BOLUDOU VENDIÓ LA GUITARRA

Fracasó el canje de deuda

El gobierno no podrá endeudarse a tasas más bajas y deberá seguir gastando reservas.
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Por Guillermo Cherashny

El canje de deuda en default tuvo un 66% de aceptación. Se puede decir, entonces, que no fue óptimo, sí, al menos, razonable. Pero lo importante es que el objetivo que se quería conseguir era volver a los mercados voluntarios de crédito. Como esto no se logró, podemos concluir que la operación fue finalmente un fracaso. En efecto el Global 2017 recientemente emitido, que se pensaba colocar con una tasa menor al 10%, hoy no se puede emitir a una tasa menor al 12,3%.

Esto se debe a problemas locales e internacionales. Sin embargo, los locales pesan más. Por ejemplo, los dibujos en el INDEC, que dejaron a nuestro país sin estadísticas fiables.



Lo pendiente es lo importante

Además, no hay un plan para solucionar el problema de deuda con el Club de París y aceptar la revisión del Capítulo 4 del estatuto del FMI. El canje de deuda con los holdouts fue entonces un acto unilateral que tenía por objetivo poder endeudarse a tasas razonables en el mercado voluntario.

Con su habitual confusión, la presidente dijo el martes que su gobierno apuesta al desendeudamiento, cuando en realidad lo que quiere es volver a endeudarse para no recurrir más a las reservas del BCRA o al ANSES. Es difícil saber si CFK no entiende nada o miente, como hizo ayer en el día de la industria avícola al afirmar que antes vendíamos 9.000 toneladas de pollo a Venezuela y ahora 100.000, apuntando a quienes critican los negociados con Venezuela. Olvidó así que lo que cuestiona la oposición parlamentaria no es la venta de pollo sino la importación de fuel oil con alto contenido de azufre venezolano, a mayor precio del que se exporta -el mismo combustible de mejor calidad- de la Argentina hacia otros destinos del exterior.

Como vemos, la política económica de los atajos tiene vuelo corto. No salimos del default parcial y selectivo en que nos encontramos y el problema de la deuda externa será otra parte de la pesada herencia económica que deja el desgobierno kirchnerista.