le cabe”, seguramente terminaría arrojando “el turbante y la bola de cristal” a la mismísima mierda, ¿me entiende?. Gracias.

¡Y el Mundial sigue, el Mundial!. Pero el Mundial termina en unos veinte días, ¡nada si uno los compara con los tantos que dilapidó, durante el transcurso de toda una vida!...y si no los compara, también. Repare en que seguramente Ud., comenzó a “cortar” los primeros dientitos de leche cuando recién tenía 8 meses, y hoy que es un boludo grande, se quiere “cortar” los huevos por un mero resultado “deportivo”. ¡Exactamente!; la cosa dá para todo un tratado de sicología y siquiatría!, y si gusta, para otro de sociología. ¡Alguien con la suficiente capacidad de expresión y conocimientos, prontamente lo desarrollará para cagarse de hambre y “morir en el intento”; ocurre que en nuestro país, que alguna vez fuera la cuna de la lectura, cada día se lee menos este tipo de literatura, y consumen más las gacetillas “porno” o los programas televisivos de la degradación. ¡Ergo!, es Ud. un “degradado”, y por favor no confunda la palabra “degradado” con “egresado”, que son diametralmente opuestas.

¡No, no!; de ninguna manera “me levanté mal”. Le digo más, luego de cumplida la rutina de lavarme la cara, apurar un desayuno y hacer “caca”, me senté frente a la “maquinita”, ingresé al Word y le empecé a escribir, en el vano intento de hacerle entender que “a las cosas”, hay que asignarles el lugar y la importancia que merecen. Y me parece que, así como “dejamos la vida en un partido de fútbol”, porque convendrá conmigo en que para éstos partidos todos salimos a “la cancha”, no reparamos en la vida que se siguen cobrando terribles hijos de puta, como esos “motochorros” que terminaron con la existencia de un muchachito amante del deporte de verdad, y la de todo su entorno familiar. ¡Y ya que estamos, le recuerdo o le anoticio que ese mismo día, también otros hijos de puta, se cobraron la vida de dos semejantes; semejantes a Ud. y a mí, nunca a ellos, obviamente. ¡Me dice que no sabía!. ¡Vea!; hubiera preferido que no me dijera nada, y pusiera la cara de pelotudo que le caracteriza. De ésta manera, sí consigue amargarme un día más, y van…

¡Vaya!; póngase la camiseta transpirada de la Selección que justamente prometió “no lavar”, como cábala. ¿Si me molesta que ya estemos en octavos?. ¡Todo lo contrario!; anhelo tanto como Ud., que la Selección Nacional de Fútbol se corone Campeona del Mundo. Con una sola diferencia; el que lo haga o no, de modo alguno cambiará mi vida; será apenas el pasaje efímero de una alegría o una tristeza. Ocurre que el dolor, la profunda tristeza y el desconsuelo de “esa” gente a la que han mutilado impiadosamente, será eterno, y sin el “desquite” al que Ud. y yo nos podremos aferrarnos en caso que ese mero resultado deportivo no nos favorezca. Dentro de cuatro años, habrá otro Mundial de Fútbol…dentro de cuatro años y todos los años que sigan, habrá gente a la que le costará y mucho, llegar a comprendernos.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com

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